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Nacional

Rechazan marco curricular

Tras dos años de pandemia, maestros que han regresado a las aulas coinciden en que llegan desgastados y sin sentirse valorados

Laura Toribio | 15-05-2022
Fotos: Especial
Fotos: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Tras dos años de pandemia, maestros que han regresado a las aulas coinciden en que llegan desgastados y sin sentirse valorados. Admiten que es necesario un cambio en materia educativa, aunque no todos están convencidos de que sea el momento idóneo para ello, pues consideran que sólo vendrá a sumarles estrés y angustia, lo que impactará de manera directa en sus estudiantes.

Excélsior recopiló voces de docentes que opinan respecto al proyecto de marco curricular 2022 que propone la SEP. En general, todos se sienten dejados a un lado en la elaboración del documento, el cual, divide una enseñanza en seis fases y se dejará de trabajar por asignaturas. También, prevé que el plan de estudios se conformará por cuatro campos formativos. Desaparece la práctica de la evaluación para validar la calidad educativa.

 

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“FALTA DE CONSULTA”

Los profes estamos desamparados, yo lo veo así. Llegamos a esta etapa del desamparo aprendido en el que decimos, finalmente haga lo que yo haga las cosas van a cambiar sin nuestro consentimiento y tenemos que hacer por lo que nos pagan”, admitió Wenceslao Verdugo, jefe de enseñanza en la Secretaría de Educación y Cultura de Sonora.

El docente está convencido de que en materia educativa es urgente un cambio, sin embargo, lamentó la verdadera falta de consulta a los maestros para realizarlo.

Al hablar sobre el proyecto de marco curricular 2022, planteado por la SEP, consideró imposible que se haya hecho efectiva la consulta a los docentes.

Seguramente, las autoridades agarraron dos o tres propuestas que convenían a sus intereses y dijeron ‘los profesores hablaron y propusieron esto’, más no creo yo que se hayan leído todas y se hayan sistematizado porque mucho de lo que se habló en las reuniones, en las que yo estuve, es de la ausencia de las matemáticas, de la ausencia de las ciencias”, comentó.

Para el profesor que trabaja en varias escuelas como jefe de varios docentes de matemáticas, esta asignatura resulta indispensable porque enseña un método para resolver problemas que los niños y niñas van enfrentar durante toda su vida.

La matemáticas no son relevantes en términos de los números sino para resolver problemas de cualquier tipo, por ejemplo, que los niños que actualmente están solos en casa porque ya trabaja la mamá y la abuela, puedan hacerse la comida, que resuelvan su problema de alimentarse, que resuelvan su problema de cambiar una llanta de su bicicleta, que resuelvan su problema de instalar una aplicación en su celular, para eso es la enseñanza de las matemáticas, para tener un método para resolver problemas”, explicó.

Reconoció que la dificultad con la que se asocia esta materia es responsabilidad directa, en muchas ocasiones, de los propios maestros que se vuelven dificultadores del aprendizaje.

Ante ello, consideró que es momento de que el magisterio se ocupe de regresar a la idea fundamental de repensar para qué se inventó la escuela, para qué están los edificios, y para qué se enseña.

En el caso mío, para qué se enseñan las matemáticas, que no creamos que se enseñan matemáticas para reprobar chamacos, para correrlos de la prepa, estamos en la escuela para aprender e invitarlos a reflexionar”, expuso.

 

 

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VEN RIESGO LATENTE DE ABANDONO ESCOLAR

La presión hacia los maestros por implementar  un nuevo marco curricular, en opinión del inspector del sector de educación física en Querétaro, quien tiene a su cargo personal docente frente a grupo con servicio en 85 escuelas, propiciaría un riesgo latente para el abandono escolar.

El maestro explicó que el magisterio tiene prácticas muy arraigadas de gestión de enseñanza, que llevan tiempo transformar y deben ir acompañadas de una estrategia.

Y en ese sentido, en el regreso presencial a las escuelas tenemos otras prioridades como atender a los alumnos que han presentado rezago educativo, que tienen pérdidas de aprendizaje, que aún no han consolidado las habilidades necesarias para la vida. Si en la escuela nos enfrentamos a que tenemos una sobrecarga administrativa, una sobrecarga de trabajo académico llevada a la par con varias tareas, sumado con esta necesidad de poder comprender este marco curricular, puede en los estudiantes provocar este riesgo de abandono”, advirtió.

Ante ello, dijo que la adaptación al regreso presencial a las aulas debe estar antes que la implementación del marco curricular.

Si provocamos una presión al personal educativo y a los alumnos por querer recuperar en un lapso de tiempo muy corto aquello que no vimos durante dos años que estuvimos en casa sin asistir a la escuela presencial, sumado a querer entender este marco curricular, estaríamos me parece que apostándole a que se elevara un riesgo en los niveles de ansiedad y estrés”, expuso.

Agregó que el entendimiento de la nueva currícula implica tener capacitación, dedicación, tiempo e incluso recursos propios, cuando él mismo decide pagar sus cursos.

Tenemos que dar pasos firmes poco a poco, no pasos agigantados y mucho menos correr”, consideró.

Como inspector, ha percibido que los docentes están conscientes de que deben incorporar mejoras a su práctica y aunque las opciones de formación y capacitación que han recibido son diversas, ya están cansados de la “pantalla”.

Considero que se puede implementar, pero no es algo que se pueda lograr en un corto tiempo, esto llevaría algunos ciclos escolares, nos puede tomar 3 años más para ir dando avances”, estimó.

 

 

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LO RECOMENDABLE ES ESPERAR

Convencido de que un cambio del modelo educativo es necesario, el maestro Oscar Tiznado cree que, por el momento, cuando apenas se ve “la luz al final del túnel” tras la pandemia de covid-19, se debe aguardar.

Por ahora se deberían realizar ajustes razonables en la curricula, en los libros de texto y, sobre todo, en el sistema educativo nacional, porque a final de cuentas, docentes, alumnos, padres de familia, autoridades educativas, las secretarías en cada estado, la misma SEP, todos conformamos el sistema educativo nacional y en ocasiones lo sistemas tienen ciertos vicios o malas prácticas y mucho trámite burocrático, que es lo que creo que realmente mata a la labor docente”, consideró.

El docente dijo que el mayor riesgo del nuevo marco curricular propuesto por la SEP es quizá la prontitud con la que se quiere implementar.

En lugar de proponer una nueva currícula, un cambio de modelo, se debe aguantar un poquito más, mínimo dos o tres ciclos escolares, pues hay que tomar en cuenta que en todo este tiempo que duró la pandemia no todos alumnos fueron atendidos, entonces hubo un rezago importantísimo y antes de pandemia ya existía este rezago”, explicó. Para el profesor, quien durante 10 años fue maestro rural en Badiraguato y Mocorito, Sinaloa, el hecho de que a los docentes no se les tome en cuenta en este tipo de decisiones los hace sentir relegados.

Estamos como dejados a un lado, y así gobiernos van, vienen y yo nada más digo no puede ser posible, se habla bastante de la revalorización del magisterio, pero queda sólo en el discurso porque en la realidad no se ve reflejado”, lamentó.

Por ejemplo, durante toda la pandemia, el maestro tuvo que trabajar con sus propios recursos, su computadora, su electricidad y su internet.  

 

 

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HAY DESINFORMACIÓN EN MAESTROS

Nada de lo que la maestra Dulce Vargas conoce del proyecto del marco curricular 2022, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) pretende implementar para el próximo ciclo escolar, proviene de una fuente oficial.

Todo lo ha tenido que investigar por ella misma, con sus propios recursos.

Yo conozco al respecto por lo que he investigado y por la charla entre compañeros a quienes también les interesa saber, pero yo creo que el maestro debe estar informado de primera mano y capacitado también”, reprochó la docente.

Con lo que la maestra tiene conocimiento, ve en el nuevo marco curricular una posibilidad de aprender y reaprender sobre su práctica pedagógica, aunque admitió que para muchos de sus compañeros se convertirá como a menudo sucede, sólo en palabras escritas en un papel.

Yo lo veo como una oportunidad de aprovechar esta nueva propuesta de autonomía, de pensamiento crítico que sabemos que no es algo nuevo, que lo trabajamos a diario y a veces no nos damos cuenta. Claro que va generar estrés porque la situación que vivimos de la pandemia, lo emocional, la salud y la economía, nos tienen con cierta inestabilidad. Sabemos que las cosas nuevas a veces nos sorprenden, nos dan miedo, nos dan temor”, reconoció Para evitar que eso suceda, consideró que las autoridades deben enfocarse en la realidad que los maestros viven en el aula.

Que nos tomen en cuenta, que tomen en cuenta nuestras opiniones, en ocasiones los libros están totalmente descontextualizados a un mundo irreal y yo creo que todo eso genera el estrés porque nos dan algo y te dicen ‘ten, busca la manera’, y la información se va perdiendo, a veces va circulando en redes y pues considero que ahí es donde el maestro comienza a decir ‘bueno, dónde quedo yo’”, expresó.

Si bien la docente con 13 años de servicio en el sistema educativo festeja a diario su labor, no percibe la revalorización de la que se habla en el discurso oficial del gobierno federal.

Si nos vamos a la parte oficial, nomás nos mandan trabajo, trabajo, trabajo y no hay un reconocimiento, una felicitación, un aplauso, ¡vamos maestra! lo estás haciendo muy bien, pero hacemos a un lado esto y nos quedamos con lo bueno y yo se los comparto a mis compañeros, vamos a contagiarnos, a hacer de lo ordinario algo extraordinario”.

 

 

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 PRIORIDAD, ATENCIÓN SOCIOEMOCIONAL

Para Eva Guadalupe Montaño la prisa por imple­mentar un marco curricular podría distraer a los docentes de atender a sus alumnos, quienes re­quieren con urgencia atención socioemocional.

Por ejemplo a veces se acerca un niño, es de todos los días, ‘hola maestra cómo está; bien ¿y tú?, pues muy cansando, tuve que salir de mi casa a las 5:30 de la mañana para llegar a la escuela a las 8 porque yo vengo desde Neza y mis papás trabajan en Coyoacán, en­tonces me levanto y me duermo en el trayecto, tengo mucho sueño, me siento muy cansan­do’, y lo expresan en el momento en que se les escucha”, contó la sicóloga escolar de una Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva (UDEEI)

 Por eso, más que estar pensando en un nuevo modelo, cree que es momento de escu­char lo que los niños y niñas tienen que decir.

Vamos dos años retrasados en la cuestión académica, sí, pero en la cuestión socioemo­cional los niños y niñas pueden resolver pro­blemas en lo inmediato, hablamos de pérdidas, desde niños a los que se les murió una tía, hasta los que se les murió la abuela, el papá o la mamá”, comentó.

Con 35 años de servicio en el sistema edu­cativo, consideró que las autoridades se “sacan de la manga” muchos de los planes y progra­mas de estudio para ver cómo funcionan, sin tomar en cuenta la realidad de las escuelas del país, ni lo que enfrentan sus maestros.

La SEP se ha caracterizado por pedir un original y 20 copias, a qué me refiero, a veces se le da más carga a la parte administrativa que a la parte de los niños y niñas, ahorita los niños necesitan ser escuchados en ese sentir, en su hablar”, insistió.

Sobre lo que opinan los docentes de la nue­va propuesta curricular estimó que el 65% está confundido pues se guía mucho con la clínica del rumor, un 5% está a la “norma borrego”, es decir, acata sin protestar mientras que el res­tante está inconforme.

Entre un 25%, 30% está enojado porque nuestro trabajo no es de cuatro horas al frente del grupo; son cuatro horas más de planeación, entonces esto se traduce en ocho horas de trabajo, que si se tienen dos claves de traba­jo en la mañana y en la tarde, pues se saturan de actividades y poco le queda al maestro o al profesor para sus familias y su descanso perso­nal”, concluyó.

 

 

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 CAPACITACIÓN, LA CLAVE

El riesgo más grande de implementar un nuevo marco curricular es que, sin la capacitación ne­cesaria, los docentes se pierdan y no sepan qué contenido trabajar, durante cuánto tiempo y qué momento, dijo la maestra Ana Cecilia Ramírez.

Y eso repercutiría directamente en la evalua­ción de nuestros alumnos, porque los maestros no sabrían evaluar conforme lo está pidiendo este programa, no tanto para dar una calificación sino en este enfoque formativo. Es preocupan­te porque si no se da el acompañamiento, el docente no va a saber cómo aterrizar lo que se dice en el papel y es muchas veces lo que ha sucedido con los contenidos”, reconoció.

La docente, que se desempeña en la función de asesor técnico pedagógico desde hace 7 años, explicó que el maestro siempre tiene que hacer malabares para conocer un nuevo progra­ma y al mismo tiempo estarlo implementando.

Hay ocasiones en las que en tres, cuatro días se pretende que los maestros conozcan todo un programa de estudios, todo un plan de trabajo y realmente el tener que estar re­visando tantos contenidos que requieren re­flexión, que requieren del conocimiento, del análisis y de ser como muy revisados deta­lladamente, al ser muy poco el tiempo o tan apresuradas las formas, o que sea mediante pla­taformas, donde no hay realmente el acompaña­miento que se necesita, lo que puede suceder es que luego terminan implementándose estos programas con muchas cosas donde el maes­tro no sabe si lo está haciendo bien o lo está haciendo mal, pero bueno, es la forma como lo entendió”, dijo.

Por ello, consideró que se debería tomar al menos todo un ciclo escolar para una capacita­ción intensiva del magisterio.

En Aguascalientes tenemos poco tiempo en el que todos los alumnos están asistiendo pre­sencial, entonces ahorita sería mucho estrés e incertidumbre aterrizar estos contenidos”, opinó.

 

 

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 ES APRESURADO; APENAS SE RECUPERA EL RITMO

 Para Gloria Pérez, quien dirige un preesco­lar particular en la Ciudad de México, la imple­mentación de un nuevo marco curricular en lo inmediato pondría en riesgo los procesos de aprendizaje e incrementaría el desgaste de los maestros, toda vez que este ciclo escolar ape­nas ha servido para agarrar el ritmo tras un año y medio fuera de las aulas y retomar procesos como el que los niños tomen el lápiz de manera correcta antes de que se vayan a la primaria.

Hemos visto niños que, al momento de caminar, se les notan las horas que estuvieron sentados, por ejemplo, entonces son muchos cambios, situaciones que tenemos que aten­der y es un gran compromiso adentrarnos con en este nuevo proceso y claro que genera preocupación, genera estrés, ansiedad entre los profesores porque tenemos que entrar con nuevos formatos de planeación, porque hay otros elementos que nos piden, no estoy di­ciendo que estén ni bien ni mal, simplemente es un nuevo formato que hay que conocer, son nuevas terminologías, entonces es un proceso de mucha tensión”, explicó.

La maestra destacó que la consecuencia di­recta de aplicar el marco para el próximo ciclo escolar sería para los alumnos.

Si tenemos que hacerlo lo vamos a hacer, pero entonces empezamos mal, empezamos con poca información y con muchas dudas y la consecuencia es para nuestros alumnos; ya nos ha pasado en otros tiempos y otros momentos, ya incluso con los materiales, con grandes ciclos de capacitación, en los que hay dudas y no sólo de errores en los libros de texto, eso es lo de menos, sino en el manejo de los procesos, de los mismos contenidos”, explicó.

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