Ruso imparte conocimiento en hielo mexicano

Pavel Goryachev, con sus alumnos mexicanos.

Pavel Goryachev se dio cuenta a través de las lesiones que su carrera como profesional de hockey sobre hielo no duraría. Sin embargo, su ojo clínico y experiencia lo llevaron a convertirse en uno de los mejores entrenadores que este deporte tiene en nuestro país, al punto que logró elevar a su propio hijo a alturas inimaginables.

Pavel Goryachev García es el primer mexicano que es seleccionado por United States Hockey League: un sueño de hielo que ha traspasado fronteras.

De padres rusos, Goryachev nació en 1977 en Leningrado, hoy San Petersburgo. Su pasión por el hockey lo llevó a firmar su primer contrato a los 14 años hasta llegar a la primera división con el Izhorets St. Petersburg, pero más adelante, una grave lesión en el tobillo lo orilló a tomar un camino cerca del hielo, pero fuera de la cancha.

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Fue entonces que, en 1997, un amigo lo llamó para formar jóvenes en México, sin saber que después nacería el pequeño Pavel Goryachev, su obra maestra hasta el momento.

Yo me imaginaba que todos los mexicanos se transportaban sobre caballos, había tequila y fiesta, no tenía idea de cómo era México. Entré a la pista de patinaje de Lomas Verdes y ahí empecé mi carrera como formador. Ser padre y ser coach es más difícil. Hoy estoy contento de ya no ser su entrenador porque está en otro equipo y así sólo lo aconsejo”, comentó Pavel Goryachev sobre la relación que lleva con su hijo en una charla con Excélsior.

thumb — Pavel Goryachev y dos de sus compañeros.

BORIS DOROZHENKO, SU GUÍA

El gran secreto como formador lo aprendió de Boris Dorozhenko, entrenador ucraniano que se ha destacado por impulsar el talento de jugadores de la NHL como Auston Matthews y Brandan Lemieux, además del mexicano Héctor Majul.

Trabajo mucho en el patinaje. Muchos creen que el hockey sin puck no es hockey, y les quiero demostrar que no es así. Usar su cuerpo, sus patines y su balance, es el sistema que aprendí con Boris y es muy efectivo, el ejemplo es mi hijo y otros alumnos que están entrando a los mejores niveles en Estados Unidos”, mencionó.

En la actualidad, el pequeño Pavel tiene 13 años, pero su camino comenzó a los cuatro años cuando tocó el hielo por primera vez. Y aunque su sueño era ser coach como su papá a quien acompañaba por todo el mundo, se ha inclinado por la adrenalina que se vive en las pistas de patinaje.

Me da gusto y orgullo. Fueron muchos años de trabajo, mientras todos iban de vacaciones nosotros trabajamos, yo estoy seguro que él será profesional”.

Un sueño de hielo, que para Goryachev, no termina. Su gusto por la enseñanza es una ley de vida.

Hoy imparte clínicas y campamentos en el centro comercial Santa Fe en donde pasa la mayor parte del tiempo con los niños que quieren adquirir su misma pasión y con ello ayudar al crecimiento del hockey en nuestro país, un deporte que tiene un gran techo para crecer.