La historia detrás del delito que cometió Armando Aguilar

‘Simplemente yo lo hice por defender a mi familia’, dice el interno en el Reclusorio Sur acusado por el delito de homicidio. Foto: Captura de video

CIUDAD DE MÉXICO

El centro de readaptación social sur ubicado en la alcaldía Xochimilco en la Ciudad de México, concentra entre sus celdas a 3 mil 493 internos.

Acusado de homicidio por defender a su padre, Jorge ha pasado hasta el momento 10 años tras las rejas. En exclusiva para Imagen Noticias de la mañana, sentado en una butaca nos comparte su historia detrás del delito.

Mi nombre es Jorge Armando Aguilar Díaz tengo 34 años, estoy aquí en el Reclusorio Sur por homicidio. Cuando pasaron las cosas no es que me sintiera a gusto o me sintiera tranquilo, sino que simplemente yo lo hice por defender a mi familia, ahora ya veo las cosas diferente, un pequeño errorcito te puede costar todo.

Un día a la semana Jorge se siente en libertad, son sus seres queridos quienes lo motivan a continuar sin cesar, para cumplir con su sentencia de 17 años.

Sinceramente es el único día en el que me siento libre, porque veo a mi mamá, a mi hermana, a mi papá y el más importante que es mi hijo, él es el que me motiva a portarme bien.

Como parte de la readaptación Jorge estudia por las mañanas, por las tardes se dedica a bailar break dance.

Ahorita hasta me estoy aplicando, estoy en diferentes cursos, estoy estudiando la prepa, estoy en la comisión de artesanos y enfocándome mucho en el baile que de hecho a mi hijo también le gusta el baile, el break dance.

Al interior del auditorio del Reclusorio Sur, luego de bailar por varios minutos, el rostro de Jorge ha cambiado, con los ojos cristalinos, nos comparte qué es lo que más extraña...

Creo que lo que más valoro y lo que más me duele no tener es a mi familia, porque realmente yo trabajaba, del trabajo a mi casa, a veces salía con mi esposa, con mi hijo, con mi familia; lo que más extraño es a mi familia, a mi hijo sobre todo porque lo dejé 10 años y me duele mucho a veces que se despida de mí cuando se va de la visita, me duele mucho verlo como se retira.

En el baile Jorge Armando encontró un refugio para alejarse de los vicios.

Aquí es lo que me ha hecho no caer en las drogas, en muchas cosas como no meterme en problemas, y es la única forma como me desestreso, me siento vivo me hace sentir tranquilidad el “Bray Dance” es mi vida igual que mi hijo.

Será en el año 2026 cuando Jorge Armando cumpla con su sentencia o posiblemente antes por buena disciplina, desde ahora ya visualiza eses día.