Muere Cecilia Giménez, la abuelita que inmortalizó el ‘Ecce Homo’
Fallece Cecilia Giménez a los 94 años, la vecina de Borja cuya restauración del Ecce Homo dio la vuelta al mundo y transformó para siempre la historia y el turismo del municipio

Cecilia Giménez, la abuelita de la localidad de Borja, en España, quien pasó a la historia por la singular restauración del Ecce Homo, falleció a los 94 años en la residencia del IASS de la localidad, donde llevaba años ingresada junto a su hijo, que tenía discapacidad intelectual.
La mujer, era una aficionada a la pintura y muy vinculada al Santuario de la Misericordia y llevaba décadas ayudando a conservar distintas obras de la capilla.

Y fue en 2012 cuando saltó a la fama mundial, luego de que, por iniciativa propia, decidió intervenir en el Ecce Homo, un fresco de 1923 del pintor Elías García Martínez, muy deteriorado por la humedad y el salitre de la pared.
Su idea era repintarlo y rematarlo más adelante, pero tuvo que ausentarse del pueblo antes de terminar el trabajo, fue en ese intervalo cuando unas fotografías del estado provisional de la obra se hicieron virales y desataron un fenómeno mundial imposible de prever.
Y es que, sin esperarlo este “fatal error” colocó a la localidad de Borja en el mapa internacional, pues el Ecce Homo quedó transformado e incluso fue calificado como horrendo convirtiéndolo en protagonista de memes y por supuesto en un atractivo turístico imperdible.
Se calcula que hasta 300.000 personas visitaron el santuario para verlo, hubo documentales, disfraces, exposiciones e incluso una ópera en Nueva York inspirada en aquella imagen que dio la vuelta al mundo.

El dinero recaudado con las entradas se destina íntegramente a la Fundación Hospital Sancti Spiritus y Santuario de la Misericordia, para mejorar sus instalaciones y ayudar a las personas mayores con menos recursos de la residencia, donde ha fallecido Cecilia Giménez.
De hecho, el Ayuntamiento de Borja declaró que desconocía que esta pintura fuese a intervenir sobre la obra y que "actuó por su cuenta, sin ningún permiso y sin contar con una formación adecuada.
"El resultado se puede calificar como una espontaneidad, sin ninguna duda… la responsable lo hizo sin consultar a nadie, ya que entró y se puso a restaurar sin tener la autorización ni el criterio suficiente para hacerlo".
Sin embargo, para Cecilia la repercusión no fue fácil de llevar y ella misma contó que esta atención mediática la desbordó a tal punto que perdió peso, lloraba con frecuencia y se preguntaba por qué le había tocado vivir algo así, cuando había actuado “con tan buena voluntad”.
Con el paso del tiempo, el fenómeno se disipó poco a poco, pero el impacto personal dejó huella.
En sus últimos años, Cecilia padecía demencia senil y ya no recordaba lo ocurrido en 2012, su familia siempre defendió que, de no haber intervenido ella, la pintura original prácticamente habría desaparecido por el deterioro del muro.
“Si mi tía no hubiese hecho nada, ese dibujo hoy no existiría”, explicó en su día una de sus sobrinas.
En tanto, autoridades de Aragón y del municipio de Borja han lamentado la muerte de la abuelita y enviado su pésame a los amigos y familiares de Cecilia, quien es descrita como "una persona buena y generosa" y representa "una pérdida muy llorada en Borja y su comunidad".
*brc
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