Sustitutos de azúcar, una opción para personas con diabetes

CIUDAD DE MÉXICO.

Desde el año 2000, la diabetes mellitus en México es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres. Tan solo durante 2010, esta enfermedad causó cerca de 83 mil muertes en el país, según el estudio "Epidemiología de la diabetes mellitus en México" de María Rosalba Rojas Martínez.

La diabetes es un padecimiento en el cual el azúcar (o glucosa) en la sangre se encuentra en un nivel elevado. Esto se debe a que el cuerpo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina: una hormona que ayuda a que las células transformen la glucosa -que proviene de los alimentos- en energía. Sin la suficiente insulina, la glucosa se mantiene en la sangre y con el tiempo, este exceso puede tener complicaciones graves.

Las personas que viven con diabetes saben que deben tener un control más estricto con su dieta, afortunadamente, existen algunas opciones que sustituyen al azúcar y que no perjudican su salud, por supuesto, si se consumen con moderación.

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A pesar de los mitos que existen alrededor de los edulcorantes, es un hecho que, de acuerdo con la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA por sus siglas en inglés) son uno de los alimentos más estudiados a nivel mundial para ser aprobados antes de su consumo ya que deben someterse a una evaluación de seguridad completa.

Afortunadamente, existen los endulzantes que respetan el sabor, color, textura y valor nutricional de los alimentos sin añadir calorías extras, entre ellos se encuentra SPLENDA.

Entre sus beneficios es que es 100% seguro y ayuda a las personas a llevar una vida más balanceada. También su ingesta es recomendable en mujeres embarazadas que están intentando controlar su peso durante toda la gestación.

Otra cosa que seguro no conocías es que los endulzantes sin calorías han sido objeto de exhaustivas pruebas en cuanto a su seguridad por organismos reguladores nacionales e internacionales, como la Food and Drugs Administration (FDA) –entre otros– quienes han concluido que existen pruebas contundentes sobre su seguridad para el consumo de cualquier persona. Por lo que han sido aprobados para su uso en alimentos y bebidas, y son regulados por autoridades internacionales y organizaciones científicas que aseguran que pueden consumirse sin riesgo.