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El Chapo ¿no tenía opción?

Viridiana Ríos

Viridiana Ríos

La razón por la cual personas como El Chapo se vuelven narcotraficantes (1) no es falta de opciones de trabajo (2) ni es falta de empleo (3) ni es porque el narcotráfico tenga en promedio mejores salarios, es porque el narcotráfico, a diferencia de cualquier otra forma legal de ocupación, ofrece a jóvenes con pocos estudios, la posibilidad de volverse rico y de ser su propio jefe. En pocas palabras, el narcotráfico ofrece a nuestros jóvenes más ambiciosos la posibilidad de movilidad social que el resto del sistema económico legal les niega. Explico.

Primero, la falta de opciones laborales no puede ser la razón por la que los jóvenes se vuelvan narcotraficantes. Incluso, en Badiraguato hay opciones. El último censo económico del Inegi reporta que en el municipio tiene 172 unidades económicas, dedicadas a asuntos que van desde la manufactura (15 unidades económicas) y el comercio (55), hasta otros servicios (45), apoyo a los negocios (4) y servicios de salud (11). Hace 10 años, el mismo censo reportaba un Badiraguato incluso más desarrollado, con 12% más de empresas que hoy (194 unidades económicas), incluyendo 110 dedicadas exclusivamente al comercio.

Segundo, la falta de empleo no puede ser la razón por la cual los jóvenes se vuelven narcotraficantes, porque en nuestro país no hay tanto desempleo. En México, las estadísticas muestran que quien busca empleo lo encuentra. Entre los países de la OCDE, por ejemplo, México es el quinto país con menos desempleo, teniendo sólo a 4.9% de las personas que buscan empleo sin poder encontrarlo. Esto es menos que EU (6.1%), Canadá (7%) y España (24.2%). Si la falta de empleo fuera la variable más importante, España tendría un montón de narcotraficantes.

Tercero, el que los salarios sean mejores en el narcotráfico que en los empleos legales no es necesariamente cierto, sobre todo si consideramos la esperanza de vida. Ha sido documentado que al inicio de su carrera, cuando los nuevos miembros de las bandas criminales sólo se dedican a vigilar y a hacer labores de baja responsabilidad ni siquiera reciben un salario. Los pagos comienzan a ser altos hasta que se vuelven jefes de plaza o tienen puestos elevados. Sin embargo, dado que en muchas bandas criminales la esperanza de vida de sus miembros es muy baja, es decir, mueren asesinados con altísima frecuencia, hay una alta probabilidad de que los jóvenes permanezcan en el grupo criminal sin ganar un peso y luego mueran asesinados. Así, si un Zeta vive sólo un par de años, existen altas probabilidades de que lo haga sin sueldo. La vida de rey llega hasta más adelante en su carrera cuando ya muchos han muerto.

La razón por la cual jóvenes, como El Chapo Guzmán en ese momento,deciden dedicarse al narcotráfico tiene más que ver con la falta de movilidad social que ofrecen las profesiones legales. En México, 41.1% de las personas que laboran tiene un salario tan bajo que no les permite alimentar a los integrantes de su familia. Más aún, de acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, sólo 2% de las personas que nacen en los niveles más bajos de pobreza podrán llegar a pertenecer al quintil de ingresos más altos. La decisión que los jóvenes toman es entre ganar un salario bajo con una ocupación legal viviendo muchos años, o la posibilidad remota de sobrevivir en la banda criminal y llegar eventualmente a ganar mucho dinero.

Así que, en cierta forma, El Chapo tiene razón. Si bien ser narcotraficante no es la mejor decisión financiera para la gran mayoría, ni la única fuente de empleo, sí es, para muchos, la única forma de llegar a ser el jefe.

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