“Camino a la verdad se vuelve empinado”; marcha por los 43

CIUDAD DE MÉXICO.

Al cumplirse el séptimo aniversario de la desaparición de  los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, su padres reprocharon que, pese a las buenas intenciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, aún sufren la ausencia de sus hijos, y los avances en el esclarecimiento de los hechos “son mínimos”.

Luego de marchar ayer desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo capitalino y dedicar el acto a la memoria de cuatro papás que fallecieron recientemente, padres de los estudiantes desaparecidos denunciaron “lentitud” por parte de la FGR para dar con los responsables, ya que ni siquiera ha sido posible extraditar al exdirector de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, acusado de alterar la escena del río Cocula donde, según la llamada verdad histórica, fueron incinerados y esparcidos los restos de los estudiantes.

También reprobaron que el agente del Ministerio Público federal no haya podido ejecutar en los últimos meses 40 órdenes de aprehensión en contra de funcionarios que en 2014 intervinieron en las investigaciones del caso.

“Del actual gobierno hay voluntad política, pero ya llevamos tres años y no sabemos el paradero de nuestros hijos, se ha logrado identificar a dos jóvenes y hay varias órdenes de aprehensión libradas, algunas contra altos funcionarios que hicieron mal su trabajo, pero, ¿qué pasa con los demás jóvenes, quiénes se los llevaron y por qué? Son preguntas que este gobierno no ha podido responder, por lo tanto, seguimos en la incertidumbre y con el dolor insoportable que cala nuestra alma”, subrayaron Hilda Legideño e Hilda Hernández, madres de  Jorge Antonio Tizapa y César Manuel González, al dar lectura a un pronunciamiento a nombre de todos los familiares de los jóvenes normalistas.

“Para el gobierno hay avances, pero para nosotros, como padres y madres que no sabemos de nuestros hijos, que sufrimos su ausencia día a día, los avances son mínimos; por ejemplo, la FGR camina con la lentitud de la investigación”.

Agregaron que el gobierno federal “vacila” cada vez que se le plantea la exigencia de investigar la actuación del Ejército durante la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, pese a que hay evidencia ministerial y un testimonio que asegura que un grupo de al menos 25 estudiantes fueron ingresados al 27 Batallón de Infantería del Ejército en Iguala, Guerrero.

De cara a la reacción del gobierno ante esta petición, los familiares de los estudiantes estimaron que aun cuando al inicio del actual sexenio había esperanzas de saber lo sucedido con los estudiantes y su paradero, cada vez que pasa el tiempo el camino a la verdad “se vuelve más empinado, escarpado y lleno de espinas y piedras que intentan impedir que lleguemos a nuestro  objetivo, que es saber el paradero de nuestros hijos”.

Sin embargo, aun cuando se apueste a que la lentitud de la justicia y la adversidad de la pandemia de covid-19 vuelvan más difícil llegar a la verdad, los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos advirtieron que no se darán por vencidos y mantendrán su exigencia de localizar a sus hijos y castigar a los responsables.

La demanda de los familiares de los normalistas insistió en investigar al exgobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero y al expresidente Enrique Peña Nieto por avalar la llamada verdad histórica.

La marcha de ayer en la CDMX inició a las cuatro de la tarde con 12 minutos y concluyó después de las 8 de la noche en la Plaza de la Constitución cuando algunos de los que acompañaron la manifestación encendieron bengalas con humo de color rojo.