Unión Europea y México: aliados en la defensa de los derechos humanos

columnista invitado global

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Por Kajsa Ollongren

Por Kajsa Ollongren*

En un momento en que los derechos humanos son desafiados en distintas regiones del mundo, México y la Unión Europea (UE) estamos llamados a defender más que nunca los valores que nos definen —la democracia, la protección de la dignidad humana y la defensa de los derechos humanos—. En este sentido, mi visita a México representa una oportunidad invaluable para reforzar una convicción compartida: sólo a través del compromiso común y la cooperación podremos salvaguardar los derechos humanos y fortalecer nuestras democracias.

En la actualidad vemos cómo se reducen los espacios cívicos, se cuestiona la universalidad de los derechos humanos y aumentan la polarización, la amenaza del crimen organizado, los ataques a personas defensoras y periodistas, así como la desinformación. Al mismo tiempo, las crisis humanitarias se multiplican, las desigualdades persisten y el cambio climático afecta con mayor fuerza a quienes menos tienen. Ante este panorama, la respuesta debe ser más diálogo, más cooperación internacional, más rendición de cuentas y más firmeza en la defensa de los principios que sostienen nuestras sociedades.

Europa aprendió estas lecciones a partir de su propia historia. Las atrocidades del siglo XX llevaron al surgimiento del sistema internacional de derechos humanos y al reconocimiento colectivo de que la dignidad y la igualdad deben ser la base del orden global. La UE nació como un proyecto de paz que, con el tiempo, se convirtió en un modelo de cohesión social, prosperidad y Estado de derecho. Actualmente, tiene uno de los marcos más robustos de protección de derechos en el mundo. Pero estos valores no son exclusivos de Europa: son universales por naturaleza. Por eso, junto a nuestros socios, defendemos con convicción un orden internacional basado en reglas y en el respeto a los derechos fundamentales.

En este sentido, México es un aliado clave. Pocas naciones han mostrado un compromiso tan claro con el derecho internacional de los derechos humanos. México cuenta con una de las legislaciones más avanzadas de la región, es parte de todos los convenios sobre derechos humanos a nivel de las Naciones Unidas y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y mantiene un diálogo abierto y constructivo con los organismos internacionales. Cabe destacar que la UE y México somos socios afines en los foros internacionales: coincidimos en más de 90% de las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y trabajamos juntos en el fortalecimiento del sistema multilateral. Pero no sólo coincidimos en principios: trabajamos de la mano para hacerlos realidad.

Es en este contexto que, durante mi visita a México, copresidiré, junto con el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Enrique Ochoa, el XIII Diálogo de Alto Nivel sobre Derechos Humanos entre México y la UE. En este encuentro entre iguales abordaremos temas como la protección de personas defensoras y periodistas, el fortalecimiento del Estado de derecho, los derechos humanos en entornos digitales, la prevención de la violencia y la lucha contra todas las formas de discriminación. Será, sin duda, un espacio para reafirmar nuestro compromiso político, revisar los avances, reconocer los desafíos y definir nuevas áreas de colaboración.

El Diálogo estará precedido por un seminario con organizaciones de la sociedad civil de ambos lados. Escuchar las perspectivas y recomendaciones de quienes defienden los derechos desde el terreno es fundamental. Son ellas quienes sostienen, a menudo en condiciones difíciles, el andamiaje de los derechos humanos en nuestras sociedades.

Mi agenda en México también incluye reuniones con autoridades de diferentes niveles, en las cuales he constatado una gran voluntad política de abordar los grandes desafíos en materia de derechos humanos y de trabajar de forma aún más estrecha con la UE.

Además del diálogo político, nuestra cooperación también se expresa en acciones concretas a través de proyectos cofinanciados por la UE e implementados junto con autoridades y organizaciones de la sociedad civil. Estos esfuerzos incluyen el apoyo a personas defensoras y periodistas, el reforzamiento de mecanismos de protección, el fortalecimiento de capacidades forenses y de búsqueda de personas, la promoción de la libertad de expresión y el acceso a la información, así como el impulso a una educación de calidad que contribuya a prevenir la violencia desde su raíz. Ayer, precisamente, estuve en Zacatecas, donde pude constatar la buena cooperación que existe con las autoridades del estado en materia de identificación forense.

Durante mi visita al país, tendré la oportunidad de conocer de primera mano otros proyectos y también participaré en el evento anual de Protejamos sus Voces, iniciativa mediante la cual la delegación de la Unión Europea en México y diversas embajadas europeas acompañan a personas defensoras y periodistas de diversas regiones del país.

Será una ocasión para reconocer su valentía, resiliencia, compromiso e invaluable labor en la protección de los derechos humanos.

Las empresas europeas con operaciones en México también han sido clave al incorporar estándares de derechos humanos e igualdad de género en sus inversiones y operaciones. Mirando hacia el futuro, el Acuerdo Global Modernizado entre la UE y México ampliará nuestro marco de cooperación en ámbitos clave, como los derechos laborales, medioambientales y la no discriminación, dotándonos de herramientas más robustas para avanzar juntos en la construcción de sociedades inclusivas, sostenibles y centradas en las personas.

En un mundo marcado por la incertidumbre y las desigualdades, la UE y México mantenemos firme nuestra convicción de que los derechos humanos son la piedra angular de sociedades pacíficas, justas y prósperas. Con diálogo, cooperación y alianzas, podemos construir un futuro en el que los derechos humanos no sean una aspiración, sino una realidad vivida por todas y todos, todos los días.

*Representante especial de la Unión Europea para los Derechos Humanos.