Ministra Loretta Ortiz Ahlf, pionera en los derechos humanos

CIUDAD DE MÉXICO.

En el verano de 2012 la jurista mexicana Loretta Ortiz Ahlf fue convocada para impartir un curso en la Academia de Derecho Internacional de La Haya, en Países Bajos, sede de la Corte Penal Internacional.

Ante especialistas en diferentes ramas del derecho, la abogada abordó temas relacionados con la base de su formación: los derechos humanos; pero, en particular, de un sector de la población que ha sufrido violaciones a sus garantías en diversas fronteras: los indocumentados.

Esa experiencia fue documentada al año siguiente por Ortiz Ahlf en un texto que resulta una base para la defensa y atención a las diásporas en su proceso de traslado y cruce de fronteras, exigiendo el mínimo de respeto a las autoridades.

La diputada Ortiz hace hincapié en el hecho de que los migrantes indocumentados son víctimas de secuestro, lesiones, robos, extorsiones, violaciones físicas y sexuales, aunado a la deplorable condición de las estaciones migratorias, sin servicios sanitarios y de salud, por ello ha manifestado de manera contundente que se requiere garantizar a los migrantes un trato digno y respeto a sus derechos más básicos a través de la aplicación de los tratados internacionales que existen en la materia”, escribió Itzé Coronel Salomón sobre el libro Derechos humanos de los indocumentados, de Ortiz Ahlf.

La especialista también realizó su aportación en el esfuerzo que realiza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para crear un cuerpo de seguridad que devuelva la paz y la seguridad a la población.

En Guardia Nacional y derechos humanos (Porrúa, 2020), la entonces consejera de la Judicatura Federal planteó que mantener la paz social y el orden público con una ineludible protección a las garantías individuales de la población, son tareas esenciales para el Estado mexicano.

Para Ortiz Ahlf, con argumentos legales, un cuerpo nacional de seguridad puede lograr el combate a la inseguridad sin afectar los derechos humanos de personas vinculadas a los delitos y de la población en general.

Se destaca la importancia de estos argumentos, a partir de la consideración de que la Guardia Nacional comenzó su integración con el apoyo que brindaron las Fuerzas Armadas, principalmente el Ejército Mexicano, ante la desincorporación de lo que fue la Policía Federal.

SU LLEGADA A LA SCJN

El 23 de noviembre del año pasado, el Senado de la República designó a Loretta Ortiz Ahlf como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para ocupar la vacante que dejó el ministro en retiro José Fernando Franco González Salas, quien concluyó con su ciclo.

Logró obtener 92 votos de los 114 emitidos para una terna que estuvo integrada por Eva Verónica de Gyvés, quien consiguió nueve votos, y Bernardo Bátiz, quien obtuvo ocho.

De esta forma, el pasado 4 de enero de este año que inicia, Ortiz Ahlf se integró al pleno de la Corte en un momento que fue calificado como histórico por parte del ministro presidente del Poder Judicial, Arturo Zaldívar.

Su llegada al pleno destaca por dos motivos: el primero, por ser la primera ocasión en la historia de este cuerpo de ministros que está integrado por cuatro mujeres, Ortiz Ahlf, Ana Margarita Ríos Farjat, Norma Lucía Piña Hernández y Yasmín Esquivel Mossa, y siete hombres.

El segundo, coincide con otro momento que es considerado como histórico para la SCJN, la entrada en vigor de la Reforma Constitucional en Materia de Justicia Federal, el 12 de marzo del año pasado.

Esta nueva etapa busca construir una justicia federal basando sus sentencias en el análisis a fondo de las violaciones a la Constitución y a los Derechos Humanos reconocidos en tratados internacionales, suscritos por el Estado mexicano, haciendo una justicia más independiente, profesional, moderna y cercana a los justiciables.

SU FORMACIÓN

Es en este proceso en donde encaja el perfil de Ortiz Ahlf, la estudiante que obtuvo la licenciatura en la Escuela Libre de Derecho, con su posterior especialización en Derecho Internacional y Derechos Humanos

Obtuvo la Maestría en Derechos Humanos en la Universidad Iberoamericana, con un doctorado en esta materia y en Derecho Comunitario Europeo por la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España.

Se incorporó a la planta docente de tiempo completo en la Iberoamericana, como catedrática de materias como Derecho de los Tratados, Mecanismos de Protección de los Derechos Humanos, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, Casos de Derecho Internacional Público y Medios Alternos de Solución de Controversias.

En su alma mater, la Libre de Derecho, también ha sido integrante de la planta docente, desde hace 40 años, en donde fue maestra, entre otros personajes, del expresidente Calderón y su esposa, Margarita Zavala; de Cristina Fox, la hija del expresidente Vicente Fox, y del presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar.

En su camino a la SCJN, la ministra Ortiz Ahlf inició con cargos laborales como directora jurídica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), asesora de la Dirección General Adjunta del Banco de México e investigadora del Consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

También se desempeñó como asesora legal de México del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, como árbitro en la Procuraduría Federal del Consumidor y Miembro de la Comisión de Asesores Externos de Derecho Internacional Público de la SRE.

Además de consejera en el Consejo de la Judicatura Federal en noviembre de 2019, la ministra Ortiz Ahlf llegó como diputada de representación proporcional a la LXII Legislatura por el Partido del Trabajo (PT), y participó en la redacción de la Constitución de la Ciudad de México.

El Foro Jurídico incluyó a la ahora ministra en el grupo de Las abogadas más influyentes de México, en 2020.

El reto más importante para las abogadas en México es garantizar que todas las mujeres y niñas puedan ejercer de manera efectiva todos sus derechos fundamentales, en especial el derecho a la libertad, la educación, no discriminación, al trabajo, la salud y en especial el derecho al acceso a la justicia que es la puerta de entrada para exigir de manera efectiva la garantía y protección de todos los derechos humanos”, expresó Ortiz Ahlf para esa publicación.

Casada en segundas nupcias con José Agustín Ortiz Pinchetti, actual fiscal especial para Delitos Electorales; su nombramiento estuvo marcado por su cercanía con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al que tuvo que renunciar en su primer intento por llegar a la Corte, y con el presidente López Obrador.

En el discurso de bienvenida al pleno de la SCJN, que le brindó el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, la invitó a que hiciera a un lado ese toque político que tienen todas las designaciones de los integrantes del Máximo Tribunal.

Sin embargo, una vez que aceptamos la encomienda y nos es colocada la toga de color neutral, aunque también firme y visible, dejamos las vicisitudes asociadas con nuestro nombramiento para lanzarnos tras un nuevo horizonte jurisdiccional, donde nos corresponde asumir nuestra nueva función, también asignada en la Constitución, la de su defensa incondicional”, afirmó el ministro Gutiérrez.

En su discurso de investidura en la Suprema Corte, la nueva ministra ofreció lo que se espera de cualquier integrante de ese cuerpo colegiado, ante la solución de una controversia: imparcialidad.

Consecuentemente, el desempeño de mi encargo como ministra de la SCJN revestirá, en todo momento, de la independencia, imparcialidad y autonomía que resultan esenciales para el adecuado ejercicio de la función jurisdiccional”, afirmó la ministra Ortiz Ahlf.