Ignacio Mier y el reto de no tener mayoría calificada

CIUDAD DE MÉXICO. El cierre de filas y la disciplina que caracterizan a los diputados de Morena en San Lázaro continuarán siendo lidereadas por Ignacio Mier Velazco, quien tomó la conducción de la bancada hace 9 meses, con el visto bueno de Palacio Nacional.

Formado en el PRI, donde inició su trayectoria política, el legislador de Puebla asumió en 2018 la presidencia del Comité de Administración de la Cámara de Diputados, cargo que lo proyectó como uno de los hombres clave del partido en el poder en el Congreso.

Como integrante del equipo de Mario Delgado, jefe de la diputación morenista en los dos primeros años de la legislatura que ya termina, Mier Velazco contó con el apoyo del ahora presidente del partido para que se quedara con las riendas parlamentarias.

Pero sus ligas con Palacio Nacional también son personales, ya que ha cultivado una relación directa con el jefe del Ejecutivo, así como con otro de los hombres más cercanos al mandatario, Manuel Bartlett Díaz, titular de la CFE, y para quien trabajó en Puebla.

En octubre de 2020, con una votación a favor de 180 diputados —sólo cuatro abstenciones y uno en contra, en medio de varias ausencias de una reunión virtual—, se convirtió en el coordinador de la mayoría en San Lázaro y, automáticamente, en el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo).

Mier Velazco fue reelecto diputado en junio por la vía plurinominal, encabezando la lista de su circunscripción. Y como integrante de la siguiente legislatura, a iniciar en septiembre, fue convocado junto con sus compañeros por el presidente de Morena a una sesión de trabajo, el pasado día 15 de julio.

En ese encuentro, el actual coordinador fue ratificado en su encargo por 158 de sus futuros compañeros. Otros 19 apoyaron a Leonel Godoy y dos diputados electos optaron por anular sus votos.

Adicionalmente, el jefe de la diputación morenista ha tenido diversos encargos partidistas en Durango, Sinaloa, Jalisco y Tamaulipas.

De manera que, con el aval presidencial y de la dirigencia de Mario Delgado y un alto respaldo de su bancada, Mier Velazco se fortalece como el principal operador morenista del gobierno del presidente López Obrador en San Lázaro.

Y desde ya perfila la ruta de negociaciones que construirá en la Cámara de Diputados en la 65 legislatura que viene, a fin de concretar las reformas del Ejecutivo en un escenario donde la 4T no tiene mayoría calificada juntos a sus aliados.

De manera que a partir del primero de septiembre próximo Mier Velazco tendrá como prioridad el cambio constitucional en materia de energía eléctrica.

Sabedor de que, a diferencia de la actual legislatura, en la 65 que viene la mayoría calificada de las dos terceras partes de los votos deberá construirse con la oposición, el jefe de la diputación morenista prevé que la reforma electoral podría quedar lista hasta finales de 2022, como resultado de un fino cabildeo.

Y desde esa perspectiva, el coordinador de la mayoría e interlocutor de los aliados de Morena, las bancadas del PT y del PVEM estaría dejando para 2023 el cambio constitucional para que la Guardia Nacional tenga mando militar.

También a Mier Velazco le tocará la renovación de tres consejeros electorales del INE en 2023.

Funcionario partidista del sector agrario del PRI y de gobiernos locales de ese partido en Puebla, diputados federal y local priista y afiliado a Morena desde 2016, el coordinador de los diputados del presidente López Obrador ha sido activo defensor no sólo de las iniciativas del Ejecutivo, sino también de sus batallas políticas, como la de ampliar el mandato de Arturo Zaldívar al frente de la Suprema Corte de Justicia o concretar el desafuero en contra del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.

EL OPERADOR ELECTORAL

Pero en la construcción de la futura reforma electoral que el gobierno busca para acotar al INE y reducir la plurinominales, también será relevante en la próxima legislatura el diputado Sergio Gutiérrez Luna, reelecto en las urnas y designado por sus compañeros como el próximo presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro.

La votación en la que obtuvo esa nueva encomienda, con 158 compañeros a su favor, también fue el día 15 de julio, durante la reunión del dirigente partidista Mario Delgado con los futuros diputados federales.

Perfilado además entre los prospectos morenistas a la gubernatura del Estado de México en 2023, Gutiérrez Luna ha tenido un destacado desempeño en el INE, como representante de su partido, encabezando la ofensiva en contra de las posturas mayoritarias de ese órgano autónomo. 

Desde que tomó en noviembre de 2020 esta tarea, el diputado reelecto y futuro presidente de San Lázaro protagonizó intervenciones rudas y subidas de tono, convirtiéndose en un frontal y abierto crítico de los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.

En la actual 64 legislatura, Gutiérrez Luna fue autor de las principales iniciativas de reforma que buscaron reducir el presupuesto y el número de consejeros del INE, así como acortar y rotar su actual presidencia.

Abogado de profesión, formado en la Escuela Libre de Derecho, con tablas para la tribuna, el próximo titular de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados también fue el organizador de una serie de foros que en materia electoral desplegó la bancada morenista en toda la República.

Fue autor de una iniciativa que buscaba modificar el artículo 40 de la Constitución para que, además de representativa, laica y democrática, la República mexicana fuera “austera”.

Excolaborador del gobierno panista de Guillermo Padres en Sonora, Gutiérrez Luna se incorporó a las tareas electorales de Morena en 2017, como representante del partido en el instituto mexiquense. 

Ya como diputado, diseñó la propuesta que se concretaría en el ejercicio fiscal de 2020 de cortarle a ese órgano autónomo mil millones de pesos.

En una sesión del Consejo General del INE reclamó que éste no impusiera la anulación del triunfo del gobernador electo en Nuevo León, Samuel García, recordando que por menos dinero le fue cancelada a su partido la candidatura de Félix Salgado Macedonio.

Con esos antecedentes se prevé que, tanto en la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados como en la conducción de los trabajos del pleno legislativo de San Lázaro, Gutiérrez Luna imprimirá su estilo abiertamente militante y frontal, con un discurso afín a la agenda de Palacio Nacional.

UN TABASQUEÑO EN LA AGENDA ENERGÉTICA

Otro diputado cercano al presidente de la República es su paisano Manuel Rodríguez González, reelecto para la siguiente legislatura y que durante la 64 estuvo al frente de la Comisión de Energía de San Lázaro, desde donde condujo sin tropiezos ni estridencias los procesos que derivaron en las reformas a las leyes Eléctrica y de Hidrocarburos.

Si bien hubo debate álgido en torno a ambos casos y rechazo de la oposición a dichos cambios, el diputado presidente no exacerbó los ánimos en la comisión, garantizando que las discusiones se dieran sin conflicto, al igual que las consultas que se realizaron con especialistas.

Exfuncionario de gobiernos del PRI y del PRD en Tabasco, el diputado Rodríguez González se perfila para repetir en ese cargo y conducir las fases de la reforma que daría mayores márgenes de negocio a la CFE, un cambio que el presidente López Obrador considera urgente.

MEDIÁTICAS

Si bien en la 65 legislatura la defensa en tribuna y en las tareas parlamentarias del proyecto gubernamental será una tarea compartida por los 199 integrantes de la bancada de Morena, no todos cuentan con la experiencia y las tablas mediáticas para hacerlo con impacto y resultados.

Y si bien esos atributos se cultivan a lo largo de una legislatura y siempre emergen nuevos cuadros que logran destacar, desde ya destacan los nombres de quienes cuentan con la garantía del oficio político o de sus probados liderazgos en otros terrenos.

Ése es el caso de la diputada Aleida Alavez Ruiz, actual presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, y quien logró reelegirse para la siguiente legislatura.

Se trata de una destacada parlamentaria que ya fue vicepresidenta de la Mesa Directiva en la 62 legislatura y que en la 64 que ahora expira consiguió concretar dictámenes relevantes para el gobierno de López Obrador como el de la reforma al Cuarto Constitucional en materia de derechos y programas sociales.

Si bien no pertenece al grupo del presidente de Morena, la diputada Aleida Alavez se distingue por su disciplina y encendida defensa del proyecto presidencial.

Otra diputada con oficio político es Rosalinda Domínguez, operadora del presidente López Obrador en las comunidades y pueblos donde cruzaría el Tren Interoceánico, desempeñándose como enlace entre el legislativo y el gobierno federal para ese tema.

Y por su dominio en la escena pública como defensoras de la autoproclamada Cuarta Transformación igualmente se espera que destaquen como soldadas parlamentarias de Palacio Nacional las diputadas electas Yeidckol Polevnsky, exdirigente de Morena y exsenadora y excandidata a la gubernatura del estado de México; y Patricia Arizmendi, empresaria y del equipo de trabajo de Alfonso Romo, quien sigue siendo enlace presidencial con el sector privado.

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