Aisha Gaban no existe, pero estuvo ahí

Channel 4, canal de televisión del Reino Unido, contribuyó a la polémica sobre el uso de la inteligencia artificial en el periodismo. “Will AI Take My Job?” presentó a una conductora impecable: voz cálida, rostro empático, dicción perfecta. Se llamaba Aisha ...

Channel 4, canal de televisión del Reino Unido, contribuyó a la polémica sobre el uso de la inteligencia artificial en el periodismo. “Will AI Take My Job?” presentó a una conductora impecable: voz cálida, rostro empático, dicción perfecta. Se llamaba Aisha Gaban. Sonrió y confesó: “No existo”.

Fue un golpe. Ni su imagen ni su voz pertenecían a una persona. Todo —cada parpadeo— fue creado con inteligencia artificial. La presentadora era, en realidad, un diseño, una creación. En principio de cuentas, una petición a un chatbot.

Jacobo Zabludovsky bromeaba con que nunca tomaba vacaciones, porque corría el riesgo de quien lo sustituyera lo fuera a hacer mejor y más barato, pero esto de Aisha Gaban ya es demasiado.

“¿Dejará la IA sin empleo a millones de trabajadores cualificados en Gran Bretaña?”, se pregunta Channel 4 en su promocional. “Desde los servicios sanitarios a los jurídicos, Dispatches (título de una serie sobre el tema) investiga, enfrentando a humanos y máquinas para descubrir quién presenta mejor desempeño”.

La intención, aclaró Channel 4, no era sustituir presentadores, sino generar una advertencia. Fue una alerta sobre el futuro del trabajo humano.

Aisha Gaban retrató tiempos de la IA en los que el periodismo parece amenazado. La confianza que televidentes, radioescuchas y lectores tienen en gente de trayectoria y renombre se puede desdibujar con una simple decisión ejecutiva.

El medio italiano Meridiana Notizie lo resumió sin rodeos: “Su credibilidad fue su trampa”. Puede ser, pero Gaban resultó tan convincente y agradable como muchos presentadores reales. La audiencia nunca advirtió “la trampa”, ni apagó la televisión ni cambió de canal.

The Guardian advirtió un acto “vertiginosamente sombrío en muchos sentidos” al ver que una figura de autoridad podía resultar puramente sintética.

Aisha Gaban no nació. Tampoco morirá. Acaso volverá a presentarse ante las cámaras con una versión actualizada. Mientras tanto, los periodistas —los verdaderos— debemos decidir si seguimos lamentando la presencia de las máquinas (como en las canciones de Fear Factory) o sostenemos nuestra labor recurriendo al viejo truco de reportear sin tener los pelos de la mula en la mano, sino la piel completa. Las máquinas, en todo caso, no se irán a ningún lado.

Louisa Compton, jefa de Noticias de Channel 4, aclaró: “El uso de presentadores de IA no es algo que vayamos a convertir en habitual en Channel 4; en cambio, nuestro enfoque en noticias y actualidad se centra en un periodismo de primera calidad, verificado, debidamente imparcial y de confianza, algo que la IA no es capaz de hacer.”

Al final del día, los plomeros serán los únicos irreemplazables. Como diría Woody Allen: “A ver, intente conseguir un plomero a media tarde de un domingo”.

CAJA NEGRA

Además de una excelente profesional de la salud, la doctora Ximena Rosas ha sido atleta, una destacada promotora del uso de la bicicleta en la CDMX y, por si fuera poco, ahora también es autora de un libro de divulgación que será de gran utilidad para los deportistas amateurs que buscan información nutricional precisa y vasta. Se trata de Energía en movimiento, cuya presentación se llevará a cabo el próximo jueves 13 de noviembre, a las 19:00 horas, en La Titería (Vicente Guerrero 7, Del Carmen, Coyoacán).

Cabe decir que esta guía esencial de nutrición y fisiología es producto de la experiencia de la autora en diferentes disciplinas deportivas, de su sólida formación en investigación biomédica, así como de la admiración por la carrera de su abuelo, el velocista Santiago Plaza Yagüe, quien fue campeón panamericano de atletismo y representó a México en los Juegos Olímpicos de Roma 1960.

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