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Mensajes, no soluciones

Pascal Beltrán del Río

Pascal Beltrán del Río

Bitácora del director

El gobierno federal obtuvo 28.4 millones de pesos en la subasta de autos de lujo y blindados que se realizó el pasado fin de semana en Los Pinos. Esto, tras una decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de vender dichos vehículos, que eran parte del inventario de la administración pública.

El mandatario también resolvió que el dinero recaudado se entregará a dos municipios de Oaxaca, Santos Reyes Yucuná, en la Mixteca, y Santa María Zaniza, en la Sierra Sur, considerados como las dos demarcaciones más pobres de las dos mil 457 que hay en el país, de acuerdo con el informe Medición de la pobreza municipal 2015, elaborado por el Coneval.

Yucuná tiene unos mil 800 habitantes y Zaniza, unos dos mil 200. Prácticamente, todos padecen pobreza. En el primer caso, el porcentaje es de 99.9 y en el segundo, de 99.7, a decir del estudio.

Su marginación es también cultural, puesto que la etimología de Yucuná (de origen mixteco) y Zaniza (zapoteco) se ha perdido en el tiempo, de acuerdo con la Nomenclatura geográfica mexicana, de don Antonio Peñafiel Berruecos.

Y si bien Yucuná también lidera la lista de los municipios con mayor pobreza extrema (97.4% de sus habitantes comparten esa condición), Zaniza aparece en el undécimo sitio (77.3%).

Nebulosa, como la etimología de sus nombres, es también la razón por la que se decidió otorgar todos los recursos recaudados en la subasta sólo a esos dos municipios oaxaqueños.

¿Qué pasará con Aldama, Chiapas, el número tres en la lista de demarcaciones con mayor porcentaje de habitantes en pobreza, detrás de Zaniza? ¿Y con Cochoapa el Grande, Guerrero, número dos en la de pobreza extrema?

Más aún, ¿qué se hará con los pueblos que colindan con los dos municipios oaxaqueños favorecidos por el Presidente –Santo Domingo Tonalá, San Simón Zahuatlán y San Martín Zacatepec, vecinos de Santos Reyes Yucuná, y Santiago Textitlán, San Lorenzo Texmelucan y San Jacinto Tlacotepec, vecinos de Santa María Zaniza—, pues si bien no aparecen en la lista de los más pobres del país, tampoco es que estén en jauja?

¿En qué se usarán los recursos de la subasta? ¿Calles, escuelas, centros comunitarios, despensas…? ¿Se dividirán los 28.4 millones de pesos entre los cuatro mil habitantes de los dos municipios para entregarle a cada uno de ellos siete mil 100 pesos como un apoyo “de manera directa”?

Este gobierno parece más interesado en mandar mensajes mediáticos que en resolver problemas de forma estructural.

 

Buscapiés

 “Nosotros no chantajeamos, queremos competir y vender medicinas”, me dijo ayer Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Amelaf, en entrevista para Imagen Radio. Minutos antes, en la conferencia mañanera, el Presidente había advertido que no permitiría que los laboratorios lo chantajearan imponiéndole precios de los medicamentos para el sector público.

 López Obrador también afirmó que si no se logra un acuerdo sobre el precio de las medicinas con los fabricantes mexicanos, mandará a los secretarios de Relaciones Exteriores, Hacienda y Salud a buscarlas en el extranjero. Pero si la idea del gobierno es comprarlas en India, China o Pakistán, quizá levanten la mano los países con los que México ha firmado acuerdos de libre comercio, que querrán que les den preferencia, como disponen esos instrumentos.

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