Fueron tapados los boquetes en la pared por donde ingresaban las personas para saquear restos humanos en el panteón de San Lorenzo Tezonco en la alcaldía Iztapalapa.
Hace algunos días, Excélsior dio a conocer que a través de estas aberturas en la pared los delincuentes podían pasar sin restricción a robar objetos e incluso restos humanos.
Ante ello, las autoridades colocaron tabiques y cemento, para evitar el paso de civiles ajenas al lugar.
Sin embargo, al interior del panteón continúan los trabajadores quienes ofrecieron un cráneo y un fémur por mil 400 pesos.
En el panteón de San Lorenzo Tezonco, luego de recorrer sus calles centrales, se ubicó a un hombre entre los callejones laterales, debajo de una marquesina, quien tras preguntarle refirió que al final de la calle central se encontraría a quienes venden osamentas. Al pasar la última glorieta se encontró a un grupo de sepultureros.
Los sujetos, unos ocho, se ofrecieron como guía: “¿Que tumba buscas? ¿Qué lote y qué nombre? Te llevamos y te hacemos el servicio de limpieza”.
Al referirles que se buscaba comprar restos humanos la respuesta fue inmediata; pidieron caminar algunos metros y solicitaron una identificación.
Yo siempre les pido una credencial para ver de dónde vienen. Primero saca tu identificación y dime para cuándo los quieres”, espetó.
Al ver la venta asegurada, con la credencial del INE del potencial comprador entre sus manos, quien dijo llamarse Diego comenzó a discutir con algunos de sus compañeros, ya que tres de ellos ofrecían su número de celular, peleando por el dinero que recibirían.
Aquí te espero, tú te diriges conmigo, pero aquí tienes que dejar algo para sacarlos (los restos). Yo a las 3 de la tarde vengo y te traigo todo”, zanjó Diego.
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