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Nacional

Aclara FGR tema por muerte de 5 osos perezosos y 9 monos capuchino

La FGR dio a conocer que los ejemplares de vida silvestre de aproximadamente seis meses de nacidos, nunca estuvieron a disposición física de su personal

Ernesto Méndez/ ernesto.mendez@gimm.com.mx / Fotografía: Cuartoscuro | 12-07-2019
La FGR acusa a funcionario de la Sader del supuesto sacrificio con inyección letal y posterior incineración de cinco osos perezosos y nueve monos capuchino bebés
La FGR acusa a funcionario de la Sader del supuesto sacrificio con inyección letal y posterior incineración de cinco osos perezosos y nueve monos capuchino bebés

CIUDAD DE MÉXICO. 

La Fiscalía General de la República (FGR) responsabilizó a un funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), del supuesto sacrificio con inyección letal y posterior incineración de cinco osos perezosos y nueve monos capuchino bebés, el mismo 8 de abril, cuando fueron rescatados del tráfico ilegal en Chiapas.

En una tarjeta informativa entregada a Excélsior, la FGR dio a conocer que los ejemplares de vida silvestre de aproximadamente seis meses de nacidos, nunca estuvieron a disposición física de su personal.

Explicó que tras el aseguramiento de los animales por parte de la Policía Federal en un filtro carretero, el coordinador de Inspectoría Pecuaria en Tapachula, Juan Pablo Flores Mujica, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, informó vía oficio a la Fiscalía General de la República que mantendría las crías bajo su resguardo.

Lo anterior “a efecto de determinar su condición sanitaria conforme a las normas y procedimientos federales aplicables para evitar riesgos de diseminación de enfermedades exóticas”.

Ante el señalamiento del Ministerio Público Federal de que se debía dar el debido manejo y destino a los animales, de conformidad con el numeral 38 de la Ley General de la Vida Silvestre, el funcionario de la Sader respondió que los ejemplares presentaban lesiones que comprometían su salud e integridad física, además de que tenían un alta probabilidad de ser portadores de fiebre amarilla, enfermedad que puede ser trasmitida tanto al humano como a cualquier otro animal.

Mencionó que son atribuciones de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural prevenir la introducción de enfermedades y plagas al país que afecten a los animales y ejercer el control zoosanitario en el territorio nacional.

Así como formular, expedir y aplicar las disposiciones de sanidad animal y aplicar las medidas correspondientes.

Establecido lo anterior, indicó que resultaba evidente la posible propagación de enfermedades que representan una amenaza a la salud pública, por lo que citando el Artículo 23, de la Ley Federal de Sanidad Animal procedió al sacrificarlos con inyección letal y la incineración de sus restos.

“El sacrificio humanitario de cualquier animal no destinado al consumo humano, sólo estará justificado si su bienestar está comprometido por el sufrimiento que le cause un accidente, enfermedad, incapacidad física o trastornos seniles, de ser posible previo dictamen de un médico veterinario, con excepción de aquellas especies animales que por cualquier causa, la Secretaría de Agricultura o las secretarías de Salud o Medio Ambiente y Recursos Naturales, determinen como una amenaza para la salud animal o humana o para el medio ambiente”, detalló el también médico veterinario.

De acuerdo con la FGR, todo lo relatado obra dentro de la carpeta de investigación FED/CHIS/TAP/0000655/2019, iniciada en contra de Silvia “W”, quien fue detenida en posesión de los cinco osos perezosos y nueve monos capuchino, escondidos en cajas de madera, por la probable comisión del delito de transporte de una especie de fauna silvestre, en peligro de extinción.

Cabe destacar que la Fiscalía General de la República no menciona que exista alguna evidencia documental de que efectivamente Juan Pablo Flores Mujica mató y cremó los restos de los ejemplares.

De acuerdo con fuentes consultadas por este diario, el Rastro Regional de Bovinos y Porcinos de Tapachula, al que supuestamente fueron enviados los restos de los osos perezosos y monos capuchino, estuvo cerrado durante casi tres meses, y fue reabierto apenas el pasado 10 de junio.

El sitio fue clausurado desde el 28 de marzo por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), debido a que se detectaron malas condiciones, que no garantizaban la seguridad e higiene para el sacrificio de ganado.

Además de que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), también dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que  en su momento, los 14 ejemplares de vida silvestre dieron negativo en los exámenes que se les practicaron para detectar alguna enfermedad exótica como fiebre amarilla, encefalitis o gusano barrenador del ganado.

 

 

 

«pdg»

 

 

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