México, especial para mí: Rafa Nadal

CIUDAD DE MÉXICO.

México está en el corazón de Rafa Nadal, no sólo como jugador sino en su vida personal. El tenista de Manacor ganó en nuestro país, en 2005, su primer gran torneo en su carrera profesional, un ATP 500.

“México siempre ha sido un especial para mí. He estado muchísimas veces en México, tanto jugando tenis en Acapulco como de vacaciones y siempre me he llevado buenos recuerdos del país. Jugando tenis, creo que siempre he tenido resultados positivos y aparte el apoyo y el cariño del pueblo mexicano siempre, un apoyo incondicional prácticamente y a nivel de vacaciones he estado bastantes veces y siempre me la he pasado bien, siempre me he ido con una sensación positiva y es un país que me gusta volver”, dijo el español en entrevista para Excélsior Digital.

Su tercer campeonato de Acapulco lo ganó el pasado 29 de febrero de 2020, 15 años después de su primera presentación y ya en su haber con 19 Grand Slams. Tiene en la mente varias frases mexicanas y enseguida las ubica.

“Son muchas, cuando has pasado muchos días de tu vida en un país, que tenemos la misma lengua, de alguna manera, las expresiones y eso son diferentes, claro que tengo muchísimas expresiones mexicanas que cuando las escucho digo ‘esto es de ahí’”, mencionó el doble medallista olímpico (Beijing 2008 en individual y dobles en Río 2016).

El de Manacor ganó el pasado fin de semana el Masters 1000 de Roma, sumando su título 88 en toda su carrera. Se muestra contento, retomando los entrenamientos, tratando de llegar lo mejor preparado posible para Roland Garros.

UN APASIONADO DEL BUCEO

La buena compañía la trata de disfrutar al máximo, sea en el escenario que sea. La familia y los amigos, son esenciales. El mar es parte de sus pasiones, al igual que el buceo.

“Me gusta estar con la familia, con los amigos. Me encanta el mar. Siempre que puedo salgo al mar. Soy un apasionado de bucear, de la naturaleza. Siempre que puedo salgo al mar a disfrutar. Me gusta jugar al golf, me gusta casi todo en esta vida, siempre que sea en buena compañía, me gustan muchas cosas. Creo que de las cosas más bonitas en esta vida es poder compartir buenos momentos tanto con los amigos como la familia, con las personas que uno tiene”, señaló el jugador que acumula 16 triunfos en 16 finales, marca que recuerda a la que hizo desde el título de Sopot 2004, con el que abrió su palmarés en tierra.

TRANSMITIR LOS VALORES

Actualmente, el jugador de 34 años firmó un acuerdo de colaboración con Amstel Ultra y Amstel Ultra Seltzer, que durará tres años

“Para mí es una gran satisfacción que compañías líderes en su sector se fijen en mi para transmitir nuevos valores y ser embajador de sus marcas. Intento corresponder de la mejor manera posible”, dijo el embajador mundial.

HACER ALGO DIVERTIDO EN MÉXICO

Debido a la situación global de la pandemia del coronavirus, las actividades se encuentran estancadas, pero en un futuro espera regresar a México para hacer alguna actividad divertida.

“Estamos en un punto en el que el mundo está semi parado aún por el tema del virus. Confíamos en que los próximos años encontremos el momento de venir a México y ojalá que, con la vacuna, el mundo se vuelva a abrir cuanto antes y podamos disfrutar de cosas que nos hacen felices, como compartir con las personas tantas cosas que hemos dejado de compartir en este año y medio. Ojalá que en un futuro podamos hacer una acción divertida en México”, apuntó sobre los planes de colaboración con la marca.

“PUEDES PASARLA BIEN CON UN PASEO POR LA MONTAÑA”

La sencillez de Nadal lo ha llevado a ser reconocido, no sólo en los circuitos sino también por la afición, pero ¿qué significa para él la sencillez y la humildad?

“La sencillez es tener la capacidad de adaptarse a las situaciones. Uno puede ser feliz con mucho y también puede ser feliz con menos. Uno puede pasárselo bien disfrutando de muchos lujos, pero también puede pasárselo bien dando un paseo por la montaña. La sencillez es tratar de adaptarse a las cosas y hacerlo con actitud adecuada y positiva.

La humildad siempre la considero tener la capacidad de reconocer errores. Tener la capacidad de disculparse, de aceptar los errores, de saber que las cosas no siempre son como uno lo piensa. Cuando uno se equivoca, hay que reconocer”, reflexionó.

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