Consuelo, buena vibra femenina

La mujer perfecta de la década de 1950 era la que recibía a su esposo bien arreglada, con una sonrisa y sin quejarse. Además, era complaciente con su marido, con sus hijos y con la sociedad que la observaba. Una exigencia demasiado alta, en la que su propia satisfacción emocional y física estaba hecha a un lado. Así lo muestra la serie de comedia y época Consuelo, protagonizada por Cassandra Sánchez Navarro.

La actriz interpreta en esta producción para ViX+, de diez episodios, a esa mujer aparentemente perfecta, quien, tras el abandono de su esposo, un cúmulo de deudas que éste le dejó y la exigencia de sus hijos, se ve en la necesidad de buscar opciones para sobrevivir en el mismo círculo social. ¿Cómo? Vendiendo un producto innovador: el consolador femenino. Sí, en una época en la que el placer de las mujeres parecía relegado y oculto, Consuelo, este personaje, ofrece a las amigas de su círculo social, vibradores.

Es así como en esta historia se expone la transformación de una mujer, educada para depender de un hombre, en más de un sentido, y tomar su independencia y “libertad no solicitada” para explorar su potencial para salir adelante y, también, un despertar de su placer sexual y de nuevas ideas.

EXPLORAR LA INDEPENDENCIA

En entrevista con Excélsior, Cassandra Sánchez Navarro comparte su experiencia en Consuelo, que llegará a la plataforma el 19 de abril.

“Es una locura regresar a ver lo que tenían que vivir esas mujeres que no tenían ni voz ni voto en su propio entorno. No tenían ningún tipo de libertad. Eso, para las mujeres hoy en día, debe ser inconcebible. Es como... ‘¿cómo que tengo que pedirle permiso a alguien para hacer lo que estoy haciendo?’: Justo la historia de Consuelo, que me encanta porque está llevada al extremo, porque es ese nivel socioeconómico, donde cualquier pío que hacías fuera de lugar era criticado. Eso influía toda tu vida, porque ésa era la vida de las mujeres. Era el ‘qué dirán’”, expresó la nieta de Manolo Fábregas.

Sánchez Navarro destacó que, como actrices, están en una época privilegiada, en la que hay numerosas plataformas en las que exponer su trabajo, al que decidieron dedicarse.

“En ese entonces, no me quiero ni imaginar qué han de haber pensado de las actrices. Creo que ha cambiado para bien, para mucho bien el mundo. Nos falta mucho por seguir, obviamente, pero hoy en día, como mexicanas e hispanohablantes, esta historia nos va a llegar a un lugar muy especial porque vamos a poder ver toda la evolución que hemos tenido”, dijo.

Para la actriz fue un plus que el personaje fuera mamá, rol que le da impulso en la historia para sobrevivir sin cuestionarlo demasiado.

“Tiene que salir adelante por sus hijos. Yo no tengo hijos todavía, pero me imagino que cuando los tenga, vendo lo que sea necesario para que mis hijos salgan adelante. Y si eso es un consolador, ¡lo vendemos! Es un personaje que habla sobre la sobrevivencia, el nunca rendirse y esta libertad no solicitada, que le llegó en un momento donde justo las mujeres podían hacerlo.

“Por ejemplo, Olga viene con una estructura más de los 40, de antes, así que tiene una visión más recatada. Así que, si para Consuelo y su época ya es una locura, hay que imaginar para las anteriores (épocas). Me encantó haber vivido todas estas experiencias de las que Consuelo pudo gozar”, acotó.

UNA PERSPECTIVA CONSERVADORA

El personaje antagónico es recreado por la actriz colombiana Catherine Siachoque, quien es Olga Pontón, una mujer de ideas conservadoras que juzga, no sólo el abandono de Consuelo, sino también su reciente actividad, a la que le atribuye un carácter diabólico y, por supuesto, sumamente inapropiado. Sin embargo, es una mujer llena de heridas y tabúes qué resolver, que oculta bajo su aparente perfección, según lo demanda la época.

“De las cosas más lindas que tiene mi personaje es que no era una pose ante sus amigas, ella fue criada para eso y es el absoluto reflejo de cómo debía ser una mujer perfecta en su época: bondadosa, reservada, conservadora, dando ejemplo en todo. Ella de verdad creía eso y la hace un personaje
maravilloso.

“Cuando la veo desde afuera, veo cómo eran y cómo las castraban. Verla a ella, más adelante, en cómo era la relación con su esposo y con las otras mujeres, ¡es muy dura la vida de Olga, porque siempre ha tratado de hacer todo perfecto! Luego vemos cómo esta relación con una mujer (Consuelo), con un sentido del humor maravilloso y vital, la lleva a vivir y transitar por caminos impresionantes. Consuelo lleva a todos a eso”, explicó.

Adelantó que en la historia se profundizará cómo se conocen ambas y Olga a sí misma, aunque, en un inicio, juzgue a
Consuelo.

“Olga juzga a Consuelo por cómo la criaron a ella, porque para ella eso es obra del maligno, que está mal, que va en contra de la sociedad, la juventud, los matrimonios. Yo creo que los personajes de esta serie son bordados a mano, por donde van, sus emociones, sus carencias. Todo esto se ve a medida que avanza la serie”, concluyó.