Así luce ahora ’El Betito’; rapado, sin barba, ni bigote

CIUDAD DE MÉXICO

Roberto Moyado Esparza, mejor conocido como “El Betito”, quien es el exlíder del grupo delictivo La Unión ahora luce completamente diferente a como aparecería en fotografías hace 10 años.  Hoy preso se encuentra rapado, afeitado, sin barba y sin bigote, algo que acostumbró durante los últimos años.

Está aislado en una celda en la que no tiene contacto con ningún otro interno, con vigilancia de vista las 24 horas.  

Está detenido en el penal federal Villa Aldama, en Veracruz, ahí no lo llaman por su nombre, tampoco por su apodo, ahí es el reo 17319. Con ese número, es como se dirigen a él los custodios y demás autoridades penitenciarias.

En su ficha de ingreso al Centro de Readaptación Social (CERESO) el pasado 17 de agosto, es catalogado como un “objetivo especial”, lo que implica que tenga mayores medidas de seguridad.

El hombre al que todos conocían como El Betito, y otros llamaban Chaparro, El del B, o Mini Alex Sintek en realidad se llama José Alberto Maldonado López. Tiene 37 años de edad.

Aunque desde hace meses era reconocido como el líder del grupo de La Unión, él aseguró que no forma parte de ningún cártel o pandilla.

El exlíder de La U, sólo puede hacer una llamada telefónica cada 15 días. Su visita sólo puede ser de familiares que demuestren su parentesco mediante documentos oficiales.

Una vez que estas personas pasan los controles de seguridad, las visitas son supervisadas en todo momento para evitar que el reo 17319 intente coordinar desde la cárcel alguna acción en el exterior.

El expediente penitenciario bajo el que está registrado El Betito es el VA17319-2018.

En la ficha delictiva se explica que su situación jurídica es de “imputado con vinculación a proceso bajo la causa penal 252/2018. Roberto Moyado Esparza o José Alberto Maldonado López es señalado por las autoridades como el hombre que se apropió durante los últimos años del grupo que se inició como La Unión de Tepito.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad (PGJCDMX) y la Procuraduría General de la República (PGR) saben que el hombre dirigía a sujetos que se dedicaban a extorsionar comerciantes y empresarios en las zonas de la Condesa, Roma, Polanco, Coapa, y el Centro Histórico. Pese a ellos, los Ministerios Públicos que llevan sus casos, han tardado en consignarlos pues la gente que fue víctima de este grupo criminal prefiere no acusar de manera directa al Betito, por temor a represalias.

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