CIUDAD DE MÉXICO.
Estudiantes del IPN crearon un bioplástico a partir de la cáscara de papa, que tarda de cuatro a cinco meses en degradarse y que ayudará a reducir los residuos sólidos urbanos generados por la sociedad mexicana.
Para los desarrolladores del proyecto Gabriela García Orozco, Lucero Guerra Tovar, Joel Sánchez Díaz y Yoxan Solís Vázquez, del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 10 “Carlos Vallejo Márquez”, es necesario revertir la contaminación por el uso de vasos, platos y cucharas de plástico desechables.
Explicaron que con el uso de este bioplástico se busca dar solución a la reducción de residuos sólidos urbanos mediante el consumo de artículos innovadores que sean rápidamente degradables en el ambiente y no afecten los ecosistemas.
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