Logo de Excélsior                                                        
Función

El diablo entre las piernas es una obra maestra: Sylvia Pasquel

La trama toca un tema que no se había llevado al cine en México: la sexualidad en la tercera edad

Redacción | 28-10-2019
El diablo entre las piernas es una obra maestra: Sylvia Pasquel
Ha filmado más de 25 películas.

CIUDAD DE MÉXICO

El diablo entre las piernas, película de Arturo Ripstein, parte de un guion de Paz Alicia Garciadiego, que en principio no estaba pensado para filmarse; sin embargo, la escritora siempre tuvo en mente a Sylvia Pasquel para el papel protagónico, que significaría el más importante de su carrera.

Pasquel platicó del reto actoral que le significó la película, de la experiencia de filmar de nueva cuenta con Ripstein, con quien ya había trabajado en La calle de la amargura, además de los motivos que la llevaron a aceptar una historia tan cruda y fuerte.

La actriz pertenece a una de las dinastías artísticas más importantes del medio artístico. La hija de la actriz Silvia Pinal y del director y actor Rafael Banquells, ha forjado ya una carrera de 51 años, en la que ha filmado más de 25 películas, participado en cerca de 35 obras de teatro, además de actuar en un sinnúmero de programas de televisión y telenovelas.

Con su voz característica, de un agudo profundo, Sylvia cuenta que desde que leyó el guion de El diablo entre las piernas, se enamoró de la historia, pues a pesar de ser muy fuerte, la descripción rebosa de poesía, y el texto es minucioso en las descripciones.

Arturo Ripstein me llamó y me dijo que tenía un libreto para mí, que lo leyera. Y lo leí muchas veces. Es un texto brutal. Cuenta la historia de dos personajes que son pareja, pero que tienen una relación muy violenta, celos absurdos, vejaciones, humillaciones e insultos. Sabía a lo que me estaba enfrentando”, comentó.

La cinta aborda un tema tabú

 

La protagonista de la obra de teatro No seré feliz, pero tengo marido, dice que en realidad no le preocupaba hacer una película con estas características.

Más bien me preocupaban las reacciones que provocaría. Que fuera a ser criticable, motivo de burla. Porque a esta edad, a estas alturas de mi carrera, hacer un desnudo, aunque no fuera integral, pudiera ser motivo de escarnio”.

Y lamenta un poco que la cinta llame la atención sólo por esas escenas.

La trama toca un tema que no se había llevado al cine en México: la sexualidad en la tercera edad. Se tiene la idea de que la gente a esta edad ya no tiene sexo, que las relaciones han pasado a un segundo plano, o que ya no tenemos deseo sexual. Y eso es una equivocación. A lo mejor no hay tanto sexo como en una pareja joven, pero sí lo hay”.

Ante un tema tan delicado, asegura, en la película se trata de una manera hermosa.

En ese sentido, es romántica. Pero claro, detrás de esa poesía, hay mucha violencia, agresión y sumisión”.

En relación al desnudo, afirmó que en ningún momento se sentió incómoda. “Desnudarte no es fácil. Pero todo fue tan familiar; el equipo de filmación es el mismo con el que hicimos La calle de la amargura. Todo fluyó maravillosamente. Nunca me sentí observada ni apenada. Las escenas están plenamente justificadas”.

Pasquel no dudó en calificar la cinta como una obra maestra.

Yo soy muy crítica en las cosas que hago. Y cuando vi la película, por primera vez me gusté. Creo que hice un buen trabajo. Mi hija estaba enloquecida con la película. Tenía un poco de temor de que me viera mi nieta Michelle con un personaje tan fuerte, pero me dijo cosas muy bellas de mi trabajo”.

Cuando se estrene voy a llevar a mi mami (Silvia Pinal). Ella sabía de la cinta y estaba muy contenta de que filmara con Arturo Ripstein, a quien aprecia mucho. Es la mejor película de mi vida”

Al cuestionarle si considera que esta es la mejor actuación de su vida, reflexionó que aunque tiene otros trabajos que considera buenos, “podría decir que sí, por todos los retos a los que me tuve que enfrentar. Sin embargo, todos mis personajes han sido, en su momento, el mejor papel de mi vida. Al final me han llevado a tener una carrera de 51 años. Le pongo alma, vida y corazón a todo lo que hago”.

Parte de los retos que enfrentó la actriz durante el rodaje fueron las peculiaridades con las que filma el director Arturo Ripstein:

Maneja tonos que no son comunes en el cine. Son muy medidos, pausados, incluso el volumen de voz; no son actuaciones grandilocuentes, cero gestos o demasiados movimientos de manos. Y yo que casi hablo con las manos”, comentó en broma.

Acerca de trabajar con Alejandro Suárez, la actriz refiere que ya habían estado juntos en la obra Mi amiga la gorda, casi por dos años. “Él es una persona introvertida, no es muy sociable, pero la convivencia que tuvimos en teatro hizo que la comunicación fuera muy cercana. Él estaba muy nervioso porque su papel es muy demandante. Repasábamos mucho el guion para establecer la conexión que se necesitaba”.

En la cinta, la protagonista del primer montaje que se hizo del musical Sugar, hace una escena con Daniel Giménez Cacho, y recordó que sentía un poco de temor de trabajar con el actor porque en las asambleas de la ANDA tuvieron alguna fricción.

Sin embargo, el encuentro fue maravilloso, desde el primer momento que nos vimos fue amor a primera vista. En la película bailamos un tango. Nos divertimos, nos reímos mucho. Fue una delicia compartir el set con él".

La protagonista de El diablo entre las piernas, que se estrena en marzo de 2020, afirmó que ha tenido poca fortuna en el cine. "Quizá yo tampoco he sabido acercarme a los cineastas. Me gusta hacer cine, sobre todo películas que tengan una historia. Pero también me gustan las palomeras, por qué no”.

 

 

***MJPR***

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales