Responder con votos a violencia, exhorta INE; consejeros condenan la barbarie

CIUDAD DE MÉXICO.

Consejeros del INE y partidos políticos condenaron la violencia en contra de hombres y mujeres de la clase política desde que inició el proceso electoral y se hizo un llamado generalizado para que la gente salga a votar como respuesta a quienes pretenden imponer la violencia. 

El presidente del INE, Lorenzo Córdova, también llamó a los tres órdenes de gobierno y autoridades autónomas para garantizar la paz en el país, a fin de que los ciudadanos puedan votar en libertad. 

Lo anterior, luego de condenar “la violencia y la barbarie” que se ha registrado, a fin de “crear zozobra, impedir la participación ciudadana y cerrar la puerta a candidatos y candidatas”. 

La violencia es la negación de la democracia misma”, dijo el consejero presidente al asegurar que mientras la democracia apunta a dirimir las controversias por las vías pacíficas, la violencia es la apuesta contraria de los ideales democráticos”. 

Agregó que con seguridad la sociedad habrá de participar masivamente en las urnas, pues “el voto una vez más será la manera en la que los mexicanos y mexicanas le diremos no a la violencia y refrendaremos nuestro compromiso democrático”. 

Durante la discusión de este tema en asuntos generales, los partidos externaron sus exigencias a los tres órdenes de gobierno para que tomen medidas para evitar la violencia contra candidatos. 

Alejandro Viedma, representante legislativo de Morena, defendió al Ejecutivo federal al considerar que no puede hacer todo “solo”, aunque es responsable, a nivel federal, de la violencia y mencionó una lista larga de morenistas que han sido víctimas de la violencia política, tanto candidatos como brigadistas que trabajan para su partido. 

El consejero Ciro Murayama regañó a los partidos que asumieron una “postura de parte”, porque consideró que “necesitan alturas de miras” y no sólo “hacer lecturas desde que el partido que una pertenece o el gobierno con el que se identifica, es negar la generosidad política que requiere el momento para construir una base de consenso y acuerdo que coloque a la ciudadanía y a los demócratas de un lado, y a los que atentan contra la vida, del otro”.