Muchedumbre doblega prohibición; Iglesia de San Hipólito

CIUDAD DE MÉXICO.

En pleno semáforo naranja con alerta debido al número de hospitalizaciones por covid-19, fieles de San Judas Tadeo se desbordaron en la parroquia de San Hipólito, en el Centro Histórico.

Desde la noche del lunes 27, grupos de fieles llegaron a la iglesia, que permanecía cerrada, para cantar las mañanitas y celebrar al santo en punto de la medianoche.

Esto, a pesar de que el 17 de octubre, la Secretaría de Gobierno capitalina anunció que había llegado a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas de San Hipólito para que permaneciera cerrado el 28 y que la ceremonia anual fuera virtual.

“Para el miércoles 28 de octubre –día del santoral que corresponde a San Judas Tadeo–, se exhorta a los feligreses a quedarse en casa, montar un altar y en familia seguir la transmisión de la misa, a las 12:00 horas, con el fin de evitar aglomeraciones”, se señaló en un comunicado.

Sin embargo, a las 7:00 horas, el templo abrió sus puertas permitiendo la entrada por un filtro donde se tomaba su temperatura, se debía usar cubrebocas obligatorio y la estancia era sólo de cinco minutos, lo que no fue respetado.

A lo largo del día llegaron más feligreses y a pesar del perifoneo de los policías de Tránsito, en los que se recordaba que se debía permanecer en casa, las personas iban y venían por la calle.

En la fila para entrar no había sana distancia. La calle Héroes fue cerrada a la circulación y estuvo repleta de personas, muchas de ellas iban sin cubrebocas, otras, lo utilizaban de forma incorrecta; algunos más estaban visiblemente alcoholizados o bajo el influjo de alguna sustancia tóxica, observó este diario en recorridos.

En el operativo de resguardo estuvieron involucrados 122 policías, 20 funcionarios de Cuauhtémoc, 7 de Ordenamiento de Vía Pública del Centro y dos de la Secretaría de Gobierno.

Aunque se había programado que la iglesia estuviera abierta hasta las 19:00 horas, a las 16:00 se cerraron las puertas y se inició un operativo por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para dispersar a los creyentes.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobierno, en ese momento había cuatro mil 300 asistentes.

Por la noche, cerca de 150 policías cercaron San Hipólito para impedir que la gente se acercara al inmueble; los fieles se dispersaron a Reforma y avenida Hidalgo, pero seguían llegando.

Al cierre, el operativo se mantenía.

Con información de Wendy Roa
y Rodolfo Dorantes