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Nacional

Ausencias que lastiman: “Nosotros mismos nos hemos convertido en investigadores”

Daniela salió del gimnasio, recibió una llamada telefónica y siguió caminando, como si recibiera instrucciones, después ya no se le volvió a ver desde septiembre

Adriana Luna/ Corresponsal | 24-12-2014
La familia de Daniela Magaña puso a disposición el teléfono 01-341-4140-965 para recibir información sobre el paradero de la joven. Foto:  Adriana Luna
La familia de Daniela Magaña puso a disposición el teléfono 01-341-4140-965 para recibir información sobre el paradero de la joven. Foto: Adriana Luna

GUADALAJARA, 24 de diciembre.— Han pasado cien días y la familia Magaña no sólo ha perdido a una hija de 17 años, también la tranquilidad, la salud y hasta la confianza en la autoridad; sólo los mantiene en pie una pequeña esperanza de encontrarla.

Daniela Isabel Magaña Castellanos, de 17 años, estudiante de preparatoria, salió, como era su costumbre, a ejercitarse al gimnasio en el municipio de Zapotiltic, Jalisco. Pasadas las siete de la noche salió del lugar, recibió varias llamadas telefónicas, platicó con alguien en el camino (según se observa en videos de vigilancia urbana) y ya nadie supo de ella.

Las autoridades de Jalisco, tras revisar su computadora portátil, mantienen la versión de que problemas familiares habrían provocado su desaparición, pero sus familiares lo rechazan.

“No es problema familiar, nosotros conocemos muy bien a nuestra hija. Quisiera que el señor gobernador pusiera más empeño en buscarla, porque no nada más somos nosotros, son miles las personas a las que se están llevando”, sostiene el padre de Daniela, Martín Magaña.

Al investigar el récord de las llamadas telefónicas de Daniela hasta el momento de su desaparición se observa como si “a ella la fueron guiando a un lugar, ya sea por presión en el teléfono, o ya la traían amenazada”, hasta que la levantaron.

Desde aquel 12 de septiembre pasado la familia se ha sumido en la desesperación. Su vida y sus hábitos han cambiado por completo. La madre de Daniela ha perdido varios kilos de peso y está deprimida, su padre se ha desmayado por tanta presión vivida y las hermanas de Daniela no pueden salir a la calle sin compañía. “No sabemos nada. ¿Cuál búsqueda? No tenemos a nadie que nos esté informando. Nosotros mismos nos hemos vuelto investigadores”.

El sufrimiento, tanto de su madre como de mis hijas, verlas llorar, verlas sufrir tanto, es muy doloroso. ¿Fiestas navideñas? Cuál fiestas navideñas”, añadió.

El padre de la menor ha recibido amenazas de extorsión que provienen de un penal de Tamaulipas y temen que la adolescente haya caído en una red de trata de personas, ya que identificaron la voz del extorsionador al observar un noticiario de televisión.

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