NUEVO LEÓN
Hace 424 años atrás, un 20 de septiembre, la ciudad de Monterrey tuvo su tercera y definitiva fundación, por parte de Diego de Montemayor, y desde entonces, como dice el dicho, el resto es historia... ¡pero qué historia!
Esta ciudad que alguna vez fue capital de Coahuila y estuvo controlada por tropas de Estados Unidos, tiene mucho que contar a sus 424 años de fundación. Ahora que es considerada como una de las urbes más importantes en América Latina, debido a su crecimiento industrial.
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Cronistas locales señalan que la primera fundación de Monterrey ocurrió en 1577, por el capitán Alberto del Canto; la segunda, por el portugués Luis Carvajal y de la Cueva, en 1582, y la tercera, considerada la oficial por los historiadores, fue concretada por Diego de Montemayor en el año de 1596.
En sus inicios, la economía regiomontana de la época colonial se basó en la minería, ganadería, agricultura y comercio.
Prácticamente, este modo de vida permaneció sin cambios durante los siglos XVI, XVII y XVIII, y fue en el arranque del siglo XIX que Monterrey empezó a despegar como ciudad importante del país, a consecuencia de los sucesos relacionados con la Guerra de Independencia.
La Revolución Industrial hizo eco entre los habitantes de estas tierras, ya que aquí se establecieron las primeras fábricas importantes de México, como Cervecería Cuauhtémoc, Vitro y Fundidora.
Hoy celebremos con alegría el 424 Aniversario de la Fundación de Monterrey, a cargo de Don Diego de Montemayor, quien sentó las bases de lo que se convertiría en la gran ciudad en la que vivimos. ¡Ser de Monterrey es un honor! #Monterrey424 pic.twitter.com/jPMYoFXCam
— Gobierno Monterrey (@mtygob) September 20, 2020
Todos estos factores, sumados al clima poco benévolo de Monterrey forjaron el carácter de los regios como personas que valoran el trabajo y acostumbradas a superar todo tipo de adversidades.
Y en estos 424 años de historia, Monterrey ha vivido toda clase de momentos que quedaron grabados para la posteridad: algunos tristes y trágicos, y otros que nos han llenado de orgullo... ese "orgullo de ser del norte, del mero San Luisito".
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