2025: apuntes sueltos

Adán Augusto López es la antifigura de 2025. Parece estar hasta el cuello de lodo por la situación legal de Hernán Bermúdez Requena, pero se defiende con que “no sabía”. Muy quitado de la pena, resistió periodicazos.

Termina un año en el que no cesó el fuego entre Rusia y Ucrania, además de que las hostilidades de Israel sobre Gaza se mantienen. A ello se suma la amenaza de Donald Trump para invadir Venezuela, con el Nobel de la Paz, María Corina Machado, como picaporte de la Casa Blanca. Lo notó bien Henry Kissinger, otro criticadísimo Nobel: “Estados Unidos no tiene amigos, sólo tiene intereses”.

El caso es que éstos y otros temas quedaron sin abordar en este espacio. Están en borradores, ideas pasadas a notas, apuntes sueltos, reflexiones que ahora me permito referir con el deseo de que 2026 sea un año próspero para los lectores de Excélsior.

Uno: Ernesto Zedillo, bienestar para tu familia. Tras años alejado de los foros públicos, reapareció el penúltimo presidente surgido del PRI para, esencialmente, denunciar los riesgos que enfrenta la democracia mexicana con la 4T. Me conmovió que lo hiciera quien reconoció, a la velocidad de los conteos rápidos del entonces IFE, el triunfo del panista Vicente Fox, en el año 2000, acción que le valió el odio de sus correligionarios. Algo sabe el doctor Zedillo sobre deslealtades. Ahí está su primer secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma, para probarlo.    

Dos: Adán Augusto López, o la delincuencia política organizada. El senador tabasqueño es la antifigura de 2025. Parece estar hasta el cuello de lodo por la situación legal de Hernán Bermúdez Requena, pero se defiende con que “no sabía”. Muy quitado de la pena, resistió periodicazos y una campaña operada (que no me vengan con que no) desde Palacio Nacional. Salió avante, o eso parece. Se comportó como si su falta hubiera sido pasarse un alto. Al final del día, el único obligado a creerle es Felipe Calderón.

Tres: loba con piel de oveja. Cruel destino, Isabel Miranda de Wallace falleció casi al mismo tiempo en que salió Fabricación, de Ricardo Raphael, amplio ejercicio narrativo sobre la extraña desaparición de Hugo Alberto Wallace. Básicamente, la tesis del libro se centra en la búsqueda de una madre a su hijo, con la variante de que la señora fungió como decidida animadora de testimonios inventados y evidencias absurdas para crear una banda de secuestradores, algo similar al caso de Florence Cassez. Hubiera sido interesantísimo ver a la Wallace y a Raphael en una mesa de debate en la tele. O quizás eso habría sido mala idea, como lo fue que el PAN la hiciera candidata a la jefatura de la capital mexicana.

Cuatro: Infodemia con un clic. Descubrí, por accidente, Grokipedia, enciclopedia impulsada por inteligencia artificial, competidora de Wikipedia. Fue lanzada apenas el 27 de octubre de 2025 por Elon Musk. Se vende como alternativa para buscar información, pero parece más un medio de adoctrinamiento. Cinco: Jake Paul y el precio de la fama. Hay una tendencia creciente de influencers que organizan veladas boxísticas de pocos rounds, pero golpes efectivos, eventos masivos con miles de asistentes y millones de seguidores alrededor del mundo que dan likes y ganancias jugosas a protagonistas y organizadores. Expertos han señalado los riesgos de subirse a un ring sin la preparación adecuada, pero eso le importa un comino a los fanáticos del libre mercado. Por ello, la pelea entre el youtuber Jake Paul y el casi sesentón Mike Tyson desprendió un fuerte tufo a fraude. Sin embargo, el reciente combate entre el mencionado Paul y Anthony Joshua reveló la realidad. Leo que la fortuna de Paul asciende a unos 200 millones de dólares. Los ricos tienen caprichos muy raros. Joshua se lo hizo pagar con una doble fractura de mandíbula. Nacho Beristáin, legendario mánager con casi una treintena de campeones del mundo, resumió el boxeo mejor que nadie: “Los putazos nunca han sido dulces”.