¿Cuántas fueron las heridas de Jesús y cuándo se convierten en “milagros” (estigmas)?

¿Cuántas fueron las heridas de Jesús? El sentido bíblico, espiritual y místico de sus llagas también llamadas estigmas.

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¿Cuáles son las heridas de Jesús en la Biblia? Foto Getty

¿Cuántas fueron las heridas de Jesús y cuándo se vuelven en “milagros” (estigmas)? La pregunta no solo evoca el sufrimiento físico del Cristo crucificado, sino también una de las manifestaciones místicas más profundas del cristianismo.

Las llagas que recibió durante la pasión —manos, pies, costado, cabeza, espalda— han sido fuente de devoción, arte, plegarias y, en algunos casos, fenómenos que la ciencia aún no explica del todo: los estigmas. Cuando estas heridas reaparecen, siglos después, en el cuerpo de personas vivas... ¿Es fe, sugestión o intervención divina?

Un estudio publicado por Delfam y recopilaciones históricas abordan tanto las fuentes bíblicas como los testimonios místicos relacionados con las llagas de Cristo. Desde San Francisco de Asís hasta casos modernos, los estigmas siguen apareciendo entre dudas, fe y dolor.

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¿Cómo se les llama a las heridas de Cristo en la cruz?

Las heridas de Cristo durante su pasión y crucifixión son conocidas como llagas o santas llagas. En la tradición cristiana, tienen un profundo significado espiritual porque representan el precio del sacrificio redentor de Jesús por la humanidad.

Las cinco llagas más comúnmente reconocidas son:

  • Dos en las manos o muñecas
  • Dos en los pies
  • Una en el costado derecho, perforado por la lanza del soldado romano

A estas se suman otras heridas, como las de la corona de espinas, la flagelación en la espalda y la caída durante el Vía Crucis, lo que eleva el número total si se analizan los Evangelios con detalle simbólico y médico.

¿Cuáles son las heridas de Jesús en la Biblia? Foto Getty
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¿Cuántas fueron las heridas de Jesús según la Biblia y por qué la cantidad varía?

La Biblia no especifica con precisión el número exacto de heridas que recibió Jesús, lo que ha llevado a interpretaciones diversas. Algunos textos místicos y devocionales hablan de cinco llagas principales, mientras que otras fuentes católicas tradicionales llegan a mencionar más de 250 heridas visibles como resultado de la flagelación, espinas, clavos y tortura.

Según el documento "Las heridas que curan" de Delfam, los soldados romanos usaban flagelos con puntas metálicas que podían causar entre 40 y 120 heridas por sí solos. Sumadas a las contusiones, golpes en el rostro, coronación de espinas y la perforación del costado, el número es simbólico y profundo: una pasión escrita en carne y sangre.

¿Cuáles son las heridas de Jesús en la Biblia? Foto Getty
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¿Qué son los estigmas y por qué las heridas de Cristo son milagro?

Los estigmas son manifestaciones físicas de las llagas de Cristo en el cuerpo de personas vivas, generalmente asociadas con estados de éxtasis, oración profunda o mística religiosa. Su origen no tiene explicación científica concluyente, aunque han sido documentados desde el siglo XIII, comenzando con San Francisco de Asís.

Los estigmas pueden ser visibles o invisibles, permanentes o intermitentes. Aparecen en manos, pies, costado, frente y espalda, imitando el patrón de las heridas de Jesús. Para la Iglesia, no todos los casos son reconocidos como milagros; algunos se investigan rigurosamente y se descartan, otros quedan como fenómenos inexplicables.

¿Son milagros? Para quienes los experimentan, no hay duda. Para la fe, son signos de unión íntima con el sufrimiento de Cristo. Para la ciencia, todavía un misterio.

Oración de las llagas de Cristo

La devoción a las llagas de Cristo ha dado lugar a múltiples oraciones, novenas y meditaciones. Una de las más conocidas es la que acompaña a los viernes de Cuaresma o a los que practican la Hora Santa:

Padre Eterno, te ofrezco las santas llagas de Nuestro Señor Jesucristo, para sanar las heridas de nuestras almas.”

Este tipo de oración busca no solo recordar el sufrimiento de Jesús, sino ofrecerlo como intercesión por los pecados del mundo y como fuente de sanación interior. Se reza en silencio, con recogimiento, a veces acompañada de imágenes o reliquias.

Las heridas de Jesús no son solo parte del relato de la pasión. Son símbolo, legado, marca viva en la historia de la fe. Y cuando se hacen carne en alguien más —como los estigmas—, nos recuerdan que el misterio cristiano no está solo en los evangelios, sino también en los cuerpos, los gestos y las cicatrices que traspasan el tiempo.