Me gusta que me recuerden como Harry Potter: Daniel Radcliffe

TORONTO.

A punto de cumplir 20 años de filmar la primera versión de Harry Potter, Daniel Radcliffe platicó cómo ha manejado la popularidad que le dejó estas cintas.  

Sin los típicos lentes y detrás de una barba, el británico, quien está presentando  cinta Guns Akimbo, afirma que no tiene problemas en autografiar y atender a sus admiradores.    

“No sé cómo he manejado la popularidad y fama de este personaje. Tengo suerte de haberme rodeado de buena gente que me ha cuidado y ubicado. Supongo que mi trato con la fama es saber que no se trata de algo real.

“Creo que el problema de ser famoso es cuando termina siendo parte de tu identidad, cuando te ves así. Porque no es algo que vaya a durar para siempre. No siempre va a ser igual, seguro.”

Daniel afirma que no ha salido corriendo cuando se le acercan y que trata de atender a quién se lo solicita.

“Hay cierta responsabilidad que va detrás de ser alguien que la gente creció viendo en el cine. No se le puede arruinar esa imagen.

“Es parte de mi vida y me gusta. He pasado por momentos increíbles y nunca quise cambiar nada ni salir corriendo.”

Confiesa que sí utiliza las redes sociales y que tiene amigos a través de internet.

“Es gracioso porque no sé qué amigos realmente están ahí, aunque tampoco creo que sea un problema. Estamos pasando por un experimento social de gran escala, muy loco y masivo con internet y estamos viendo como cambia nuestro comportamiento.”

Confiesa que en algún momento de su vida buscaba en internet lo que se decía de él, pero que dejó de hacerlo.

“Si lo siguiera haciendo reaccionaría a un nivel demasiado emocional. No creo que pueda ser bueno en ese sentido, lo hice algunos años atrás.

“Por suerte ya no lo hago pero, en mi adolescencia, cuando ya había cumplido los 20, pasé mucho tiempo leyendo los comentarios en internet y no es algo bueno para la salud mental. Tuve que parar. Pasé por eso y hoy lo agradezco porque aprendí mi lección. No me enojaba lo que leía, pero sí me ponía triste.

“Es una flama difícil de apagar porque solo te molesta o te enojan las cosas que hasta cierto punto te dan miedo que sean ciertas. Puedo llegar a leer cuatro buenos comentarios, pero cambia cuando leo uno malo. Pensaba que todos los que habían dicho cosas buenas estaban equivocados y estaban mintiendo, como si el malo era el que tenía razón y yo pensaba que era terrible.

“Leer cosas sobre uno, en internet, tiene esa especie de tendencia masoquista donde pienso que se vuelve una adicción y es un ciclo que hay que romper.”

Sobre las opiniones de Rupert Green y Tom Felton, sus compañeros en Harry Potter, sobre qué les gustaría volver a filmar más películas de estos personajes, Radcliffe no estaba enterado.

“Honestamente, no sé si las haría. No quiero decir que si ni que no, para ser honesto, porque son la clase de respuestas traen problemas. No creo que haya sido algo de lo que se estaban hablando en Warner Bros como algo cierto.

“Dependería de muchas cosas. De mi estado de ánimo, del guion. Hay muchas cosas para tomar en cuenta y siento que algo hipotético es difícil de responder en alguna forma satisfactoria.

“A Rupert (Grint) lo vi hace poco. El año pasado a Tom (Felton). Es cierto que nadie más pasó por lo que pasamos y es algo que nos une, pero al mismo tiempo no vivimos tan pegados ”, confesó.

El 23 de julio pasado cumplió nada menos que 30 años. Ya no es el jovencito ni es el adolescente que al filmar The Taylor of Panama había empezado a leer el libro de Harry Potter... sin poder terminarlo. Hasta la mismísima Jamie Lee Curtis le dijo durante el rodaje, que se parecían bastante. Y fue la gran razón por la cual el productor David Heyman le propuso tomar una prueba después de verlo en una función de teatro.

El visto bueno final lo dio el director Chris Columbus y al día de hoy, Daniel se acuerda como se puso a llorar, cuando lo seleccionaron para el personaje central. 

La primera película Harry Potter and the Sorcerer’s Stone se estrenó el 16 de noviembre del 2001.

Él también podría jubilarse tranquilamente, después de haber cobrado nada menos que 110 millones de dólares por aquellos 10 años en las que filmó las películas del aprendiz de mago.

Por eso que también es muy selecto a la hora de elegir en qué películas participar, como la película de terror The Woman in Black o el rol de Igor en Victor Frankestein, además de la magia de Walter Mabry en Now You See Me 2 y el personaje de Craig que lo arriesga todo para salvar al planeta Tierra de los seres humanos en la serie de televisión Miracle Workers. Pero es hora de volver a la magia de las superproducciones. Y con los mejores efectos especiales y mucha más acción, Daniel Radcliffe protagoniza ahora Guns Akimbo.

“Me olvido que elijo ese estilo de cine fantasioso, hasta que alguien me lo recuerda. Lo único que puedo decir es que hay algo divertido filmar estas películas. Es lo grandioso que tiene el cine, porque podemos hacer lo que queremos. Si se puede justificar lo suficiente en la historia, para hacer una locura, es  divertido trabajar entre esas paredes y hay algo bueno en un personaje con cuernos o el extraño realismo mágico de un cuento de hadas. Siento que me divierte jugar con la mezcla entre la fantasía y la realidad.

Radcliffe asegura que no busca alejarse de la imagen que logró con Harry Potter, a pesar del éxito que logren las películas que pueda hacer.

“No quiero que la gente se olvide que yo interpreté Harry Potter. Me encantó ser Harry Potter. Fueron demasiados años de mi vida que amé y me pone feliz que la gente las haya visto, esperando que algunos también me vean hoy. No tengo que matar a Harry Potter para hacer cine ahora. Siempre voy a querer lo que hicieron esas películas por mí y me gusta que me recuerden como Harry Potter”

En Guns Akimbo, que recién presentó en el Festival de Cine de Toronto, Daniel Radcliffe demuestra la más típica adicción juvenil de los videojuegos, con una vida virtual donde se siente un superhéroe, mientras conserva una vida mucho más aburrida en el trabajo normal. Pero todo cambia, cuando la ficción de los videojuegos se vuelve una realidad y él se convierte en el perseguido superhéroe famoso que el mundo entero sigue como si fuera un reality de televisión. Una cinta que maneja violencia y enojos.

“En mi caso, no sé lo que me enoja realmente. Supongo que es lo mismo que a todos, el mal comportamiento en términos de lo que experimentamos en la vida, como cuando la gente no es buena con otras personas, o que los actores se comporten de mala manera… esa clase de cosas.

En cuanto a la violencia que se dice incitan los videojuegos, no me parece que la gente necesite códigos morales. No me parece que esta película le diga a la gente como debe desarrollar su sentido moral. Creo que la violencia también se desarrolla en forma de dibujo animado y tampoco es el tipo de violencia que mejora la vida de mi personaje. En el momento que mi personaje tiene dos armas en la mano, su vida se torna terrible y desde ese punto de vista no creo que nadie que vaya a verla y piense ‘quiero hacer eso’.”

Daniel acepta que es malo con los videojuegos.

“Me gustan los juegos de deportes, pero si, también tuve que parar de jugar videojuegos porque pasaba demasiado tiempo sin ser muy bueno. No me involucré ni con los juegos de Harry Potter”,

Reflexiona que también le molesta que muchos políticos ignoren las afectaciones al medio ambiente.

“No se hace nada cuando el mundo se está incendiando. Me enoja todos esos temas pero también pienso que se llega un punto donde tampoco puedo estar enojado todo el tiempo”, finalizó.