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Se tiñe el PT de rojo tomate

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Si no fuera porque el Partido del Trabajo lo puso por escrito en un comunicado, pocos hubieran creído que en la 4T tenían al experredista Mauricio El Tomate Toledo en tan alta estima, pues ese partido lo describe como una persona honorable, leal, honrada, eficiente y trabajadora.

Tan es así que decidieron nombrarlo comisionado nacional de Asuntos Electorales para Michoacán, mediante lo cual podrá, entre otras cosas, decidir todo lo referente a las campañas de ese partido en el estado.

La noticia la dio a conocer el comisionado político nacional del PT, Reginaldo Sandoval, coordinador de los diputados petistas en San Lázaro y quien parece estar muy impresionado por las cualidades de Toledo.

Luego de describirlo como el ejemplo de lo que debería ser un militante petista, don Reginaldo jura y perjura que con Mauricio se sacaron la lotería y que la dirigencia nacional tiene “altas expectativas” en el trabajo que realizará para el proyecto pejista en Michoacán.

A lo mejor al PT le llaman la atención las estrategias de Toledo, como la utilización de sillas, jitomates y huevo como herramientas de campaña, mismas que puso a prueba en la elección de 2018 en Coyoacán.

Y si tuvieran alguna duda, le podrían preguntar a Claudia Sheinbaum, por ejemplo, quien aún no olvida el trato que las huestes de El Tomate le dieron al menos un par de veces cuando anduvo en esos territorios buscando votos para su campaña a la Jefatura de Gobierno.

Pero si el PT se impresionó con Toledo, Morena no se quedó atrás con Jesús Valencia, otro exdelegado perredista, pero éste en Iztapalapa, al que le ven tantas cualidades que lo nombraron enlace de la Secretaría Nacional de Organización en Sonora. El buen Jesús será quien tome las riendas de la campaña de Alfonso Durazo para gobernador de esa entidad, como si en realidad fuera un experto operador electoral. Y menos en tierras donde los chilangos no son precisamente bien vistos, aunque lleguen con maletas de dinero.

Seguramente, ni Durazo ni los morenos que tomaron la decisión de nombrarlo pidieron opinión al canciller Marcelo Ebrard, quien desde hace tiempo borró de su lista de regalos de Navidad al exdelegado de Iztapalapa.

Ahora resulta que en el PRD se jalan los cabellos por haber dejado ir a dos de sus exdelegados capitalinos, hoy considerados baluartes políticos en la 4T, al grado de ser ellos quienes lideran las campañas de Morena y PT en dos entidades importantes.

Lo de Valencia se sabía desde el año pasado, pero lo del PT, que decidió ponerse un rojo tomate en Michoacán, sí cayó de sorpresa a varios, y entre esos varios estará la jefa de Gobierno de la CDMX, que muy contenta no debe andar.

 

 CENTAVITOS... A ver a ver, cómo está eso de que la morena Gabriela Osorio se promociona en las bardas del Colegio Rébsamen, donde en 2017 se registró una de las tragedias más lamentables de los sismos de septiembre de ese año. O la diputada es una completa inepta o una cínica, pues parece no importarle que ahí murieran niños y trabajadores de esa escuela, la cual se derrumbó por fallas en su construcción. Y por la parte política, olvida que la propia Sheinbaum fue involucrada en esa tragedia, pues cuando ocurrió era jefa delegacional en Tlalpan, cuyos funcionarios consintieron ilegalmente las adecuaciones del plantel, lo que al final ocasionó su caída, según los peritajes. Qué vergüenza de mujer, no merecería ser candidata a nada.

 

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