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Tacleados

Yuriria Sierra

Yuriria Sierra

Nudo gordiano

Nuestro jugador tenía el balón y recibió un tacleo en nuestra propia zona de anotación. No pudimos hacer nada. Ni patear el balón. Nada. Perdimos. Casi por default. Nos metimos a la cancha, pero no dimos el ancho ni para el primer cuarto.

Y éste, más que un partido, nos costará 500 millones de pesos en ingresos por el turístico, otros 67 millones del presupuesto del gobierno federal y 923 millones más en la Ciudad de México. De ese tamaño las pérdidas, por la cancelación del Monday Night en el Estadio Azteca que se realizaría este lunes.

Las razones fueron materia de memes, todos merecidísimos.

Fue un oso, un ridículo internacional, otro con la NFL (¿o ya nos olvidamos del jersey robado?), pero ahora por el juego Rams vs. Chiefs. Desde enero se puso fecha y, a pesar de eso, evento tras evento en el Azteca, que originaron césped híbrido reseco y manchado, hoyos, tribunas obstruidas, accesos y gradas bloqueadas que sumadas a las lluvias atípicas, dejaron sin partido a miles de aficionados, además sin ganancias a quienes invirtieron en él. Y no hablo de las grandes empresas, me refiero también, desde luego, de los pequeños negocios que al rededor de la zona del Azteca, esperaban la fecha y la oportunidad de negocio. Todo al traste. Todo, otra vez, por la mala planeación.

En los últimos cinco meses, en el Azteca se realizaron de 37 eventos masivos. Lo mismo el cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador que El Dorado World Tour de Shakira o los conciertos de Los 40 principales, la Ke Buena y el aniversario de Telehit. Una sobrecarga de visitantes, pues además de esto, desde el 10 de junio se han jugado 31 partidos de Liga y Copa MX.

Un estadio enorme y multiusos al que debieron asegurarle cuidados para sus compromisos, más aún los que significan una gran inversión para varios frentes. Que hayan sido necesarias nueve pruebas para verificar la plantación del pasto y nueve más para revisar que éste cubra todo el campo, valida la decisión de la NFL, y deja a México en entredicho a nivel internacional, pues la parecer nunca notaron señal alguna de que algo andaba mal con el césped.

¿O el Estadio Azteca no informó a tiempo de las condiciones de su cancha? El gobierno federal ha invertido 14.5 millones de dólares en cada uno de los partidos registrados en México, en los últimos dos años. La liga de futbol americano está obligada a reembolsar lo invertido, pero sólo si los factores se consideran “eventos de fuerza mayor”, según el contrato firmado entre el Consejo de Promoción Turística y la NFL, pero eso está por determinarse.

De no ser así, podrían aplicarse sanciones de hasta 10 por ciento de la inversión. Como si no tuviéramos ya pendientes otras multas por contratos cancelados.

El tema va más allá de la noche de futbol que no sucederá. Cuando hace unas semanas se realizó la Fórmula 1, México y sus instalaciones deportivas demostraron que somos un país competitivo. Pero con lo sucedido con el Estadio Azteca, damos pasos atrás, pues además del ridículo internacional, asustamos a quienes tienen los ojos puestos en nuestro país como un destino de inversión.

Y éste tipo de sustos, ya tienen bastante. México, como miembro de la OCDE, no puede permitirse tropiezos, menos cuando el sector turístico es una de sus fortalezas, tan fuerte, que la inseguridad no ha mermado como pensaríamos. Qué torpeza ser quienes nos boicoteemos. El *Monday Night se ha realizado con éxito en años anteriores, ¿qué podría salir mal, pensamos? Respondimos que lo mismo de siempre: nuestra planeación.

Eso que siempre nos falla y que hace la diferencia en cuestiones de competitividad.

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