La abuela, su mejor catcher

CIUDAD DE MÉXICO.

Stephen Strasburg posa con un atuendo de los Padres de San Diego y muestra orgulloso un póster de Tony Gwynn, una de las leyendas del equipo californiano. Esa fotografía, de un festejo de cumpleaños, marcó su destino en el beisbol. El lanzador estelar de los Nacionales de Washington y Jugador Más Valioso de la pasada Serie Mundial se encontró con su ídolo infantil en la Universidad, donde el miembro del Salón de la Fama era entrenador del equipo de beisbol. Entonces su vida en los diamantes cambió. El adolescente regordete, quien como rutina diaria devoraba un burrito de carne asada con papas fritas y vomitaba en los entrenamientos, se convirtió en uno de los mejores prospectos colegiales de la historia hasta ser el mejor lanzador pagado en las Grandes Ligas.

Strasburg mostró en el pasado Clásico de Otoño su potencial que los buscadores de talento habían vaticinado hace más de diez años, cuando era el lanzador estelar de los Aztecas de San Diego. Para entonces, El perezoso Strasburg, como lo bautizó el prestigioso coach deportivo Dave Ohton cuando lo vio llegar a la Universidad Estatal de San Diego, se había transformado al someterse a un estricto programa de acondicionamiento físico, practicó yoga y siguió un régimen alimenticio. Se olvidó de los burritos, bajó de peso y subió la velocidad de sus lanzamientos, esos que pronto enloquecieron a las pistolas de radar al alcanzar las 100 millas por hora.

El héroe de los Nacionales es el primer lanzador con récord de 5-0 en una postemporada. En la Serie Mundial venció en dos ocasiones al mejor equipo, los Astros de Houston, para ser nombrado MVP.

Su imagen al momento de recibir el trofeo y el flamante Corvette Stingray 2020, con un precio que ronda los 100 mil dólares, fue vista a mil 963 kilómetros de distancia. Los aficionados en Washington celebraron la escena que se transmitió por las pantallas gigantes del estadio de beisbol en el que siguieron el séptimo partido. Muchos recordaron el 8 de junio de 2010, cuando abarrotaron ese mismo inmueble, algunos que pasaron en las afueras la noche anterior, para ver al fenómeno que ese día ponchó a 14 Piratas, siete de ellos consecutivos, en su primer partido en Grandes Ligas.

“NIÑO GORDO Y LLORÓN”

Strasburg reconoce a su abuela materna como la persona más influyente en sus inicios en el beisbol, pues fue la encargada de recibir sus primeros lanzamientos mientras que sus padres, Kathleen Swett y Jim Strasburg, atendían sus actividades profesionales como nutrióloga y desarrollador de bienes raíces.

Así, su abuelita se convirtió en catcher, consejera y mujer clave en su acercamiento a este deporte.

Mike Leake, ganador de 105 partidos de Grandes Ligas y actual lanzador de los Diamantes de Arizona, fue compañero de Stephen Strasburg, cuando ambos tenían 11 años, en el equipo Sting, de San Diego. Leake, quien ese tiempo era el catcher de la novena infantil, recibió en varias ocasiones los lanzamientos del ahora héroe de la Serie Mundial. En una entrevista para el USA Today, en 2010, recordó a su compañero: “Tenía sobrepeso y solía llorar. Es sorprendente cómo cambió”.

Antes de convertirse en uno de los mejores beisbolistas colegiales de la historia, lanzamientos que lo llevaron a ser el único amateur en ser seleccionado para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Strasburg pasó momentos complicados. El campus estudiantil era un martirio, su compañero de cuarto estropeaba sus noches de tranquilidad mientras que en el beisbol fracasaba con un récord de 1-10.

Decidió regresar a la casa con su madre y abuela. Estuvo a punto de dejar la escuela y el beisbol.

Seguro iba a encontrar un trabajo. Tenemos un Home Depot y un Lowe’s cerca de nuestra casa”, recordó en una entrevista para Sports Ilustrated, en 2009.

EL MEJOR MAESTRO

Stephen Strasburg utilizó las burlas y desprecios del coach Dave Ohton como la mejor motivación.

Ya como elemento de los Aztecas de San Diego y bajo las órdenes de Tony Gwynn, se convirtió en el prospecto más deseado.

Gwynn, ganador de ocho títulos de bateo en las Grandes Ligas, era originario de San Diego, al igual que Strasburg, y uno de los peloteros más queridos en la historia de los Padres. Gwynn logró llevar la carrera del lanzador al estrellato y supo administrar sus actuaciones en el centro del diamante.

Strasburg guardó un gran respeto y admiración hacia su maestro, al que acompañó a la ceremonia de entronización al Salón de la Fama, en 2007.

Su último año como colegial en 2008 fue espectacular al ser nombrado el mejor lanzador y coronar su actuación con un juego sin hit ni carrera. Estaba listo para ser la joya más preciada del Draft 2009.

Los Padres se quedaron a cuatro derrotas de ser el primer equipo en elegir, pero ese honor le correspondió a Nacionales de Washington por terminar con el peor récord.

A menos de dos minutos para el cierre del Draft, los Nacionales oficializaron el trato con una cifra récord de 15.1 millones de dólares, de los cuales donó más de 144 mil para arreglos del campo de beisbol de su universidad, el cual lleva el nombre de Tony Gwynn.

La vida de Stephen Strasburg cambió a la velocidad de sus lanzamientos.

En apenas su partido 12 en las Grandes Ligas se rompió el ligamento del codo derecho y tuvo que ser sometido a la riesgosa operación Tommy John.

Tras una larga recuperación de 18 meses y una corta reaparición en 2011, fue un año después que retomó protagonismo.

Los Nacionales generaron polémica al guardar a su as para la postemporada de 2012 sin que importara quedar eliminados con el objetivo de no forzar su brazo.

El diestro completó lo que era su mejor temporada hasta ese momento con 15 triunfos y su primer llamado al Juego de Estrellas.

Diez años después de ser seleccionado en el Draft alcanzó la gloria en la Serie Mundial, un título que su gran héroe Tony Gwynn no pudo logró en 20 años de carrera. Pero su influencia seguirá presente como el día que decidió dejar de masticar tabaco tras la muerte de su mentor, por cáncer, en 2014.

Strasburg fue el beisbolista mejor pagado esta temporada con 38 millones 333 mil dólares como parte del convenio que firmó en 2016 por un monto total de 175 mdd durante siete temporadas.

En el pacto existe una cláusula con la que puede salirse del contrato y desechar los 100 millones de dólares que aún le restan y optar por la agencia libre en busca de un contrato que pueda duplicar el actual, situación que nunca llegó en un mejor momento para el pitcher convertido en uno de los grandes héroes de la Serie Mundial y que estuvo a punto de tirarlo todo.

Strasburg posa con el trofeo al Jugador Más Valioso / Foto: AFP

LOS DATOS

• Stephen Strasburg nació en San Diego, California, el 20 de julio de 1988.
• Participó en los Juegos Olímpicos de Bejing 2008; fue el único jugador colegial seleccionado en ese equipo que ganó medalla de bronce. 
• Fue la primera elección del Draft de 2009 y recibió un bono histórico de 15.1 millones de dólares de parte de los Nacionales.
• Debutó en las Grandes Ligas el 8 de junio de 2010 ante una gran expectación e impuso un récord de ponches del equipo con 14. 
• En su apertura 12 se lesiona el codo derecho y es sometido a la operación Tommy John; queda fuera 18 meses.
• La temporada pasada fue la mejor en triunfos con 18 y ponches con 251.
• En su contrato actual tiene cláusula en la que puede salirse del convenio y convertirse en agente libre durante este receso de temporada.

AMU