La IA y su aplicación en la justicia mexicana

El uso de la Inteligencia Artificial (IA) en los poderes judiciales del país está en aumento, ofreciendo mejoras en la eficiencia y acceso a la justicia, pero también presentando desafíos éticos y técnicos.

México Evalúa, centro de análisis de políticas públicas, presentó su más reciente estudio titulado El futuro de la Justicia Digital: ventajas y riesgos de Inteligencia Artificial (IA) aplicada a la impartición de justicia en México, donde examina el creciente uso de la IA en los poderes judiciales del país, destacando tanto sus beneficios como sus riesgos.

La investigación señala que la aplicación de la IA en la justicia mexicana ya es una realidad. Ejemplos como JulIA, el buscador jurídico del Poder Judicial Federal, y diversas herramientas implementadas en el Estado de México, reflejan avances en la digitalización del sistema.

Sin embargo, el estudio también advierte sobre la necesidad de una estrategia clara para garantizar su implementación ética y responsable, evitando sesgos en los algoritmos.

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México y el contexto internacional

El análisis de México Evalúa se basa en el Diagnóstico RAM (Readiness Assessment Methodology) de la UNESCO, que revela que el 44 por ciento de los operadores judiciales en 96 países han utilizado herramientas de IA en su trabajo, mientras que el 93 por ciento está familiarizado con su funcionamiento. En México, el nivel de penetración de la IA en el sector público alcanza el 49 por ciento, pero aún no existe una guía oficial sobre su integración en el Poder Judicial.

El estudio también explora experiencias internacionales en la materia:

Canadá: Se han establecido lineamientos para regular el uso de la IA en decisiones judiciales y se exige a los litigantes declarar si emplearon estas herramientas.

China: Los Tribunales de Internet en Beijing, Guangzhou y Hangzhou manejan litigios completamente en línea, utilizando IA para el análisis de pruebas y redacción de veredictos.

Estados Unidos: Durante la pandemia, los tribunales adoptaron herramientas digitales para la resolución de disputas en línea (ODR), aunque carecen de mecanismos para verificar la autenticidad de pruebas.

Estonia: Cuenta con uno de los sistemas de justicia más digitalizados del mundo, aprovechando blockchain y firmas digitales para agilizar trámites.

Italia: Se trabaja en un proyecto de ley sobre IA y se implementan bases de datos judiciales para mejorar la toma de decisiones.

Nueva Zelanda: Su sistema INSPIRE asiste en la resolución de disputas con IA basada en casos previos y legislación vigente.

Recomendaciones para México

Susana Camacho, coordinadora del Programa de Justicia en México Evalúa, subrayó la importancia de aprender de estos modelos internacionales para mejorar el sistema judicial nacional. Por su parte, Mariana Campos, directora de la organización, llamó a la colaboración entre poderes judiciales, académicos y sociedad civil para garantizar el uso responsable de la IA.

El estudio propone cinco recomendaciones clave:

Garantizar la calidad de los datos: Prevenir decisiones discriminatorias mediante una adecuada selección y procesamiento de información.

Desarrollar guías de buenas prácticas: Establecer estándares éticos y legales para el uso de IA en la impartición de justicia.

Transparencia y rendición de cuentas: Regular el uso de datos y auditar continuamente los algoritmos.

Capacitación continua: Formar a jueces, abogados y operadores jurídicos en el manejo de IA.

Evaluar la automatización: Analizar el impacto de la IA en procesos clave, como la selección de candidatos a cargos judiciales.

México Evalúa concluye que la digitalización de la justicia, acompañada de un enfoque ético y regulado, podría mejorar la eficiencia del sistema judicial sin comprometer los derechos fundamentales de la ciudadanía.

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