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Mi sucesor no debe venir por el aplauso: José Ramón Cossío

Es preocupante que el Senado aún no tenga la terna para suplirme, dice el ministro, quien deja el cargo este viernes

Juan Pablo Reyes | 27-11-2018
Mi sucesor no debe venir por el aplauso: José Ramón Cossío
Mi sucesor no debe venir por el aplauso: José Ramón Cossío

CIUDAD DE MÉXICO.

El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) José Ramón Cossío, cuyo cargo culmina el 30 de noviembre, externó que su sucesor debe ser alguien que no se mimetice con los procesos políticos o que llegue al máximo tribunal del país únicamente para conquistar los aplausos.

Incluso, el ministro, que cumplirá su periodo de 15 años en la Corte, externó en entrevista con Excélsior su preocupación de que a unos días de dejar el cargo, como lo señala la Constitución, el titular del Ejecutivo aún no haya enviado las ternas al Senado para la designación de su sucesor.

“Me está preocupando que al día de hoy no se ha presentado la terna para sustituirme, debiera ser un proceso no acotado, no disminuido. Deber ser un ministro o ministra que no venga a conquistar el aplauso, que no venga a hacerse querido por las condiciones políticas, esto me parece que sería peligrosísimo.

“Debe venir un ministro que genere estas condiciones, que le diga a la persona, órgano o poder lo que le corresponde conforme a la Constitución, sin mimetizarse con los procesos políticos, pues esto no conduciría a nada bueno”, puntualizó.

Cossío Díaz también planteó la necesidad de actualizar y adecuar el actual mecanismo para designar a los ministros de la Suprema Corte con el fin de dar mayor protagonismo a la participación de la sociedad civil.

“El proceso como formalidad me parece bien, pero sí se podrían dar más entradas a miembros de la sociedad civil a discusiones más amplias sobre los perfiles, esto sí valdría mucho la pena de considerarlo a partir de las siguientes sucesiones”, explicó.

Cossío también hizo un balance sobre su paso por la Suprema Corte y señaló que el máximo tribunal, así como el Poder Judicial de la Federación en general, debe ser firme ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que iniciará el próximo 1 de diciembre.

“Si la Constitución dice que esto no se puede hacer, pues simple y sencillamente se anulan los actos que sean contrarios a esa determinación, si se dice que ciertas personas tienen derechos a A, B o C, por impopulares que sean, pues se sostienen sus derechos”, sentenció.

Desde la perspectiva del ministro ante el panorama actual, es muy riesgoso que los tribunales traten de adivinarle el pensamiento a quienes ejercen el poder político, pues eso conduce a que cualquier órgano judicial se desfonde.

“Los presidentes y los congresos tienen sus propios proyectos, hicieron ofertas públicas en los procesos electorales, se les votó en razón de esas ofertas públicas, eso es indudable. Pero esas ofertas públicas, por importantes, mayoritarias o legítimas que sean, se tienen que adecuar a las reglas del orden jurídico.

“Lo que los tribunales deben hacer es sostener lo que la Constitución dice. Parece una cuestión simplísima, pero no lo es, porque hay momentos en que sostener lo que dice la Constitución es completamente antipopular y es parte de una crítica enorme, siempre quedan estos fenómenos sicológicos donde diferenciarse del poderoso tiene sus costos”, advirtió.

Fin de una era

Tras su designación como ministro, en 2003, a los 43 años de edad, José Ramón Cossío marcó una era al interior del máximo tribunal del país y fue protagonista de sentencias derivadas de asuntos relacionados directamente con los derechos humanos, como el de los militares con VIH, la interrupción del embarazo, el Caso Radilla o la invalidez del programa de desarrollo urbano de Tulum, entre otros.

Expuso que tras una primera etapa en la academia, su paso como juez constitucional lo llevó a madurar, pues logró aprender de los debates en el pleno, por lo que ahora se siente satisfecho de que hizo lo mejor que pudo en la impartición de justicia.

“Los asuntos no los puede ir cargando uno; una vez resuelto un caso, ese caso debe quedar atrás, porque si uno fuera cargando los asuntos, se vuelve un problema. También aprendí en la Corte que quienes hoy son aliados en un asunto, mañana son los contrincantes de otro, o viceversa, uno no puede llevar esto a condiciones personales”, expresó.

Cossío Díaz expuso que llegó a la SCJN en un momento importante e interesante para el país, con una altísima expectativa en la democracia luego de casi siete décadas de gobiernos priistas que dieron paso al primer gobierno panista.

A partir del 1 de diciembre, José Ramón Cossío se convertirá en ministro en retiro y, sostuvo, se dedicará a la academia, ya que no está interesado en una carrera política.

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