Logo de Excélsior                                                        
Expresiones

Klimt, más allá del dorado

El curador italiano Stefano Fake trae a México la primera experiencia inmersiva del pintor austriaco, que muestra la evolución de su obra.

Virginia Bautista | 16-03-2024
Interior de la experiencia inmersiva de Klimt.
Fotos: Virginia Bautista.

Observar el Friso de Beethoven del pintor austriaco Gustav Klimt (1862-1918), mientras se escucha el Himno a la alegría del mismo compositor alemán que inspiró el mural, es posible durante la experiencia inmersiva dedicada al famoso autor del óleo El beso.

Es una sinfonía audiovisual que une música, formas y colores; la música nos lleva a descubrir la evolución de su pintura”, comenta el curador italiano Stefano Fake (1971) en entrevista con Excélsior.

El artista visual exhibe por primera vez en México la nueva versión de la experiencia inmersiva de Klimt, que realizó en 2016 pero que ha estado modificando, en el marco de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (Filey), que concluye mañana; pero planea presentarla en la Ciudad de México.

De hecho, fue el primer Klimt inmersivo en el mundo Y ha viajado, además de Italia, a Alemania, Francia, China, donde fue visto por un millón de personas; pero a México no lo había traído. Es una nueva versión. Lo bueno del arte digital es que siempre puedes mejorarlo, cambiar la animación y la visualización”, afirma.

TE RECOMENDAMOS: Gustavo Monroy: Réquiem por el mundo migrante

Con 20 años haciendo experiencias inmersivas en arte, Fake desea que los espectadores, sobre todo los jóvenes, “descubran que la obra de Klimt va más allá del color dorado que lo ha hecho famoso y conozcan el tratamiento magistral que le dio al desnudo femenino, su principal pasión”.

El pionero de las instalaciones de arte inmersivo destaca que el pintor austriaco representa a la mujer como la guerrera. “Es el primero que le da fuerza a la imagen de la mujer, la presenta más allá de la maternidad y del amor. Evoca el mundo sensual y erótico que la rodea”.

Agrega que Klimt “empieza haciendo una pintura muy realista, imperialista, simbólica, casi fotográfica. Al final, cambia totalmente su estilo y sus colores, pues siempre intentó estar a la vanguardia, nunca lo detuvieron las críticas o que su arte no gustara. Por eso es vital no encasillarlo”.

Personas disfrutando de la experiencia inmersiva de Klimt.

Quien estudió Ciencias Políticas en Milán explica que el artista creó en un momento en que la aristocracia y la burguesía de Viena eran unas de las más ricas del mundo. “Fue la época más feliz antes de la Primera Guerra Mundial. Todo se representaba en el teatro, por eso Klimt comenzó pintando frescos en estos espacios”.

Detalla que para esta experiencia inmersiva utilizó la música de ese tiempo, la que Klimt escuchaba. “Él conocía la música de Beethoven, de Wagner, de Franz Lear. Viena era una de las capitales culturales del mundo. Por eso recreo esa atmósfera. Y hago un estudio amplio y profundo sobre el artista para mostrar lo que quería decir”.

El autor de proyectos inmersivos sobre Van Gogh, Monet, Miguel Ángel, Da Vinci y Rafael dice que nadie como el austriaco se afanó en realizar rupturas con su estilo anterior para hacer una obra siempre diferente.

Descubre otra forma de representar a la mujer. Y da vida a Nuda Veritas (La verdad desnuda), como parte del movimiento modernista. A la gente le gustaba cómo pintaba antes y lo empiezan a criticar. Pero él escribe en esta obra la leyenda: ‘Si no puedes agradar a todos con tus méritos y tu arte, agrada a pocos. Agradar a muchos en malo’; es un poema de Schiller”, añade.

Fake no niega que la etapa dorada de Klimt fue su consolidación. “Su forma de pintar se hace más simbólica, es más innovador. El uso de símbolos crece, repite el mismo símbolo en distintos contextos, árboles, espirales. Él dice que el arte es una línea alrededor de tus pensamientos”.

Las obras más notables realizadas en el periodo dorado fueron el Retrato de Adele Bloch-Bauer I (1907) y El beso (1907-1908). Paralelamente, Klimt pintó retratos de diversas damas de la alta sociedad vienesa, normalmente envueltas en pieles.

El fundador en 2001 de The Fake Factory, un estudio de arte que se convirtió en punto de referencia de lo inmersivo, dice que otra de las frases que Klimt escribió en una de sus pinturas es: “A cada tiempo su arte, a cada arte su libertad”, que él considera el credo del pintor.

El curador, quien ha presentado algunos de sus proyectos más recientes en Guadalajara, adelanta que está en pláticas para exhibir en la Ciudad de México la experiencia inmersiva de Klimt. “Incluso, me gustaría abrir un Museo de Arte Inmersivo”, confiesa.

 

CONSULTA AQUÍ LAS NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA

*mcam

 

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales