Cómo preparar infusión de piña con jengibre para mejorar la digestión: receta sencilla
Descubre paso a paso cómo hacer una infusión de piña y jengibre para favorecer la digestión y sentirte más ligero.

Cuando la comida se siente pesada después de comer, el cuerpo pide algo suave, cálido y eficaz… y nada como una infusión de piña con jengibre, una herramienta natural de la medicina tradicional para aliviar malestares digestivos en una receta sencilla.
Las infusiones combinan ingredientes adecuados para obtener un buen “apoyo digestivo” sin recurrir a productos industrializados. Entre estas opciones, la infusión de piña con jengibre destaca por su sabor tropical y sus compuestos con efectos beneficiosos sobre el aparato digestivo.
La piña contiene bromelina, una enzima que ayuda a descomponer las proteínas, facilitando la digestión y reduciendo la sensación de hinchazón; también colabora en acelerar el paso de los alimentos en el estómago y disminuir molestias relacionadas con digestión pesada, de acuerdo con estudios publicados en la National Library of Medicine.
El jengibre, por su parte, posee compuestos como gingerol que ejercen efecto calmante sobre el sistema gastrointestinal, favorecen la motilidad intestinal y pueden aliviar gases o malestar digestivo, según la Universidad de Harvard.
Ya sea que prefieras una infusión o un té, estas bebidas suelen tener más beneficios de los que imaginamos. ¡Por algo amarás esta preparación con piña y jengibre!

Infusión de piña con jengibre
Ingredientes:
- 1 rodaja gruesa de piña (o la cáscara + corazón de una piña)
- 3 a 5 cm de raíz de jengibre fresco, pelado y cortado en rodajas
- 1 litro de agua filtrada
- Jugo de medio limón
- Miel
- Una ramita de canela (opcional)
Preparación:
- En una olla, agrega el litro de agua y lleva a ebullición suave.
- Cuando empiece a hervir, baja el fuego y añade la piña y el jengibre. Si decides usar canela agrégala ahora.
- Deja que hierva en fuego bajo durante 10 a 15 minutos para que los compuestos activos se liberen.
- Apaga el fuego y permite que la infusión repose otros 5 minutos para extraer mejor sabor sin quemar los compuestos delicados.
- Cuela la mezcla con un colador fino o tela, descartando sólidos.
- Añade el jugo de limón y mezcla suavemente.
- Si deseas endulzar, hazlo con miel; deja enfriar un poco.
- Puedes beber la infusión de piña y jengibre templada o refrigerarla para disfrutar fría.

¿Por qué funciona esta infusión para la digestión?
La bromelina es una enzima presente en la piña que colabora con la descomposición de proteínas, facilitando su digestión. Mientras que el jengibre contiene gingerol y otros compuestos antiinflamatorios que relajan el tracto digestivo, reducen gases y mejoran el tránsito intestinal.
La combinación de ambos puede reducir la sensación de hinchazón posprandial y favorecer que los alimentos se digieran con mayor fluidez. Aunque esta infusión es en general segura, personas con estómagos muy sensibles o con reflujo gastroesofágico podrían encontrar la infusión irritante, debido a la acidez de la piña.
No excedas su consumo: 1 a 2 tazas al día suele ser suficiente para aprovechar sus beneficios sin saturar el sistema gastrointestinal. Si tienes condiciones médicas (úlceras, gastritis activa, uso de medicamentos anticoagulantes), consulta a tu médico antes de consumir estrategias digestivas naturales.

¿A qué hora es mejor beber la infusión de piña y jengibre?
Lo ideal es beber después de una comida pesada para aliviar la digestión o cuando notes sensación de pesadez; no es recomendable consumir en ayunas excesivamente fuerte si eres sensible, mejor empezar con versión suave.
Puedes integrarla ocasionalmente en tu rutina, no como sustituto de agua: es apoyo, no base. Conserva en frasco bien cerrado en refrigeración hasta 24‑48 horas y revuelve antes de servir (separación natural puede ocurrir).
La infusión de piña y jengibre te ayudará después de una comida pesada, ¡haz la prueba y nos cuentas los resultados!
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