Nicolás Maduro siente hoy lo que han sentido millones de venezolanos a los que paulatinamente se les ha ido robando la democracia, desde que se instaló el chavismo en ese país, hace casi 26 años.
La ofensiva de Trump contra su dictadura le provoca rabia, frustración, impotencia frente a un déspota mucho más poderoso que él.
Así lo refleja el tono del comunicado del gobierno de Venezuela que se dio a conocer ayer, luego de la conversación telefónica de Maduro con el secretario general de la ONU, António Guterres.
“Durante la llamada —dice el comunicado—, el presidente Maduro denunció asedio político, diplomático y económico contra Venezuela, así como la intensificación de una campaña de falsedades y amenazas militares, que ha incluido hechos de piratería moderna, como el asalto a un buque venezolano que transportaba petróleo legítimamente comercializado”.
* A la orden ejecutiva de Trump de bloquear totalmente los buques venezolanos, Maduro respondió instruyendo a su Armada para que escolten los barcos venezolanos que transportan petróleo y sus derivados.
Un cable de la agencia citó al periodista ultraconservador Tucker Carlson, quien anunció que Trump declararía de un momento a otro la guerra a Venezuela.
Al cierre de esta columna, el presidente de Estados Unidos no se había pronunciado.
El riesgo de una confrontación armada entre los dos países está al rojo vivo.
* Sobre el tema, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un llamado a la ONU para que actúe, y ofreció que México sea sede de un encuentro entre Estados Unidos y Venezuela, para tener un diálogo diplomático.
Es un llamado a misa. Guterres no tiene los medios para impedir que Trump levante el cerco a Venezuela.
La propia Sheinbaum lo reconoce implícitamente en sus declaraciones:
“No se ha visto que la ONU asuma su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre y que se busque la solución pacífica de los conflictos”.
Ricardo Pascoe, exembajador de México en Cuba, comentó la oferta de mediación que hizo la Presidenta.
En su cuenta de X escribió: “Después de tanto silencio y tantos desaires, ahora Claudia Sheinbaum fantasea que México pudiera ser interlocutor creíble entre Venezuela y Estados Unidos. Esa credibilidad la perdió hace mucho, al ponerse del lado, militantemente, de Venezuela”.
* Hay morenistas avergonzados con los episodios de corrupción que han manchado los principios que rigen a la Cuarta Transformación. Llámese huachicol fiscal, La Barredora, el Klan, Fernández Noroña, Segalmex, Pío López Obrador, enriquecimiento inexplicable, lujos de sus dirigentes…
Una de ellas es la senadora María Guadalupe Chavira de la Rosa. Trae un punto de acuerdo que así lo refleja. Lo iba a presentar en la corta sesión de la Comisión Permanente (una hora), pero no se subió a tribuna por motivos que ignoramos.
Chavira, sin embargo, nos hizo llegar el crítico documento en el que dice que el Movimiento de Regeneración Nacional no nació para sustituir unas élites por otras ni para administrar privilegios, bajo nuevos discursos.
No bajó el tono: “La verdadera lealtad a un movimiento transformador no consiste en cerrar filas acríticamente ni confundir cercanía política con permiso moral”.
Luego de señalar que cuando se pierde la ética se corre el riesgo de reproducir lógicas que la transformación vino a erradicar, dejó claro que “transformar no es destruir, tampoco es simular”.
* Aunque no sabemos con precisión el contenido de la reforma electoral que la presidenta Sheinbaum enviará al Congreso, Ricardo Monreal, líder de la mayoría en San Lázaro, mencionó temas de los que se ha hablado, en entrevista con Joaquín López-Dóriga:
Disminución de plurinominales, reducción de recursos al INE y a los partidos políticos, eliminación de los OPLE y de tribunales electorales locales, el fuero constitucional y la revocación de mandato.
La reforma no alcanzaría la mayoría calificada. Los aliados de Morena ven con desconfianza la reducción de los pluris, pero también la reducción del financiamiento.
Dice Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en San Lázaro, dijo : “La reforma electoral, que nadie pidió, se está planteando como una operación para tratar de quedarse con los aparatos electorales”.
Destacó la reducción del financiamiento a los partidos y a la autoridad electoral.
Preguntó: ¿Quién va a financiar la política de este país? ¿El narcotráfico?
Ahí se la dejo.
