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Olvidan a las personas con discapacidad; el sector no está visibilizado en la estrategia sanitaria

La estrategia para el COVID-19 sigue sin visibilizar a las personas con discapacidad tanto en el acceso a la información preventiva como en el seguimiento epidemiológico, los servicios médicos y hospitalarios

Ivonne Melgar y Ximena Mejía | 12-04-2020
La periodista Katia D’Artigues es fundadora del portal Yo también. Foto: Especial
La periodista Katia D’Artigues es fundadora del portal Yo también. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Las estrategia sanitaria para el COVID-19 sigue sin visibilizar a las personas con discapacidad tanto en el acceso a la información preventiva como en el seguimiento epidemiológico, los servicios médicos y hospitalarios.

La periodista Katia D’Artigues, directiva y fundadora del portal Yo también, lamenta que las respuestas que se necesitan aún no están viniendo del Estado ni la de la autoridades de salud, sino vía la sociedad civil.

Plantea la importancia de la desagregación de los datos, no sólo por edad y sexo de las personas afectadas por el virus, sino también por discapacidad, bajo la consideración de que se trata un grupo en mayor riesgo de vulnerabilidad por la discriminación estructural que existe hacia éste, la cual se manifiesta en el acceso a la salud.

La discapacidad no es una enfermedad. Es una condición de vida. Pero muchas personas con una discapacidad también tienen alguna condición médica. También nos preocupa visibilizar a las personas que somos cuidadoras primarias de personas con discapacidad, que somos sobre todo mujeres. Porque si nosotras nos enfermamos se pone en riesgo todo un ecosistema de cuidados en casa”, reseña en entrevista. 

El pasado 3 de abril, esa plataforma hizo públicas las preguntas que envió al subsecretario Hugo López-Gatell respecto a por qué no menciona a las personas con discapacidad como una población en particular riesgo durante la pandemia, dado que tiene condiciones de salud precarias en muchos casos, y si habrá un protocolo para ellas. 

Las preguntas al funcionario destacan la falta de visibilidad al hecho de que la mitad de esta población son personas mayores que necesitan apoyos.

También se le pidió responder al subsecretario de Salud qué medidas habría para proteger la salud y apoyar el trabajo de personas que cuidan a otros con discapacidad o personas mayores que podrían contraer el COVID-19.  

Si bien López-Gatell respondió al portal Yo También que ya se encuentran trabajando en esos pendientes, Katia D’Artigues considera que se trata de generalidades, planteamientos limitados y todavía deficientes, por lo que se siguen esperando planes claros que incorporen las buenas prácticas recomendadas por la ONU, la OEA y organizaciones sociales. 

Hay que consultar a las personas con discapacidad sobre cómo deben de ser estas medidas que ellos necesitan”, señala la también integrante de la Asamblea Consultiva de Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). 

En el cuestionario enviado a López-Gatell destaca la pregunta de cómo garantizar un servicio médico sin discriminación.  Al respecto, la periodista, quien fue legisladora constituyente de la Constitución para CDMX habla de la importancia de que los materiales para evitar la propagación del virus sean en formatos accesibles, como braille, audio, audiodescripción para personas ciegas, con pictogramas para personas con autismo, que tienen discapacidad intelectual o que no saben leer y escribir. 

En el caso de las personas sordas, “que son de las más excluidas, se necesita un cuadro con intérprete más grande de lo que está”, porque el manejo actual de este recurso resulta insuficiente, alerta.

Comparte D’Artigues que existe una propuesta de Mauricio Rodríguez, médico y vocero de la UNAM para la emergencia, de establecer hospitales preparados para recibir a personas con todo tipo de discapacidades, con intérpretes certificados en lengua de señas y protegidos con una máscara transparente.

La periodista propone diseñar manuales para las familias de cómo lidiar con la crisis y de flexibilizar las medidas de los paseos, por ejemplo, para personas con autismo que necesitan salir a la calle. 

Señala que uno de los retos más relevantes ahora es pensar en las personas con discapacidad sicosocial, referida a los retos de salud mental, como el peligro de la interacción que podrían hacer ciertos sicofármacos con los tratamientos del COVID. 

Considera que se necesitan campañas de información y prevención sobre las situaciones descritas, y entender la vida cotidiana de sus destinatarios. 

En este sentido, habla de Erick Arellano, quien ahora porta una mascarilla en la que advierte que es sordo. Y de Juventino Jiménez, activista ciego que tiene una experiencia qué contar sobre la inviabilidad de aplicar la sana distancia.

Hilda Laura Vázquez Villanueva, editora de accesibilidad de Yo también, se queja de la falta de ésta para la comunidad ciega en portales de farmacias y supermercados cuando se trata de comprar”, detalla la periodista. 

Y advierte que la autoridad sanitaria deberá construir respuestas para el nivel de estrés que todos estamos viviendo, el cual es más pronunciado en médicos, enfermeras y personal de los servicios de salud. Una experiencia, pronostica, que puede convertirse en estrés postraumático.

 

 

 

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cva

 

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