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Histórico 1968: emplazan estudiantes al gobierno

En un desplegado, el Consejo Nacional de Huelga le pone lugar, fecha y hora para iniciar el diálogo; hoy hace 50 años detuvieron a una joven de 17 años que en 2006 fue una activista de la APPO en Oaxaca: Bertha Elena Muñoz Mier, murió hace 5 años; en suspenso la supuesta retención de policías en Ciudad universitaria

Andrés Becerril | 04-09-2018
Histórico 1968: emplazan estudiantes al gobierno
Los integrantes del Movimiento Estudiantil se seguían quejando de acciones punitivas por parte de las autoridades contra sus demandas.

CIUDAD DE MÉXICO.

Con absoluta claridad en su propuesta, el Consejo Nacional de Huelga (CNH) hizo público el 4 de septiembre de 1968 el lugar: Unidad de Congresos del Centro Médico del IMSS; fecha: 9 de septiembre de 1969; y la hora: 5 de la tarde, para el diálogo con el gobierno federal.

Los estudiantes, además de hacer del conocimiento de la prensa su plan, que se publicó en Excélsior, también pagó un desplegado dirigido “Al pueblo”, para ratificar su disposición al diálogo que conlleve, dijeron, a la solución satisfactoria de su pliego petitorio.

Para que no quedara ninguna duda de que había comunicación con su contraparte, antes de la firma CNH, el desplegado tiene una nota: “Esta declaración ha sido oficialmente cursada a la Presidencia de la República, a la Secretaría de Gobernación, a la Procuraduría General de la República, a la Procuraduría del Distrito y Territorios Federales, al Congreso de la Unión y el Departamento del Distrito Federal”.

Ese mismo 4 de septiembre de hace 50 años se conoció una noticia, que entonces pudo haber sido una más. Con el paso del tiempo, sin embargo, cobra importancia y muestra la congruencia de una vida de lucha.

La noticia de hace 50 años fue que la joven estudiante de física, Bertha Elena Muñoz Mier había sido detenida cuando fue a visitar a uno de los estudiantes presos en la Cárcel Preventiva.

Supuestamente, a Muñoz Mier, una celadora del penal, identificada como Aurora Vivanco le encontró a la joven estudiante, dice la nota, de unos 17 años, morena clara, con un vestido de corte moderno, un diagrama y la fórmula para elaborar, según las autoridades, una bomba, con la cual, los estudiantes presos pretendían abrir un boquete y escapar.

El punto es que Bertha Elena Muñoz Mier, que trabajó en Radio Universidad, volvió a salir a la luz pública en 2006. Esta estudiante en 1968, quien supuestamente entregaría el diagrama para la bomba a Leobardo Fernández Almazán, fue una de las líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que puso en jaque al gobierno de Ulises Ruiz y la de Vicente Fox. En esta etapa de la vida de Muñoz Mier se le conoció como la Doctora escopeta.

Según la información publicada en Excélsior hace 50 años, sobre Muñoz Mier, ella llegó a las 11 de la mañana al penal, pidió permiso para ver a Fernández Almazán. Se identificó como estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Pero en la revisión de rutina la celadora Vivanco vio que llevaba propaganda del Consejo Nacional de Huelga y entre esos papeles estaba el supuesto diagrama del artefacto explosivo.

Muñoz Mier, sigue la nota periodística, fue llevada ante el general Mario Cedillo Granados. En el interrogatorio ella dijo desconocer de que le hablaban. Más tarde fue llevada a los separos de la Procuraduría General de la República por agentes de la Policía Judicial Federal. Por la mañana del 3 de septiembre, víspera de la publicación del diario de este día de hace 50 años, en Ciudad Universitaria, escribió el reportero Antonio Ortega, se efectuaron asambleas en escuelas y facultades de la UNAM.

En estas se votó en favor de efectuar una manifestación de protesta contra el atentado a la libertad de expresión y de reunión, la semana siguiente. Hecho que apoyó el CNH.

En la Facultad de Filosofía y Letras hubo una mesa redonda en la que participaron estudiantes, profesores e intelectuales. El objeto de esta mesa fue analizar el informe presidencial. Una de las conclusiones fue que había un endurecimiento en contra del Movimiento Estudiantil; que no ofrecía bases para una solución del conflicto y en cambio una estrecha posibilidad de discusión, que debía ser aprovechada.

Por su parte, los representantes de las escuelas del Politécnico iniciaron en esta fecha debates para unificar opiniones en torno al ofrecimiento presidencial de darle autonomía al Instituto Politécnico Nacional. Lo que querían los politécnicos era precisar que tan conveniente resultaría la autonomía al Poli.

En una reunión celebrada en el auditorio de la Facultad de Ciencias de Ciudad Universitaria, se informó que en la Escuela de Medicina Rural del Poli había un número importante de estudiantes heridos que no tenían atención médica, que les faltaban medicamentos y camas. Y que no iban a los hospitales por temor a ser detenidos y encarcelados.

El regente del departamento del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal, aprovechó la ceremonia de despedida de 26 jóvenes de la universidad y el Politécnico que viajarían a París para recibir instrucción de manejo del Metro.

El 4 de septiembre de 1968, la Línea 1 del Metro estaba en construcción. Se inauguró precisamente un año después, el 4 de septiembre de 1969.

En la información de los primeros conductores del Metro, Corona del Rosal dijo que la juventud debe ser revolucionaria, pero preparada y estudiosa para poner los pies en la realidad.

Sin ninguna referencia directa al Movimiento Estudiantil, el gobernante capitalino, precursor del Metro, dijo que los jóvenes han de meditar en que una acción revolucionaria debe desarrollarse dentro de los cauces de la Revolución Mexicana, en el ambiente de paz y tranquilidad de nuestro país.

En la ceremonia se subrayó que los 26 jóvenes habían sido seleccionados de escuelas de la Universidad Nacional y del Instituto Politécnico Nacional, “instituciones que creó y sostiene el pueblo y a las cuales van los hijos del pueblo”, dijo Corona del Rosal.

El regente les dijo a los estudiantes que pasarían seis meses en París: “Vayan a Francia con la seguridad de que nuestro país sigue por buen camino”.

Eduardo Ferrer McGregor, juez primero de Distrito penal, negó por improcedente la solicitud de amparo promovida por Heberto Castillo y 89 estudiantes contra el Presidente de la República y las autoridades policiacas, judiciales y el Ejército.

Al rechazar la demanda, el juez, según se publicó hoy hace 50 años, señaló que el amparo no podía ser otorgado debido a que se funda en actos futuros no determinados ni inminentes.

Como parte de la información difundida el 4 de septiembre de 1968 en las páginas de Excélsior, está la nota en la que el sacerdote Juan Manuel Ramírez justificó parcialmente la incursión de estudiantes a la catedral Metropolitana y que hayan hecho sonar las campanas del lugar el 27 de agosto, día de la manifestación que, además, dejó para la historia la imagen de una bandera rojinegra ondeando en el asta bandera del Zócalo.

El sacerdote se presentó ante unos 300 estudiantes en el auditorio de Filosofía y Letras. “Ante las múltiples preguntas que los estudiantes nos han formulado sobre lo sucedido en la Catedral en la noche del 27 de agosto, la parroquia universitaria se permite hacer esta aclaración:

“Como principio general válido en cualquier parte del mundo, es de desear que no se utilicen los templos religiosos para manifestaciones políticas; el hecho de tocar las campanas de un templo no constituye materia de “profanación”. Y subrayo: con permiso o sin él; esos hechos no configuran de ninguna manera lo que el Derecho Canónigo califica como violación de la Iglesia”.

La exposición del sacerdote fue interrumpida por los aplausos y voces que decían: “Se hizo en nuestro movimiento de Independencia y nunca se habló de profanación”.

El religioso remató diciendo que a los miembros de la parroquia universitaria les parece inaceptable abusar del sentimiento religioso del pueblo con fines políticos y organizar manifestaciones de “reparación” o “desagravio” por una profanación que no hubo.

A nombre de la parroquia universitaria Juan Manuel Ramírez dijo que ellos se mantendrán al margen de cualquier actividad política, pero ofreció a los estudiantes bases doctrinales en el terreno social y cívico y estimó que los estudiantes, sin excepción tienen el derecho y el deber de ejercer responsabilidades políticas como ciudadanos y alumnos de la universidad, según se lee en la información de Excélsior.

Ante la versión de que un grupo de policías que merodeaba por Ciudad Universitaria había sido retenido por estudiantes, el miércoles 4 de septiembre de 1968 el CNH, se lee en la nota de este diario no negó ni afirmó la veracidad de esos hechos.

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