Logo de Excélsior                                                        
Nacional

Pandemia marca sucesión en la rectoría de la UAM; aspirantes a suceder a Eduardo Peñalosa Castro

Exponen sus puntos de vista sobre crisis económica, desafíos, retos, diagnóstico de los problemas, futuro de la institución, nueva normalidad, desocupación y relación con el gobierno federal

Laura Toribio | 08-06-2021
Pandemia marca sucesión en la rectoría de la UAM; aspirantes a suceder a Eduardo Peñalosa Castro

CIUDAD DE MÉXICO.

La crisis generada por la pandemia de covid-19, antecedida por la huelga más larga de su historia, marcará la sucesión de la rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)

A tres años de que se cumplan 50 años de su creación, hoy seis distinguidos académicos contienden por suceder en el cargo a  Eduardo Peñalosa Castro,  quien concluye el próximo 3 de julio su periodo al frente de la institución.  El elegido se convertirá en el  rector número 14  de la UAM.

Excélsior consultó a los seis aspirantes respecto a sus propuestas, el diagnóstico que tienen de la Universidad y la relación que mantendrán con el gobierno de la Cuarta Transformación, en medio del proceso de auscultación que terminará este miércoles, y durante el cual la Junta Directiva de la UAM revisó las opiniones de la comunidad universitaria.

Defensa de la autonomía, un regreso a las aulas que dé prioridad a la salud y a la vida de la comunidad universitaria, una renovación institucional, así como la búsqueda de consensos fueron puntos de coincidencia entre los candidatos.

Fernando de León González, rector de la Unidad Xochimilco, dijo que de llegar a la rectoría será un actor a la escucha de las necesidades de la comunidad  y buscará  acompañar a las 5 unidades universitarias: Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa, Lerma y Xochimilco en sus tareas, mientras que José Antonio de los Reyes Heredia, secretario general de la institución, expuso que en su caso sabrá  reconocer las restricciones y encontrar los apoyos correctos  para enfrentar los desafíos derivados de la pandemia y las restricciones presupuestales.

Por su parte, David Alejandro Díaz Méndez, exdirector de Comunicación Social de la Rectoría General de la casa de estudios de 2007 a 2010 y de 2015 a 2017, señaló que su estilo priorizará el diálogo por encima del conflicto, el acuerdo sobre la desavenencia y el respeto más allá de la intolerancia.

En tanto,  José Mariano García Garibay, rector de la UAM Unidad Lerma, se comprometió a poner su experiencia, conocimientos y habilidades al servicio de la Institución y su comunidad, y  a  ejercer una gestión basada en el diálogo, el respeto, la inclusión, la equidad, la transparencia y la rendición de cuentas; José Octavio Nateras Domínguez, exrector de la UAM Unidad Iztapalapa, adelantó que pretende cambios en la dinámica de la institución con ímpetus renovados a partir una administración  incluyente y  Emilio Sordo Zabay, exrector de la UAM  Unidad Lerma, quien se dijo consciente de que la difícil coyuntura por la que se atraviesa, no va a cambiar de un día para otro,  planteó que la Comunidad de la UAM,  en su conjunto, tendrá que realizar un esfuerzo extraordinario, para responderle a la sociedad con un trabajo intenso y comprometido. A los aspirantes se les hicieron 6 preguntas que se desgranan a continuación.

Preguntas

Excélsior envió un cuestionario de 7 preguntas a los aspirantes a la rectoría de la UAM; aquí la lista.

1. En medio de la crisis de salud, económica y la   afectación en la educación, derivada de la crisis sanitaria, ¿cuáles ve como los principales retos que tendría que enfrentar de llegar a ocupar la Rectoría de la UAM?

2. ¿Cómo abordaría dichos desafíos? ¿Qué estrategias incluyen su plan de trabajo?

3. ¿Cuál es el diagnóstico que tiene de la UAM en estos momentos, tomando en cuenta la pandemia y de manera previa la huelga que afectó a la institución por 93 días en 2019?

4. Desde su perspectiva, ¿Hacia dónde tiene que caminar la UAM en estos momentos de incertidumbre?

5. ¿Qué priorizaría como rector en la llamada nueva normalidad, cuando se tenga que regresar a la presencialidad?

6. De acuerdo con datos del Inegi, el aumento de desocupados con educación superior pasó de 489 mil a 660 mil, entre febrero de 2015 y febrero de 2020 ¿Es momento de reorientar el sistema de educación superior?

7. ¿Cómo llevaría la relación de la universidad con el gobierno de la Cuarta Transformación?

Fernando de León González

Doctor en ingeniería agronómica

Rector de la Unidad Xochimilco de la UAM

“Lo que distingue a mi programa es renovar integralmente la UAM”

La UAM deberá profundizar por un lado su vocación de servicio a la sociedad por la vía de la calidad de sus programas de enseñanza y por otro lado a través de sus iniciativas de servicio a las comunidades en salud comunitaria como es el caso de las cuatro clínicas odontológicas en CDMX y Nezahualcóyotl, y los programas enfocados al bienestar de la infancia, el desarrollo humano en Chiapas, la protección de los recursos naturales en la zona de los volcanes del oriente del Estado de México y otros.

Propongo concentrar los esfuerzos en el fortalecimiento de las 5 unidades universitarias y tomar decisiones sobre el rumbo de la UAM con los rectores de dichas unidades y con los 15 directores de división. De esta forma las iniciativas de acuerdos de gran calado llevadas a discusión al Colegio Académico tendrán mayor posibilidad de ser aprobadas.

El profesorado ha hecho un extraordinario esfuerzo para sacar adelante sus tareas de enseñanza, investigación y difusión de la cultura por la vía a distancia. En el corto plazo experimentaremos la renovación paulatina de una plantilla de profesores de base, integrada por más de 3 mil académicos con alta habilitación académica. La huella dejada por la larga huelga de 2019 y los profundos efectos de la pandemia nos debe invitar a toda la comunidad a sentar sobre nuevas bases la relación laboral con el sindicato, titular del contrato de trabajo, en la que predomine un sentido de corresponsabilidad ante la mejora de las condiciones de trabajo, pero también ante los jóvenes que demandan oportunidades para realizar estudios profesionales de calidad. Los trabajadores administrativos han sido pieza fundamental para que las actividades académicas hayan tenido una continuidad.

La UAM debe formar parte de las soluciones a los problemas que nos aquejan como sociedad. Para ello deberá avanzar en una mejor atención al alumnado y en una preparación integral de sus profesores y profesoras. Ello nos permitirá participar adecuadamente en muy variados programas de servicio a la comunidad y de capacitación al personal de las dependencias gubernamentales, así como contribuir con demandas de las organizaciones de la sociedad civil.

Mi primera prioridad será facilitar la reconstrucción de la comunicación y solidaridad del tejido social de la comunidad universitaria. Seré un rector a la escucha del sentir del alumnado, del profesorado y de los trabajadores, en un marco de medidas de cuidado de la salud física y mental de la gran comunidad UAM.

Las universidades estamos obligadas a tomar el pulso al mercado de trabajo de las profesiones que ofrecemos; la UAM oferta 82 licenciaturas. Un cambio importante que deberemos operar entre las universidades es explicar de mejor manera la gran diversidad de profesiones para que los aspirantes no se enfoquen solamente en profesiones como medicina, administración, derecho o psicología. Tanto las divisiones de ciencias sociales y humanidades como la de ciencias básicas e ingeniería ofrecen desde la UAM opciones de disciplinas muy interesantes para satisfacer las vocaciones de los aspirantes

Hemos buscado y logrado mantener un buen diálogo con todas las dependencias gubernamentales. Colaboramos en un amplio abanico de cursos, diplomados y estudios de posgrado orientados a mejorar la formación de trabajadores de dichas dependencias. Pondré especial atención en cultivar esta excelente relación a sabiendas que ello se da en el marco de nuestra autonomía.

José Antonio de los Reyes Heredia

Doctor con especialidad en cinética química

Secretario general de la UAM.

“Frente a las crisis sanitaria y económica es necesario repensarnos”

En primer término y en el corto plazo, el bienestar y cuidado de la salud de los miembros de la comunidad universitaria.

Un segundo reto está relacionado con la necesidad de contender con la complicada situación económica y financiera de la universidad que no es sólo resultado de la pandemia, sino de un conjunto de factores como la falta de incremento del presupuesto asignado.

Un tercer reto está directamente relacionado con la renovación de nuestra universidad.

Retorno seguro y con perspectiva humana; impulso decidido a una cultura digital; atención de inequidades previas al ingreso; revisión de la carrera académica y propuesta de desarrollo que estimule la superación del personal no académico; estrategia de renovación del personal académico centrada en las necesidades institucionales; actualización de la Legislación Universitaria, con exclusión de la Ley Orgánica; mejora en la organización del trabajo administrativo y sus resultados en beneficio de la comunidad universitaria; diversificación de las fuentes de financiamiento; fortalecimiento y articulación de la investigación; desconcentración de las actividades de divulgación científica y difusión cultural; incremento de la visibilidad nacional e internacional de la UAM.

Qué duda cabe que la prolongada huelga de más de noventa días y los efectos de la pandemia han afectado a nuestra institución de formas diversas, pero lo que no se ha alterado es el compromiso de la comunidad con el desarrollo y el cumplimiento de las funciones sustantivas de la universidad, como lo muestra el entusiasmo de la mayoría de los profesores y los alumnos que se sumaron a una nueva forma de trabajo como la que se emprendió con el Programa de Emergencia Educativa Remota. Hemos aprendido muchas cosas en ese camino, pero lo principal es que ahora nos sabemos capaces de seguir aprendiendo.

Nuestra complejidad estructural y funcional nos lleva a considerar que no debemos buscar soluciones puntuales que corrijan síntomas, sino lanzarnos a una transformación sistémica compleja, en distintos niveles, con el respaldo y la participación de la comunidad universitaria.

La UAM debe caminar hacia un escenario de mayor certidumbre una vez que concluya la emergencia sanitaria actual.

Además del cumplimiento de las disposiciones sanitarias legales, se plantea fortalecer redes de acompañamiento y atención en apoyo siquiátrico, sicológico y de salud integral.

 El reconocimiento de las ventajas en las clases en línea podría permitir la incorporación de modalidades educativas híbridas en los planes y programas de estudio.

 Se ofertarán cursos de nivelación presenciales e híbridos, así como atención personalizada a alumnos menos favorecidos.

Más que orientar el sistema educativo, debemos iniciar una etapa de reflexión acerca de la manera en que se llevan a cabo las funciones sustantivas de la universidad, que contemplen los siguientes elementos en cuanto a la docencia, los planes de estudio no están del todo alineados a las necesidades nacionales y aún deben contemplar una verdadera formación integral en temas como: salud e higiene mental, manejo de estrés, habilidades para el trabajo en equipo.

Vamos a continuar fortaleciendo la relación cordial, de cooperación, de construcción de acuerdos en beneficio de la educación. Lo anterior haciendo respetar en todo momento  la autonomía universitaria.

David Alejandro Díaz Méndez

Doctor en educación y en enseñanza superior

Docente de posgrado del Instituto Universitario Veracruzano, y profesor de maestría en la Universidad Motolinía del Pedregal

“Se debe recuperar el concepto de comunidad universitaria”

Es necesario aprender a lidiar con esta nueva realidad, y es responsabilidad de toda cabeza institucional mostrar la empatía suficiente para comprender que hay un entorno poco favorable, que hay depresión, a la par de un justificado miedo de perderlo todo.

El principal activo de la UAM es su gente, una comunidad fuerte que debe encontrar, desde la Rectoría General, mecanismos para enfatizar la resiliencia.

Se debe recuperar el valor del concepto comunidad universitaria, todas las voces deben ser escuchadas.

No se puede trabajar desde el autoritarismo, la construcción de consensos es toral para un funcionamiento más armónico.

Fortalecer la infraestructura para que se cuente con las condiciones óptimas de funcionamiento, lo que impactará positivamente en el trabajo educativo; cuidado en el manejo de los recursos, haciendo de la transparencia una herramienta poderosa de rendición de cuentas.

Estoy convencido de que la UAM es una institución sólida y con una comunidad inteligente, los frutos de su trabajo son notables y en 47 años se ha logrado posicionar en el top 3 de los diversos rankings. Eso puede ser aún mejor.

La huelga, no sólo extensa, sino tremendamente dolorosa para la sociedad mexicana, debe dejarnos lecciones; es necesario comprender las causas que la originaron. Se tiene que ser preventivo y no profiláctico.

Atendiendo los temas en los que haya diferencias y convenciendo a todos los actores de que es a través del trabajo diario, como obtendremos un mejor posicionamiento de este espacio universitario, es que se pueden enfrentar los retos del futuro inmediato.

La UAM debe fortalecer aquellas áreas en las que ya sobresale, debe considerar, por ejemplo, que la forma de impartir cátedra no puede seguir siendo la misma, el uso de las TIC resulta necesario y obligado en los procesos docentes. Esto significa un trabajo de formación del claustro de profesores y brindar a los estudiantes las condiciones de conectividad adecuadas para el desarrollo de sus actividades.

Sin duda alguna, salvaguardar la integridad de los miembros de la comunidad; atendiendo las directrices de las autoridades de salud, concomitante con las decisiones que habrán de tomarse al interior de la universidad. Poner en riesgo a nuestros colaboradores o alumnos no es una opción.

El trabajo académico y administrativo, dada la dinámica institucional, debe seguir operando, incrementando las actividades presenciales paulatinamente.

Los procesos y modelos educativos tienen que actualizarse permanentemente, lo que hoy funciona, puede no hacerlo en tres años; permanecer anclados en un paradigma porque lo consideramos efectivo, no es opción.

No sólo es un tema de planes de estudio, que deben acoplarse a las necesidades del entorno sin dejar de lado su valor epistemológico.

Si el nuevo profesional viene con las herramientas necesarias, su inserción en el campo laboral será menos complicada; un capital cultural amplio, manejo de herramientas tecnológicas y habilidades de pensamiento.

Con absoluto respeto; la UAM se distingue por tener voces diversas y existe la libertad de expresarlas sin censura alguna. Hay directrices desde el gobierno federal que deben aplicarse.

José Mariano García Garibay

Doctor en biotecnología

Rector de la  Unidad Lerma  de la UAM

“Pese a incertidumbre, la UAM ha mostrado fortaleza institucional”

Los retos a corto plazo son: implementar un regreso seguro a las actividades académicas presenciales en el momento que las condiciones sanitarias lo permitan, privilegiando la vida y la salud de nuestra comunidad; tendremos que complementar la enseñanza práctica del alumnado para garantizar que su formación sea sólida y mantenga los niveles de competitividad; retomar la investigación científica y las tesis de posgrado.

Un regreso paulatino, con actividades mixtas, privilegiando aquellas en que la presencia física del alumnado y el personal sea imprescindible. En todo momento se mantendrán las medidas de seguridad, incluyendo un monitoreo constante de riesgos.

Basado en el reporte 2021 de Times Higher Education Impact Rankings y en el de septiembre de 2020 del QS World University Ranking, la UAM está posicionada como la primera en el país.

La huelga de 2019 afectó, en términos de docencia, en una disminución significativa de solicitudes de ingreso, así como en un retraso sustancial en el calendario escolar. Estos dos factores se han ido recuperando de manera paulatina a pesar de la emergencia sanitaria.

Sin duda alguna, la UAM tuvo una respuesta oportuna, eficaz y de calidad ante el repentino reto que planteó la pandemia de la COVID-19; en muy poco tiempo se implementó el Programa Emergente de Enseñanza Remota,

Aun durante estos tiempos de pandemia se ha ido recuperando el calendario escolar y la deserción del alumnado ha sido baja.

 Sin duda, existen retos, pero a pesar de la incertidumbre de estos tiempos, la UAM ha mostrado su fortaleza institucional.

En primer término, el retorno a la vida institucional presencial, y remontar en la mayor medida posible las afectaciones.

A mediano y largo plazo deberá transitar hacia un modelo semipresencial que fortalezca, pero no desmantele el modelo educativo de la UAM; crear y fortalecer programas institucionales permanentes de apoyo a la salud mental del alumnado; reducir la brecha tecnológica entre el alumnado; desarrollar experiencia y tecnología propia para la creación de plataformas virtuales, entre otras.

El regreso y la recuperación de la vida presencial deberá tener sobre todo una dimensión humana, solidaria y sensible, partiendo de la base de que esta pandemia ha sido una tragedia para todos. Varios compañeros y compañeras fallecieron en este periodo y el regreso sin ellos será muy doloroso; muchos otros regresarán con el luto de haber perdido familiares y personas queridas; los más regresarán con las secuelas sicológicas del miedo que la pandemia nos infundió, del distanciamiento social y del confinamiento. La prioridad será el fortalecimiento, y a veces la construcción, de mecanismos e instancias que fortalezcan la salud mental.

Es imprescindible fortalecer el modelo educativo de la UAM con herramientas educativas digitales y otras como aulas invertidas y nuevos conceptos pedagógicos, así como plataformas de autoaprendizaje, entre otras.

La Universidad Autónoma Metropolitana se sustenta primordialmente del subsidio federal. La Universidad deberá establecer una relación con el gobierno federal con base en su autonomía y su carácter de universidad pública, haciendo los esfuerzos necesarios para obtener los recursos que le permitan cumplir con sus funciones sustantivas con calidad y eficiencia.

José Octavio Nateras Domínguez

Doctor en sicología

Profesor investigador titular C de tiempo completo UAM Iztapalapa

“Hay que elaborar planes de contingencia para revertir la pandemia”

En lo inmediato, el retorno a actividades presenciales en lo que concierne a las condiciones de seguridad sanitaria,  y del uso de las instalaciones y equipo. Asegurado lo anterior, habrá que disponer de acciones para atender la dimensión afectiva y emocional.

Desde un perspectiva más estructural, inmediata, mediata y de largo plazo: evaluación rigurosa de las consecuencias de la pandemia y de las actividades remotas, en todos los ámbitos de la Universidad esencialmente, respecto a sus funciones sustantivas: la docencia, de licenciatura y posgrado, la investigación y la difusión y preservación de la cultura.

 En el ámbito presupuestal habrá que establecer con claridad la condición resultante; elaborar los planes de contingencia pertinentes para revertir tales consecuencias.

Propongo una Modelo de Gestión que contempla tres componentes que se articulan e intersectan: las funciones sustantivas de la universidad, los ejes transversales; transparencia y rendición de cuentas, respeto a los derechos humanos y vinculación y las funciones del Rector General y como Presidente del Colegio Académico la interacción e intersección entre estos componentes propician Gobernabilidad, integralidad y complementariedad.

Mantendré una estrecha cercanía y comunicación Rectores de Unidad, Directores de División y Jefes de Departamento, con los órganos colegiados de la Universidad y con las comunidades académicas de las Unidades, con la Defensoría de los Derechos Universitarios y, de igual manera con la Junta Directiva de la Universidad, con el Patronato y sus instancias de apoyo.

El reto mayor que tiene la institución se deriva de los graves estragos causados por la pandemia.

El próximo cambio institucional de la UAM es condición propicia para, como lo he dicho, nos demos a la tarea de reflexionar críticamente los ámbitos y aspectos que hay que reencausar, trastocar o reformar, en pos de ello, se deben identificar y reconocer las inercias y vicios que lastran nuestro desarrollo. Se requieren transformaciones de fondo para adecuarnos a la nueva realidad del entorno sanitario, económico y político.

A la incertidumbre se le mitiga mediante la construcción de certezas, de rumbos factibles, en este sentido cabe, en lo sanitario: propiciar un retorno seguro antes que pronto; en lo educativo: perfeccionar los recursos tanto humanos como tecnológicos de enseñanza remota para que en un esquema híbrido la educación en las licenciaturas y el posgrado sea de la mayor calidad y regularidad; en lo presupuestal: acordar con las autoridades hacendarias un presupuesto base con incrementos reales

La tensión entre preservar la salud de la comunidad universitaria conservando medidas excepcionales que limitarán el pleno ejercicio del intercambio académico y de sociabilidad es un reto ante la necesaria y urgente incorporación al conjunto de las tareas universitarias. Habrá que mantener la atención y ejecutar muy diversas acciones para lograr avances en ambos terrenos.

La reorientación de la educación superior no se puede argumentar con base en incrementos en los desocupados que han realizado estudios universitarios.

Por principio, esta relación ya existe, toca mantenerla y profundizarla. Como rector general de la UAM buscaría una amplia colaboración sobre la base del respeto mutuo y la autonomía universitaria.

Emilio Sordo Zabay

Doctor en estructuras

Profesor titular C en la UAM Lerma

“Replantear la visión universitaria con estrategias consensuadas”

El gran reto es la transición hacia la llamada nueva normalidad, garantizando un regreso paulatino y consensuado a las actividades presenciales, con protocolos y medidas de seguridad estrictas, sin escatimar recursos, para generar tanto la seguridad real como de percepción y confianza de la Comunidad Universitaria para el regreso. Pero no únicamente se debe asegurar aspectos sanitarios, sino aquilatar las experiencias de trabajo académico a distancia realizando una evaluación de lo vivido durante el último año, e integrarlas sesudamente al desarrollo académico integral de las actividades universitarias. 

Por un lado, elaborar inmediatamente un documento de protocolo consensuado con los sectores administrativo, académico y estudiantil para el regreso a actividades presenciales. Por otro lado, trabajar junto con el profesorado, en un diagnóstico del impacto académico en investigación y, sobre todo, en docencia, con el fin de proveer de instrumentos de regularización para las deficiencias que la pandemia haya ocasionado en la formación académica del alumnado.

Ambos eventos, sin duda han trastocado la normalidad académica de la universidad. Por un lado, la huelga impactó significativamente la calendarización de actividades de la universidad, acortando los periodos intertrimestrales que suelen aprovecharse para diferentes actividades de investigación, cultura y vinculación que forman parte de la esencia de las actividades universitarias. Por otro lado, la pandemia se ha sumado a la afectación a dichas actividades, añadiendo el estancamiento de los numerosos esfuerzos de mejora en las diversas obras de infraestructura que se encontraban en proceso o desarrollo.

La UAM debe hacer un breve alto en el camino para replantear la visión universitaria en estrategias consensuadas con la comunidad para un futuro en el que las experiencias recientes fortalezcan su modelo académico y se considere el contexto actual para impulsar el trabajo de vinculación y compromiso con la sociedad, que tanto necesita del apoyo de instituciones de educación superior de calidad como la UAM.

Sin duda, incorporar al modelo educativo formal de la UAM, las experiencias de educación en formatos no tradicionales que han sido abordadas durante este año, partiendo de un diagnóstico serio de sus ventajas e inconvenientes, reforzando las primeras y proponiendo soluciones a los segundos, con el apoyo de los numerosos especialistas en educación y tecnologías de la información con los que cuenta la UAM.

La revisión de los planes y programas de estudio en las universidades son procesos que deben ser cada vez más ágiles y oportunos, ante el contexto de evolución acelerada de las necesidades del campo laboral. La Universidad no debe únicamente ser una institución reactiva a las necesidades de la industria, sino innovar visionariamente para asegurar el desarrollo de la sociedad del futuro.

La Universidad siempre se ha conducido con respeto a las diversas instancias de gobierno con las que históricamente le ha tocado interactuar, coadyuvando para propiciar colaboraciones que impacten positivamente a la sociedad, y siempre defendiendo la autonomía que le confiere su Ley Orgánica, en forma consistente con la gran convicción de su comunidad siempre diversa en visión, pero defensora del diálogo y la fortaleza ética y moral derivada de dicha autonomía. Esto no va a cambiar en la universidad.

 

 

 

Visita nuestra Última hora

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales