¿De México o del mundo? Este es el origen de la michelada
Si te gustan mucho las micheladas, de seguro sabrás su origen. Si no, ¡échale un ojo a su historia!

Con estos climas lluviosos, pero calurosos por la tarde, es muy probable que se antoje una rica michelada con chamoy, limón y escarchada con chile del que pica, pero ¿te has preguntado cuál es el origen de esta bebida que es tendencia en México? En el Día Internacional de la Cerveza te decimos.
En México, cada persona consume en promedio 60 litros de cerveza al año, según la Secretaría de Economía (SE) y es probable que una gran parte del sea ingerida en micheladas. Así que, para celebrar su delicioso sabor en el Día Internacional de la Cerveza, aquí un poquito de su historia.
¿Quién inventó la michelada?
Con el paso de los años, la receta ha cambiado hasta el punto de crearse varios tipos de michelada, pero hubo una persona que tuvo la idea de agregar deliciosos ingredientes a la cerveza, y según algunas versiones, todo comenzaría en San Luis Potosí.
La historia que más se ha divulgado en la comunidad cervecera es que, entre las décadas de los setenta y ochenta, un famoso miembro del Club Deportivo Potosino, conocido por todos como Michel Ésper, habría sido el famoso inventor de la michelada.
Esto porque el hombre era de gustos específicos y pedía su cerveza más fría que el corazón de una expareja, para ello le tenían que poner hielo; además innovó al solicitar que le agregaran sal y limón dándole un toque emocionante a lo clásico.
De esta manera, los empleados del club ya sabían cómo prepararle su cerveza a Michel Ésper, la cual habrían bautizado con su nombre, pero añandiéndole un sufijo para denotar la acción de crear algo único para quienes tuvieran el antojo de lo mismo. Así surgiría la famosa ‘michelada’.
La versión americana de la michelada
Por otra parte, existe una versión de la historia que atañe el origen de la deliciosa michelada, que tanto desean los mexicanos cada domingo caluroso, al país vecino, Estados Unidos.
Esto porque se dice que a mediados del siglo pasado, en Estados Unidos era el lugar donde se tomaban las cervezas frías, mientras que en otros países se consumían a temperatura ambiente.
Así fue como la frase de ‘chilled beers’ o ‘cervezas heladas’ se convirtió en un anglicismo en México y después en parte de la jerga, al acortar las palabras y tropicarlizarlas de ‘mi chilled beer’ a ‘mi chela helada’ o ‘michelada’.
Finalmente, no importa si el verdadero origen fue en este país o en otro, los mexicanos ya apropiamos la michelada como parte de nuestra cultura. Así que, en este Día Mundial de la Cerveza por qué no hacer el mejunje para escarchar un vaso y probar una michelada ‘bien helada’... Eso sí, siempre con medida y responsabilidad.
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