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Nacional

Negativa; CNH rechaza propuesta del regente

Los estudiantes del Consejo Nacional de Huelga alegaron que una comisión investigadora propuesta por la autoridad sería parcial y contradictoria, lo que para ellos era inaceptable

Andrés Becerril | 11-08-2018
Negativa; CNH rechaza propuesta del regente
Le Monde, en su editorial de hace 50 años, atribuyó a los comunistas mexicanos la responsabilidad del Movimiento Estudiantil, el cual, explicó entonces uno de los periódicos más influyentes del mundo, tuvo una causa banal, que fue la intervención de los granaderos en pleitos estudiantiles, lo que desencadenó protestas, como esta marcha de agosto de 1968.

CIUDAD DE MÉXICO.

La negativa del Consejo Nacional de Huelga (CNH) —que entonces afirmó tener la representatividad de 150 mil estudiantes en paro— a la propuesta de Alfonso Corona del Rosal, regente del Departamento del Distrito Federal (DDF), de formar una comisión investigadora de los hechos violentos iniciados el 23 de julio, fue formalizada.

El manifiesto ofrecido un día antes sobre el tema de esa comisión se hizo público hoy hace 50 años. El rechazo estudiantil se fundamentó en que la comisión investigadora sería parcial y contradictoria, y dijeron que eso era inaceptable para ellos.

“A pesar de las tergiversaciones y omisiones de hechos en los órganos informativos, es claro para la opinión pública la responsabilidad de los funcionarios policiacos en los sucesos que dieron origen y desarrollaron la actual situación, por lo que las destituciones exigidas son indiscutibles”, señalaba el comunicado del CNH.

Los estudiantes del CNH sostenían que la propuesta del regente quería desviar la atención; señalaron que querer tener como único interlocutor al director del Politécnico, Guillermo Massieu, era pretender ignorar la existencia de un problema nacional.

“Por este medio hacemos saber que cualquier solución que se intente deberá ser aprobada por este Consejo Nacional de Huelga y que desconoceremos y desaprobamos cualquier arreglo en el que participen personas u organizaciones ajenas a este Consejo”, señalaron los estudiantes.

Las asambleas y reuniones de estudiantes, tanto politécnicos como universitarios, se hacían discretamente. Los puntos que tocaban ahí se quedaban, dentro de los recintos educativos, pero las páginas de Excélsior eran el foro predilecto del debate público.

En la edición del domingo 11 de agosto este diario publicó dos inserciones pagadas en forma de desplegado. Una firmada por Óscar Joffre –que entre 1988 y 1994 fue el director general del Instituto Politécnico Nacional–, en donde señalaba de forma negativa los perfiles de cinco integrantes del Comité Coordinador de Huelga del Poli.

Entre los señalados estaba Sócrates Campos Lemus —que empezaba a tener, junto con Raúl Álvarez Garín, la representatividad de los estudiantes del Poli, pero que al cabo del Movimiento Estudiantil fue calificado como provocador de la represión oficial y también delator de estudiantes.

En esos primeros días del Movimiento, Joffre, que entonces era parte de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos —ligada al PRI y al gobierno—, publicó en su desplegado que Campos Lemus había sido secretario de la Escuela Superior de Economía; que había estado dos años de “viaje” dizque en guerrillas en Guatemala, por lo que se cree que estuvo en Estados Unidos adiestrándose en la CIA.

A Joffre le resultaba extraño que Campos Lemus —quien en 2004, trabajando como asesor en comunicación de la Procuraduría General de la República, tuvo que renunciar cuando aparecieron fotografías de él con dos capos de la droga— ese año de 1968 se reincorporara a las tareas académicas, y así lo publicó en su desplegado.

Además de defenestrar a Campos Lemus, Joffre Velázquez y su equipo, que firmaban al calce el desplegado, pusieron en su lista a Efraín García Reyes, Fernando Hernández Zárate —que en el desplegado en lugar de Fernando aparece Fernández—, César Sáinz Calderón y Jesús González Guardado, a quien no le ponen nombre de pila.

El argumento del desplegado de Joffre está en que “solamente cuatro o cinco personas dirigen este Comité Coordinador de Huelga del IPN, siendo que el comité ostenta la representación de todas las escuelas, tanto del IPN como de la UNAM, de Chapingo y de las Normales. Por consiguiente, de estas cuatro o cinco personas, cuatro son de la Escuela Superior de Economía”.

El otro desplegado, también de Joffre y sus cercanos, como Valentín Vallejo, Basilio Estrada y Lucrecia Moreno, se titula: “¿Interrogantes?”, contiene 16 preguntas, entre ellas, ¿Por qué la marcha para rechazar la agresión en contra de los politécnicos el 23 (de julio) en la Ciudadela no se hizo ese mismo día, el 24 o el 25 de julio, sino el día 26? ¿Por qué estaban llenos de piedras los botes de basura de las calles 5 de Mayo, Tacuba y otras? ¿Por qué tantas fotografías de El Che Guevara? ¿Por qué para desconocer a la FNET tiene que pedir a la UNAM que los apoye junto con Chapingo y las Normales? ¿Por qué hay que estar en contra de la FNET para pertenecer al Comité Coordinador de Huelga?”.

Además de esas preguntas, editadas aquí, tienen otros 15 párrafos con signos de admiración, como: ¡Porque esas cuatro o cinco personas que se han autodenominado líderes del movimiento reciben dinero de agencias norteamericanas! ¡Porque ya se avecina el cambio de gobierno y tratan de obtener posiciones políticas en dicho cambio! ¡Porque pertenecen no a la izquierda delirante que grita, sino a la extrema derecha que calla! ¡Porque todos ellos trabajan en el gobierno!

“Por si fuera poco, son los universitarios cuya representatividad es falsa, los que en el llamado Comité de Lucha deciden todo por hacer formando a nuestro IPN como laboratorio de sus experimentos en favor del imperialismo norteamericano (CIA, FBI, MURO), como tribuna de sus frustraciones liderescas (sic)”, cierra el desplegado de Óscar Joffre, quien en los dos desplegados firmó como Joffre con la frase “Compañero, usted tiene la palabra…”.

El domingo 11 de agosto de 1968, Excélsior reprodujo un editorial del periódico Le Monde, que salió a la luz el 1 de agosto. El texto del diario francés inicia con un epígrafe de la redacción de este diario, haciendo notar cuál fue el trato dado a los primeros sucesos violentos del Movimiento Estudiantil en México. “Dejamos al arbitrio de nuestros lectores la calificación del editorial —e inclusive sus inexactitudes— que a continuación se presenta”.

El texto del diario francés señala que la violencia “ha sembrado confusión en los medios dirigentes, mientras que el país daba la última mano a los preparativos de los Juegos Olímpicos”.

Le Monde, que en París había tenido que informar sobre el Mayo Francés, publicó en su editorial de hace 50 años que “la causa inmediata de esta agitación es banal. Es la intervención, la semana pasada, del cuerpo de granaderos contra una reunión organizada por pequeños grupos de estudiantes, lo que desencadenó, contra la ‘represión policiaca’, una manifestación de protesta”.

En el editorial de uno de los periódicos más influyentes del mundo —entonces y ahora— se lee: “La dirección de la policía acusa a los comunistas mexicanos de ser responsables de los problemas.

“Es dar, parece ser, mucha importancia a un partido particularmente débil y dividido, que había aceptado en mayo pasado enviar una delegación oficial al palacio presidencial para entrevistarse con el señor Díaz Ordaz.

“Esta entrevista, la primera desde el fin de la guerra, suscitó especulaciones sobre la concesión de un estatuto legal y la entrada del Partido Comunista prosoviético en el sistema político oficial dirigido, sin debilidad y con habilidad, por los líderes del Partido Revolucionario Institucional”.

El rotativo francés hace mención de que en México, como en muchas partes, los más revolucionarios de la universidad se dicen maoístas, trotskistas y castristas, y que el retrato de El Che Guevara, en el caso de México, aparece en muchas escuelas. “Pero los ‘izquierdistas’ son netamente minoritarios en el seno de las asociaciones, que representan alrededor de 80 mil estudiantes en la capital. En esta forma no es sorprendente escuchar a algunos dirigentes estudiantiles denunciar las ‘infiltraciones trotskistas’ y formar ‘comités de lucha’ contra los “gánsteres que desacreditan al Movimiento Estudiantil”.

Hace 50 años, el comparativo del progreso que había tenido la Ciudad de México lo toma de las imágenes de la película Los Olvidados, de Luis Buñuel, filmada en 1950.

“Pero la aparición al lado de los estudiantes rebeldes de desempleados muy jóvenes debería incitar a los dirigentes, con justicia altivos por una notable expansión económica, a pesar de los problemas sociales agudos y que se impone una mejor distribución del ingreso nacional”.

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