La fiebre de las apuestas en línea ahora llega a las cadenas de noticias en EU
CNN y CNBC realizaron alianza con el sitio de apuestas Kalshi para mostrar cuotas de mercados de predicción en noticias. El auge de apuestas en tiempo real reabre dilemas éticos.

Si llegaron a ver la más reciente temporada de South Park, en el capítulo donde mencionan al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hay un chiste con el que inicia el episodio, donde Eric Cartman había abierto una apuesta en línea sobre si la mamá de Kyle iba a ir a realizar un ataque en la Franja de Gaza y destruir un hospital palestino... bueno, estamos (casi) en esa situación.
Los canales de noticias que durante años evitaron mezclar información con apuestas están abriendo una puerta que hasta hace poco parecía exclusiva del deporte: integrar mercados de predicción en la cobertura diaria y, en algunos casos, presentar esas cuotas como un termómetro de lo que “podría ocurrir”.
CNN anunció la semana pasada un acuerdo con Kalshi, una plataforma regulada a nivel federal en la que los estadunidenses pueden operar contratos sobre eventos de actualidad, desde elecciones y partidos hasta el clima. Un par de días después, CNBC informó un pacto con la misma empresa. Yahoo Finance, en paralelo, dijo que citaría en exclusiva datos de Polymarket, un rival basado en criptomonedas.
En CNN, la integración se vio al aire. En un segmento sobre aranceles, el presentador John Berman dio pie a Harry Enten, analista jefe de datos de la cadena, para comentar si los estadunidenses recibirían cheques de estímulo. “Una de las mejores maneras de verlo es a través de los mercados de predicción”, dijo Enten. En pantalla, Kalshi ubicaba en 25% la probabilidad de que esos cheques llegaran para agosto del próximo año.

Durante el mismo bloque, un banner mostró cuotas sobre asuntos no relacionados, incluyendo la posibilidad de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, fuera el primero en abandonar el gabinete y apuestas sobre la Persona del Año de la revista Time. Para observadores del sector, la novedad no es solo que se cite una cuota, sino que se la incorpore como parte del ritmo televisivo.
Los mercados de predicción funcionan como una plaza de contratos: el precio de cada resultado puede leerse como probabilidad implícita. Sus defensores sostienen que agregan información dispersa; sus críticos recuerdan que, si hay poco dinero en juego, el número puede ser frágil y fácilmente manipulable. En el artículo de The New Yorker señala que, en el mercado citado por Enten, se habían apostado apenas “varios cientos de miles de dólares”. CNBC presentó el acuerdo como una herramienta informativa.
“Cada día, nuestros reporteros desmenuzan las preguntas más importantes que enfrentan las empresas y la economía”, escribió por correo electrónico el presidente de CNBC, KC Sullivan en declaraciones retomadas por The New Yorker. “Ahora tendrán acceso a datos exclusivos de Kalshi para entender mejor el sentimiento público en tiempo real”. Sullivan no explicó qué vuelve “exclusivos” esos datos.
Los términos financieros no se conocen. En la industria, las comisiones por adquisición de clientes —pagos a medios por derivar usuarios a plataformas de apuestas— han sido un motor clave en acuerdos previos. Sullivan dijo que el arreglo incluye “un componente de adquisición de clientes”.

El avance ocurre en un sector que, de acuerdo con reportes de prensa financiera, ha acumulado grandes valuaciones. Kalshi ha sido valorada en torno a 11 mil millones de dólares y Polymarket cerca de 8 mil millones, impulsadas por rondas de financiamiento e inversiones corporativas. El auge se ha apoyado, además, en contratos sobre política y deportes, dos categorías con alto interés público.
El marco legal sigue siendo una zona gris. Las empresas sostienen que ofrecen derivados bajo supervisión de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC), no apuestas tradicionales. Tribunales federales han frenado intentos regulatorios de limitar ciertos contratos electorales, mientras varios estados han cuestionado productos similares, especialmente los vinculados a deportes.
Para Kalshi, aparecer en un canal de noticias es un sello de legitimidad. “Es una fuerza muy legitimadora para una empresa de apuestas”, dijo Oliver Darcy, exreportero de medios de CNN y autor del boletín Status al New Yorker. Darcy señaló que CNN enfrenta presiones de negocio y que ese entorno puede bajar el umbral para alianzas; calificó el acuerdo como “dudoso” en términos éticos y editoriales.
Un experiodista de CNN, que pidió anonimato, cuestionó la utilidad del formato. Dijo que era “efectista” que la cadena promocionara cuotas. “¿De verdad creen que aporta valor a la cobertura?”, preguntó.
El temor de parte de críticos es que el incentivo comercial se mezcle con la agenda editorial. Dan Pozner, exdirector de contenido y alianzas de apuestas en NBC Sports, recordó que algunos se resistían cuando el deporte empezó a abrirse a estas alianzas, pero que prevaleció una lógica.

“Tienen que hacer lo que hacen los demás para mantenerse al día, o se perderán”, dijo.
Dustin Gouker, que publica el boletín Event Horizon, anticipó que CNN, CNBC y Yahoo Finance podrían marcar tendencia: “Bloomberg, The Wall Street Journal, The New York Times, Fox News… ¿por qué no harían algo así?”.
Kalshi ha dicho que puede crear mercados a pedido de un medio, un detalle que acerca las cuotas al ciclo de noticias. Andrew Hall, politólogo de Stanford, advirtió sobre bucles de retroalimentación. “Las noticias afectan a los precios, y luego los precios forman parte de las noticias”, dijo. En política, agregó, la cobertura de quién tiene más probabilidades de caer puede alimentar más cobertura y mover el mercado de nuevo.
Los mercados también abren dilemas para la práctica periodística: la posibilidad de uso de información privilegiada y la definición de una “fuente de verdad” para resolver contratos. Kalshi prohíbe operar a empleados de medios y a quienes tengan “información material no pública” o “capacidad de influir en el resultado del contrato”. Pero Gouker lo resumió con una pregunta: “¿De verdad los están deteniendo?”.
Hay quienes ven beneficios potenciales. El artículo de The New Yorker describió cómo, en un experimento publicado por Nature, personas escépticas del cambio climático apostaron por indicadores de corto plazo y, tras ganar dinero, se volvieron menos escépticas. El neurocientífico Moran Cerf lo explicó así: “Si ganas, lo que ganes se convierte, en cierta medida, en tu identidad”.

Otros creen que, incluso cuando las cuotas no sean determinantes, ayudan a ordenar ruido informativo. Justin Wolfers, economista de la Universidad de Michigan y comentarista frecuente en CNN, dijo que el mercado puede funcionar como señal cuando la televisión por cable ofrece relatos opuestos. “El mercado es un instrumento que dice la verdad”, sostuvo. Pero propuso una regla: “¿La información es socialmente valiosa y este es el mejor mecanismo para obtenerla?”.
Wolfers dijo que le preocupa que los medios empujen estas plataformas sin medir riesgos. “Hay un grupo que no está representado en absoluto… los jugadores compulsivos”, afirmó. Sobre un amigo con adicción al juego, recordó: “Fue una de las cosas más tristes que he visto”. Y advirtió: “Me preocupa que una madre o un padre arruinen el futuro de su familia”.
Un informe reciente de Bank of America, citado en el artículo, sostuvo que prestamistas estudiantiles como Sallie Mae enfrentan presión porque jóvenes pierden dinero apostando en deportes, ya sea en casas tradicionales o en mercados de predicción. CNN y CNBC, a la vez, han emitido reportajes sobre adicción y riesgos del juego en línea.
Desde el lado de la industria, el tono es más contundente. El director ejecutivo de Kalshi, Tarek Mansour, dijo que la “visión de largo plazo” es “financiarizarlo todo” y “crear un activo negociable a partir de cualquier diferencia de opinión”. Y el abogado de la empresa, Josh Sterling, respondió sobre protección al consumidor: “Las personas son adultas… y si pierden hasta la camisa, es su responsabilidad”.
Por ahora, las alianzas recién empiezan. La pregunta para el periodismo generalista es si las cuotas serán un dato más —como encuestas o indicadores— o si terminarán convirtiéndose en el producto que define qué historias merecen aire. Por ahora, las redacciones prueban todavía el formato sin reglas públicas.
bm
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