Emoji mal interpretado provoca una demanda; argumentan una forma inusual de firma

Un juez multó a un granjero por incumplir un contrato luego de que éste pusiera un dedo pulgar arriba en una conversación

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EL CASO. El emoji equivalía a un acuerdo porque ya había enviado contratos a Achter, quien confirmó en mensajes y siempre cumplió con el pedido. Foto: DPA

El lenguaje electrónico de emojis —— con los cuales desde hace 13 años millones de personas se comunican a través de mensajes de WhatsApp en teléfonos celulares, ya sea combinados con algún texto o simplemente con estos modernos pictogramas, ya causó una demanda y una sentencia judicial por más de millón y medio de pesos.

El emoji de dedo pulgar en alto ­— —, según la emojipedia.org, es “un gesto de pulgar hacia arriba que indica aprobación. En ciertos contextos, el uso del emoji pulgar hacia arriba puede interpretarse como pasivo, agresivo o sarcástico. A pesar de este posible uso, sigue siendo un medio popular para expresar aprobación rápida y sinceramente”. El emoji de pulgar arriba o thumb up se aprobó como parte de Unicode 6.0 en 2010 con el nombre thumb up sign y se agregó a Emoji 1.0 en 2015, fue el símbolo que metió en problemas judiciales a un agricultor de lino.

El juez Timothy J. Keene, del Tribunal del Rey de Saskatchewan, Canadá, sentenció al granjero canadiense Chris Achter, propietario, junto con su padre Bob Achter, de Achter Land & Cattle, corporación agrícola a pagar 82 mil 200 dólares canadienses -equivalentes a un millón 315 mil 200 pesos mexicanos-, por incumplimiento de contrato con la empresa South West Terminal Ltd. (empresa de insumos para cultivos y cereales), representada por Kent Mickleborough.

Este fallo es el primero en el mundo de que se tenga memoria desde que en las comunicaciones de mensajes se incluyeron los emojis.

Las dos empresas en litigio ya habían tenido distintos tratos comerciales a través de distintos contratos, desde 2012.

Mickleborough dijo que el emoji equivalía a un acuerdo porque le había enviado numerosos contratos a Achter, quien previamente confirmó a través de mensajes de texto y siempre cumplió con el pedido.

Achter, por su parte, argumentó en el juicio que el emoji sólo indicaba que había recibido el contrato en el mensaje de texto.

Niego que haya aceptado el emoji de pulgar hacia arriba como una firma digital del contrato incompleto”, dijo Achter en una declaración jurada ante el tribunal. No tuve tiempo de revisar el contrato y simplemente quería indicar que recibí su mensaje de texto”.

Los hechos, según el expediente de la demanda de juicio sumario QBG-SC-00046-2022, decretada el 8 de junio de 2023, señalan cómo ocurrieron los hechos para llegar a este histórico, inverosímil fallo judicial a causa de un emoji.

En la sentencia judicial, se estableció que el 26 de marzo de 2021 a la 1:01 p.m., Mickleborough envió un mensaje de texto a distintos productores, incluidos Bob Achter y Chris Achter, ofreciéndoles comprar 86 toneladas de lino en otoño de 2021 a 17 dólares canadienses por bushel (unos 25 kilogramos).

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Bob Achter, el agricultor de la provincia de Saskatchewan (una de las 13 entidades federales de Canadá, con capital en Regina) se puso en contacto con el comprador vía telefónica.

Después de hablar con Bob Achter, el Mickleborough llamó a Chris Achter, con quien acordó enviarle un contrato una vez que los redactar. Así ocurrió, Mickleborough le envió un contrato para que Achter le vendiera a South West Terminal Ltd. 86 toneladas métricas de lino, a un precio de $ 17.00 por bushel (lo que equivale a $ 669.26 por tonelada) con un periodo de entrega indicado como entre noviembre y diciembre del 2021.

Se lee en la sentencia del juez Keene que Mickleborough aplicó su firma en tinta al contrato, luego tomó una foto del contrato con su teléfono celular. Después el mismo comprador le envió un mensaje de texto con la foto del contrato a Chris Achter a su número de teléfono junto con el mensaje de texto: “Por favor, confirme el contrato de lino”.

Chris Achter envió un mensaje de texto desde su teléfono celular con un emoji de pulgar hacia arriba ().

De acuerdo con la demanda de South West Terminal Ltd. Achter no entregó las 86 toneladas métricas de lino, como se estableció en el contrato firmado y confirmado con el emoji. Y los precios del lino se incrementaron.

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Por eso, el Tribunal del Rey de Saskatchewan dictaminó que el comprador había sufrido un perjuicio a causa de los precios más altos. En la sentencia, calculó que los aproximadamente 82.200 dólares canadienses correspondían a la diferencia entre el precio en febrero y el precio de mercado a finales de noviembre en la fecha de entrega acordada.

El juez argumentó que se trataba de una forma inusual de firma. No obstante, hoy en día este tipo de consentimientos pueden realizarse sin duda de este modo.

El juez Timothy Keene refiere en su sentencia del 8 de junio pasado que el emoji con el pulgar hacia arriba cumplió con los requisitos de firma y, por lo tanto, el Achter incumplió su contrato.

El juez señaló una definición de Dictionary.com del emoji de pulgar hacia arriba, que decía que se usa para expresar asentimiento, aprobación o aliento en las comunicaciones digitales.

Este tribunal reconoce fácilmente que un emoji [pulgar hacia arriba] es un medio no tradicional para “firmar” un documento, sin embargo, en estas circunstancias, ésta era una forma válida de transmitir los dos propósitos de una firma”, escribió el juez Keene en su decisión.

cva