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Checklist

Fabiola Guarneros Saavedra

Fabiola Guarneros Saavedra

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“La Cuarta Transformación de la Vida Pública Nacional se ha propuesto erradicar la corrupción, construir un Estado de bienestar y de derecho y heredar un país libre, democrático y soberano, en el que la política se oriente por el principio del servicio a los demás y en el que el desarrollo no deje fuera a nadie…”, cito un párrafo de la presentación de la guía ética que el gobierno federal difundió el pasado jueves.

Sin embargo, para cumplir tales propósitos estamos obligados a hacer un checklist de los principios y valores que se sugieren hay que seguir, porque este país lo construimos o destruimos todos y de nuestra sociedad emanan los líderes políticos, empresariales y sociales; los funcionarios públicos, los legisladores y nuestros gobernantes.

Del respeto a la diferencia. A las autoridades y a los ciudadanos se les olvida con mucha frecuencia la inclusión de las personas con discapacidad (ni siquiera merecieron una sola referencia en la guía). En el tema educativo es más evidente la exclusión, pues los programas educativos y planes de trabajo en el aula o a distancia no están adaptados a las personas con discapacidad visual, auditiva o intelectual; no existe infraestructura en las escuelas para atender las necesidades de movilidad y los profesores no son capacitados ni cuentan con los materiales didácticos adecuados.

“No todas las personas son como tú, no todas piensan como tú ni hablan como tú (…) Respeta la forma de ser de los otros y no pretendas imponerles tus conductas, gustos, opiniones o preferencias”, dice la guía. Una excelente recomendación para quienes, desde el gobierno y fuera de éste, han apostado a la polarización de la sociedad, rechazan la crítica; descalifican y exhiben a quienes piensan de manera diferente.

De la libertad. “Para ejercer tu libertad es necesario que nada ni nadie, particularmente las autoridades, interfieran en tus elecciones personales y que el Estado garantice tu seguridad, tu integridad y tu vida para que puedas realizarlas, siempre y cuando no dañes a terceros ni vulneres sus derechos”. Tarea pendiente para las autoridades mexicanas que han permitido que las protestas y marchas ciudadanas se conviertan en terrenos de violencia o que el libre tránsito y la seguridad en las carreteras o vías de ferrocarril se vean afectados por unos cuantos.

Del perdón. “Pide perdón si actuaste mal y otórgalo si fuiste víctima de maltrato, agresión, abuso o violencia, que así permitirás la liberación de la culpa de quien te ofendió”. Es muy difícil que el perdón se otorgue cuando la justicia no se procura ni ampara ni protege a la víctima; cuando deja impune el delito y más en estos tiempos cuando de enero a octubre de este año, se registraron 801 víctimas de feminicidio y 184 mil 462 casos de violencia familiar (datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), y 250 mil adolescentes de entre 10 y 19 años reportaron agresiones por golpes, patadas, puñetazos; maltrato, empujones desde un lugar elevado, agresiones con arma de fuego, así como sofocación y estrangulamiento (Excélsior 25/11/20).

De la redención. “Desde una perspectiva humanista, los criminales y corruptos pueden redimirse por medio de la reflexión, la educación e incluso la terapia sicológica…”. Permítame, querido lector, ser una incrédula en este punto, además de la educación y las terapias, el ciudadano y la autoridad tienen que respetar y hacer que se cumplan las leyes y los códigos civiles y penales.

De la fraternidad. “Es un deber colectivo de las naciones ofrecer a cada una de sus hijas e hijos una cuna para nacer, un pupitre para aprender, herramientas para trabajar, una cama para dormir, una mesa para comer, un techo para guarecerse, un lugar en el hospital para curarse y una tumba para descansar”. Principio que queda pendiente en este checklist y que ha sido arrastrado por todos los gobiernos de este país.

De la autoridad y el poder. “Ni el poder ni la autoridad son derechos o atributos de tu persona. Uno y otra sólo tienen sentido ético cuando se ejercen para servir a los demás. Si lo usas en provecho propio o de tus allegados incurres en corrupción, perviertes el cargo, traicionas la confianza…”. Los ejemplos de funcionarios públicos, autoridades y gobernantes que han saqueado al país están en todos los partidos políticos y en todas las administraciones.

Así que es hora de revisar nuestro comportamiento y acciones porque, como en toda buena familia o pueblo bueno, la palabra convence, pero el ejemplo, arrastra.

 

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