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Desnuda el Presidente a Ernestina

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Cuando parecía que la 4T cruzaría el pantano de la Línea 12 sin mancharse las alas, los mismos pejistas se encargaron de prender el ventilador para salpicar de lodo a los últimos tres jefes de Gobierno, surgidos de la izquierda en la capital.

Luego de que la Fiscalía de Justicia de la CDMX abrió proceso a diez exfuncionarios cercanos a Marcelo Ebrard para que respondan por los 26 muertos, decenas de heridos y millones de pesos perdidos en la tragedia de mayo pasado, comenzó el deschongadero.

El primer golpe se lo llevó Claudia Sheinbaum, de parte del propio Presidente, a quien, en su mañanera, se le chispoteó eso de que: “Como la Fiscalía de Justicia de la capital depende de ella, los conservadores esperaban que enjuiciara a Ebrard”.

La cosa es que Sheinbaum siempre ha rechazado que la fiscal Ernestina Godoy sea su carnala. Presumía que es autónoma y que respetaría el resultado de sus investigaciones sobre el mortal accidente en la Línea Dorada.

Sólo que de Palacio Nacional le recordaron que Ernestina baila al son que la jefa de Gobierno le toque. De pena ajena, si la fiscal estaba desacreditada, ayer quedó de plano desactivada.

Y peor después de que Gabriel Regino, abogado muy cercano a Marcelo y que defiende a la mitad de los inculpados, acusó a Godoy de manipular el informe de los peritos noruegos para exculpar a Claudia y atacar al canciller, con claros tintes electorales para 2024.

Para desviar la atención, la 4T intentó meter en el pleito a Miguel Ángel Mancera y a quien fue uno de sus directores en el Metro, Jorge Gaviño, acusándolos de sobrecargar las trabes siniestradas cuando rehabilitaron ese tramo.

Mal negocio para los pejistas, pues, si alguien tiene datos de la construcción de la Línea 12 y sus vicios, ése es precisamente Gaviño, quien, además de ser un gran abogado, como diputado de la Asamblea Legislativa 2012-2015 presidió la comisión que investigó el mugrero de esa obra.

Ya se sabía que intentarían culpar a Mancera y a su equipo de sobrecargar las trabes; los implicados están tranquilos.

Quien debe andar preocupada con el pleito es Claudia, pues cada vez son más los que afirman que en su informe final, además de señalar que la Línea 12 fue hecha con las patas, los peritos noruegos reportaron la falta de mantenimiento en esta administración.

Incluso el abogado Regino aseguró que, en su traducción del inglés al español, esa parte del informe fue manipulada.

Sobre el tema, Marcelo había dicho en la mañanera de ayer que él actuó con profesionalismo y que por eso daba la cara. Mancera declaró que no ha recibido citatorio alguno y, Claudia, que no se enganchará en ese debate.

La realidad es que ni Ebrard fue tan profesional, como lo afirma; ni Sheinbaum tan imparcial, como lo cacareaba; ni Ernestina es capaz de decidir de forma autónoma ni los zapatos que usa. El chiste es que dos presidenciables de la 4T están, de nuevo, en abierto deschongue.

 

CENTAVITOS

Y será El Sereno, pero con este tema de la Línea 12 quedó enterrado el sueño ciudadano de contar con verdaderos fiscales autónomos, alejados de la corrupción y con la suficiente fuerza para llevar a la cárcel a cualquier funcionario, así se tratara de un presidente. La 4T prostituyó esa idea, nombrando en esos cargos a puros cuates para hacerlos empleados de sus gobiernos. En el ámbito federal, Alejandro Gertz está dedicado a atender las órdenes presidenciales; en la CDMX, Ernestina se preocupa más por complacer a su jefa. ¿Y la justicia pa’cuándo, apá?

 

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