Regidoras electas buscan elevar el nivel de sus municipios en Veracruz

Gobernarán en medio de desafíos que van desde la pobreza, problemas educativos, culturales, de comunicaciones, además de un alto índice de violencia política de género

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Fotos: Especiales.

Con las expectativas puestas en la próxima administración municipal, las regidoras del Partido del Trabajo enfrentan un panorama difícil: muchas carencias en sus municipios y dificultades para atraer recursos. Buscan defender su trabajo y el que se hable de que las mujeres sí pueden ejercer cargos de elección popular por sí mismas, pero la sombra de los compadrazgos y el nepotismo se cierne sobre ellas, su llegada a estos cargos se da en medio de claroscuros.

Cindy Noemí Zopiyactle Atlahua, de Mixtla de Altamirano, a sus 19 años, enfrenta la marginación, pobreza y falta de empleo en su municipio. En la última medición del extinto Coneval, Mixtla continuaba apareciendo como uno de los municipios más pobres del país.

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Por su parte, Laura Lizeth Moncayo Villanueva también proviene de un municipio de raíces indígenas: Papantla, con comunidades que presentan problemas por rezagos de atención educativa, cultural y de comunicaciones. Los recientes fenómenos naturales provocaron que parte de las comunidades de Totonacapan presentaran problemas al quedar incomunicados.

Lo que ambas también enfrentarán es la violencia política, un alto número de mujeres veracruzanas en cargos municipales han presentado denuncias por violencia política de género. Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional en agresiones a funcionarias.

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Cindy Noemí Zopiyactle Atlahua, regidora electa de Mixtla de Altamirano.

El problema es la falta de desarrollo

Con todo el ímpetu de la juventud, Cindy Noemí Zopiyactle Atlahua expresó que su deseo es que su municipio, que está ubicado en la sierra de Zongolica, crezca económicamente, porque la situación actual es difícil: falta de empleo, poco desarrollo y lo que considera que es primordial es la educación.

Llego a tratar de impulsar a mi municipio, me invitaron en el Partido del Trabajo a participar y acepté porque creo que se puede trabajar, yo lo quiero hacer”, explicó con una amplia sonrisa.

Lo que la ensombrece es que conoce el machismo: sí, conozco casos de mujeres que han trabajado en el ayuntamiento, que trabajaron, pero que sí hubo maltrato.

En 2019 Mixtla de Altamirano vivió una temporada violenta al ser asesinada la alcaldesa Maricela Vallejo Orea, junto con su esposo y su chofer. Por este asesinato otra exalcaldesa, María Angélica Méndez Margarito y su esposo Ricardo Pérez Marcos fueron detenidos y están sentenciados a 60 años de prisión.

Las mujeres en las regiones indígenas son las que más padecen las consecuencias de la violencia machista, lo reconoce, pero también le preocupan otros temas, como el que al menos un 80 por ciento sean indígenas hablantes de lengua náhuatl, no existan escuelas bilingües y se dificulte así el aprendizaje, que no se impulse la lengua materna para otras regiones del estado y así puedan tener acceso a lo que no hay en su región.

Pero aun con todos estos antecedentes, Cindy Noemí Zopiyactle aseguró de manera contundente que busca gestionar oportunidades para su pueblo, que desea incidir en su desarrollo:

Se necesitan muchas cosas y no será pronto, pero tenemos que avanzar”, advirtió.

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Laura Lizeth Moncayo, regidora electa de Papantla.

Trabajo y dignificación

Laura Lizeth Moncayo Villanueva no es improvisada, pues ya ha participado en administraciones públicas municipales. Fue regidora en la antepasada administración municipal de Papantla y ahora repite. Su estigma es el ser hija de un exalcalde y que se cuestione si eso es lo que la ha impulsado a conseguir los cargos que ha tenido y el que vuelve a representar.

Papantla cuenta con una población aproximada de 158 mil 599 habitantes y 38.84 por ciento es población indígena de raíces totonacas.

Moncayo llega con preocupaciones por el crecimiento, el desarrollo turístico, la dignificación de los vendedores ambulantes que provienen de las comunidades papantecas más pobres. En su anterior gestión le tocó ser parte de un conflicto porque al no poder destrabar el que les permitieran permanecer en la zona turística, por el tema de las especificaciones de los pueblos mágicos, los comerciantes emprendieron acciones que pusieron en entredicho su labor.

Ahora busca ayudarlos y reconoce que hay rezagos en materia de infraestructura y comunicaciones que deben ser mejoradas.

También mejorar los caminos de las comunidades, dignificar también a la población de las comunidades, educación, salud… sobre todo de nuestros niños”, dijo.

Con la experiencia adquirida, sabe qué es enfrentar la violencia política y en este sentido admitió que si bien está consiente de los problemas, ahora cuentan con más “armas” para defenderse.

Yo creo que sí se da el tema de la violencia de género, pero también segura estoy que nosotras como mujeres debemos leer, capacitarnos para saber nuestros derechos, sobre todo en el tema político y cómo incursionar”, advierte.

Admitió que el propio partido político que la impulsa ha capacitado a las mujeres y considera que si entre todas las que participan en política crean una red de apoyo, se podrían fortalecer, “en vez de violentarnos a nosotras mismas”.

Y es que admite que entre las propias mujeres también se da la violencia política, “es más sutil, pero suele darse, sobre todo en las redes sociales, que precisamente es lo que están tratando en este momento de revisar para legislar”, aseguró Moncayo Villanueva.

*mcam