No comemos para morirnos

Me he dado cuenta de que el pensamiento que, este siglo y el pasado, acogen sobre la comida es nocivo. Su referencia general es meramente calórica o perjudicial para la salud. Ideas que han ido exterminando la función básica de la alimentación. ¡Comemos para funcionar, ...

Me he dado cuenta de que el pensamiento que, este siglo y el pasado, acogen sobre la comida es nocivo. Su referencia general es meramente calórica o perjudicial para la salud. Ideas que han ido exterminando la función básica de la alimentación. ¡Comemos para funcionar, no para morirnos! Pero nos hemos dedicado a satanizar los alimentos, en lugar de dilatar sus propiedades. En buscarle lo malo. Entonces nos comemos un chocolate pensando en lo “gordos” que estamos —o que nos vamos a poner—, en lugar de enaltecer su contenido en feniletilamina y antioxidantes... ¡Para la mente, no es lo mismo!

Cada idea que absorbemos resulta en un comunicado orgánico. El juicio de la materia gris repercute hasta en las partículas subatómicas que nos construyen. ¿Qué mensaje le mandas a tu cerebro cuando le estás dando energía? ¿Con qué energía te cargas? ¿Con una positiva o con una negativa?

No hay alimentos malos... Aunque sí existe el exceso. ¡Ese es el traicionero! No es lo mismo un chocolate ocasional a uno diario. Una copa de vino, a la botella. El cafecito, a la cafetera... ¡No es lo mismo!

Todos los alimentos contienen propiedades. Hasta los más satanizados. ¡Sí! Hasta el refresco de Cola se vendía en farmacias. Cabe aclarar que no recomiendo su consumo. Su contenido de azúcar excede la recomendación diaria, que son cuatro cucharadas. Pero, ¿a poco no lo has tomado cuando tienes malestar estomacal? ¡Te calma las nauseas!

El café es otro. ¡Y siguen los estudios! Unos a favor. Otros en contra... Como cafeinómana, creo que su consumo favorece el metabolismo. Agudiza la memoria y los sentidos. Atenúa los dolores de cabeza y los resfriados. También quita la fatiga y ayuda a que la actividad física sea más enérgica. También es diurético y, no se cómo, pero quita los antojos. Es antioxidante y digestivo. Algunos estudios lo relacionan con la prevención del Alzheimer.

Bueno, y la grasa... otro grandísimo “No”. ¡Falso! Además de ayudar a transportar ciertos nutrientes, se sabe que es necesario para el funcionamiento del cerebro y las terminaciones nerviosas. ¡Ya han oído hablar del omega y el DHA! El omega te ayuda a levantar el colesterol que tienes pegado en las arterias y hasta a bajar de peso! ¡Y es lógico! También en los órganos se adhiere la grasa mala. El ejemplo más claro es el corazón. Por eso dicen que provoca infartos. Pero ojo, el consumo de un buen aceite cuida tu corazón y te ayuda a bajar de peso. También tiene un efecto importantísimo en el desarrollo cognitivo y visual, en la capacidad de aprender. Literal, el aceite te hace inteligente. La única regla es encontrar el adecuado. Si humea cuando cocinas, ya no sirve. Lo mejor es tomarlo crudo.

En torno al colesterol se han creado millones de mitos. Entre ellos, el huevo. ¡Que porque su consumo lo eleva! En realidad, el colesterol es propio de los animales. Entonces también lo encontramos en la carne, el pollo, pescado, cerdo, lácteos... ¡Básicamente en toda la dieta! Así pues, lo que está mal es el exceso: desayunar, comer y cenar con proteína. Los requerimientos diarios no pasan del largo y ancho de la palma de tu mano (esto es, sin contar los dedos). Si sumamos el queso cottage, que ese es otro tema, más el trancazo de carne de la comida, más el jamón del sandwich, el pollo deshebrado de tus enchiladas, la leche del café y el yogur... ¡Ya te pasaste! La culpa no es del huevo. Éste contiene muchas propiedades. Entre ellas, la luteína, que está en la yema. Misma que muchos eliminan de su dieta. Ésta es antioxidante y un filtro solar natural. ¡Sí! Previene el cáncer de piel. Protege la vista y del envejecimiento.

Hay alimentos aún más nobles, como la fruta, que han sido descartados de las dietas. El mango, el plátano... ¡que porque contienen mucha azúcar! ¡Pero jamás la misma cantidad que contiene el Fuze Tea de durazno que te compras en el Oxxo. Ése tiene 16 cucharadas por cada 600 ml. ¡Cuatro veces la recomendación diaria!

Miren, llevar una vida sana es fácil mientras sepas y elijas tus nutrientes. Cuando tomas lo bueno y permites que tu organismo se cargue con esa energía positiva. Los mensajes que le mandas a tu cuerpo también son nutrientes. ¡Yo diría, los más importantes! Porque somos poder de pensamiento hasta después de la muerte.

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