El cuerpo vestido: expresión e identidad, obra de Bárbara Sánchez-Kane

Los mundos de la moda y el arte se entrelazan. Bárbara Sánchez-Kane (1987) crea su obra con esta certeza, pues considera al cuerpo vestido como “la interfase con la que experimentamos el mundo e interactuamos con la realidad”.

La artista y diseñadora mexicana presenta New Lexicons for Embodiment, su primera exposición individual en la galería Kurimanzutto de Nueva York, que reúne piezas creadas durante los últimos ocho meses y se exhibirá hasta el 21 de octubre.

La creadora, comenta el galerista José Kuri en entrevista con Excélsior, examina cómo las prendas contribuyen a la interpretación de la identidad y la expresión personal.

Se interesa por la deconstrucción de las identidades y la dualidad del Yo, presentado a través de su ropa y sus esculturas. Hay un desgarro y una fractura perpetuos de la estructura y la reutilización recurrente de objetos tradicionales mediante la destrucción de su funcionalidad”, afirma.

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El cofundador de la Kurimanzutto en 1999, que abrió su sede en Nueva York en 2018, explica que, bajo la figura del macho sentimental, nombre de su línea de ropa, Sánchez-Kane se resiste a las nociones tradicionales de la mexicanidad y su relación con lo femenino y masculino.

Ya sea a través de su marca de diseño de moda, la pintura, el performance, la poesía, la escultura o la instalación, su obra cuestiona la masculinidad hegemónica, la construcción del género y la identidad sexual; así como las maneras en que esto se nos presenta en la vida cotidiana”, agrega.

El gestor cultural detalla que la artista ha descubierto que el universo de la moda, “donde ella empezó y de donde viene, puede ser limitado y, de manera natural, lo comenzó a expandir hacia otro campo. De pronto, la ropa se volvía más escultural, estaba más cerca del lenguaje del arte; o un desfile de modas se parecía más a un performance o a un happening”.

Añade que le gusta cómo la diseñadora “rompe estas barreras y ya no se distingue dónde termina de ser moda y comienza a ser arte o viceversa. Es un terreno ambiguo, difícil de definir y ahí se expanden ambos lenguajes.

Me agrada que a este entrelazamiento de la moda y el arte se le vea como una tendencia, que la gente se lo cuestione. Nos pone a los galeristas en una zona que no es de confort. Y, para nosotros, es fundamental no saber qué terreno estás pisando”, indica.

El promotor admite que esta propuesta se trata de revalorar el cuerpo. “Es poner al cuerpo en el centro de la conversación, de la discusión. Es un cuerpo fluido, donde todas las cuestiones de género son fundamentales. En una sociedad llena de violencia, feminicidios, de cuerpos desmembrados, el trabajo de Bárbara critica esa masculinidad tóxica, primero desde México”.

Aclara que “el cuerpo también se vuelve un pedestal para la escultura. Te vistes, pero a lo mejor esa ropa es una escultura y tu cuerpo se convierte en un pedestal”.

El vestíbulo de la galería alberga una tienda pop-up de la marca de moda de Sánchez-Kane, con artículos de su última colección, que sirve de interludio a la exposición de arte que, a su vez, muestra su práctica escultórica.

La gente se confunde; pero, al final, entiende y hace la transición. Tenemos incluso un probador como parte de la muestra. Entras a una exposición de arte y puedes salir con un chaleco que compraste”, dice.

Kuri concluye que la creadora “cuestiona cómo hablamos, por qué la moda está más enfocada a mujeres; y los cánones de belleza, que debes ser delgado, estilizado. Propone hablar de la individualidad, de cada quién, del cuerpo distinto, rechaza los criterios impuestos.

Estos objetos, realizados en tela, se asemejan a paisajes infinitos y orgánicos en los que están ausentes las ‘deseables mercancías’ en venta. Las piezas del proyecto de Sánchez-Kane abordan el vacío y el espacio vacante que normalmente estarían ocupados por objetos y cuerpos, tanto material como metafóricamente”, expresa.

Ésta es la tercera exposición individual de la Kurimanzutto de Nueva York, abierta hace cinco años; la primera fue una colectiva y le siguieron las muestras de Minerva Cuevas y Abraham Cruzvillegas.

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