Grinch peruano desafía la inseguridad y festeja la Navidad en su ‘motonoel’
“Quise plasmar ese gusto mío y este es el resultado: una mototaxi para la gente”.

Vestido de verde, con botas negras y una sonrisa que contrasta con el clima de inseguridad, Jeferson Castro no sale a las calles para robar la Navidad. Al contrario: la reparte. En su mototaxi —adaptada como un trineo rodante con luces festivas, un reno de plástico y adornos brillantes—, este conductor limeño se ha convertido en una postal urbana que devuelve la esperanza en medio de una capital marcada por el estado de emergencia.
“Motonoel”, la mototaxi que se volvió símbolo navideño
Castro bautizó su vehículo como “Motonoel”, una fusión entre ingenio popular y espíritu navideño que ha ganado notoriedad en su barrio y en distintos puntos de Lima. Desde el techo del mototaxi, saluda a peatones y pasajeros, posa para fotografías y provoca risas entre niños y adultos que, por un instante, dejan atrás el temor cotidiano.

Una herramienta de trabajo convertida en mensaje social
Es mi herramienta de trabajo”, explica mientras hace una parada. “Quise plasmar ese gusto mío y este es el resultado: una mototaxi para la gente”. Cada mañana, antes de despedirse de su pequeño hijo, se coloca el traje del Grinch en una ciudad donde el calor comienza a intensificarse, decidido a que el miedo no opaque la Pascua.
Navidad en contraste con la realidad de Lima
La escena es tan colorida como contrastante. Las luces navideñas recorren calles con carencias visibles, y la alegría improvisada circula en medio de una realidad compleja. Lima permanece bajo estado de emergencia desde octubre, una medida decretada por el Gobierno para enfrentar el incremento de crímenes y extorsiones que afectan, de manera particular, al sector transporte.

Violencia y extorsión: el contexto que rodea a los mototaxistas
De acuerdo con un reporte reciente del Ministerio Público, 134 personas vinculadas al transporte en Lima y Callao fueron víctimas de ataques o extorsiones entre enero y noviembre de este año; 73 perdieron la vida, incluidos mototaxistas. En ese contexto, la “Motonoel” no solo transporta pasajeros: moviliza un mensaje.
Resiliencia peruana frente a la adversidad
Definitivamente son épocas violentas las que estamos pasando”, reconoce Jean Paul Córdova, vendedor ambulante de adornos navideños. “Pero el peruano es resiliente: de lo malo saca lo bueno, y de lo bueno saca lo mejor”. Ese sentimiento se replica entre quienes suben al vehículo de Castro.

Pasajeros que encuentran un respiro en la Navidad
Carlos Ávila, usuario del servicio, observa a su hijo mientras se toma una foto junto al Grinch. “Interesante que estuviera haciendo sus maravillas y locuras. Me encantó, sobre todo por mi hijo; le ha gustado bastante”, dice. En su voz se percibe algo más que entusiasmo: gratitud por un momento de normalidad.
Una historia que ilumina la ciudad
En una Lima que convive con la incertidumbre, la historia de Jeferson Castro se abre paso como un relato humano y cercano, donde la creatividad se transforma en refugio y la Navidad encuentra nuevas formas de manifestarse. La “Motonoel” avanza entre bocinazos y sonrisas, recordando que incluso en tiempos difíciles, la ciudad aún puede encender sus propias luces.
La Navidad es una celebración anual el 25 de diciembre que conmemora el nacimiento de Jesucristo, siendo una fiesta religiosa fundamental para los cristianos que representa el amor, la paz y la esperanza.
Es una época de tradiciones globales como decorar árboles, intercambiar regalos, reunirse con familia y amigos, y compartir comidas festivas, combinando creencias religiosas con costumbres seculares como la figura de Santa Claus y luces decorativas.

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