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Nacional

Lecciones de la pandemia en el Instituto Salvador Zubirán

Al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición ingresan prácticamente los 30 primeros lugares del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas

Claudia Solera | 14-03-2021
Amaya Llorente. Fotos: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Cuando el acaudalado empresario Carlos Slim se infectó de covid-19 en enero, su internamiento en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) cobró una enorme relevancia mediática.

¿Cómo es posible que uno de los hombres más ricos del mundo hubiera preferido ingresar en una institución pública en México y no en una privada en el país o en el extranjero?, fue uno de los planteamientos más recurrentes durante su rehabilitación.

La fama del INCMNSZ no nació cuando el apellido Slim estuvo relacionado como uno de sus pacientes y en el actual listado de la prestigiosa revista Newsweek, que realiza junto con Statista, lo colocan como uno de los mejores hospitales.

Excélsior entrevistó a algunos de sus destacados residentes de medicina interna, quienes han atendido a pacientes covid-19, justo cuando la pandemia provocada por el virus SARS CoV-2 cumple su primer aniversario.

Amaya Llorente, Juan José del Moral y Eduardo Corona Rodarte echaron luz en el camino para explicar la base del éxito de ese instituto.

A él ingresan prácticamente los 30 primeros lugares del Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM), al que se presentan alrededor de 42 mil alumnos este año.

 

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En esta institución nada es más importante que el paciente. A través de un diagnóstico apropiado, un tratamiento dirigido, un seguimiento multidisciplinario y una evolución favorable hacen que la atención sea personalizada y de calidad invaluable.

La excelencia del INCMNSZ comienza desde un sistema de selección exigente de su personal, el cual es sumamente competido y cumplido por estudiantes sobresalientes y comprometidos”, aseguró Corona Rodarte, residente de cuarto año.

Este año, Corona Rodarte obtuvo el primer lugar del examen de certificación del Consejo Mexicano de Medicina Interna, evaluación de conocimientos que se aplica a todos los residentes de cuarto año de las instituciones reconocidas en el ramo (Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE, hospitales privados y universitarios con objetivo de obtener el título de especialista).

El Instituto de Nutrición resalta porque es un hospital de tercer nivel de atención. Esto significa que nosotros vemos patologías que son sumamente especializadas y, gracias a esto, contamos con muchos recursos no sólo de personal, sino también en cuanto formación de médicos; tanto un equipo multidisciplinario, recursos de estudios de imagen y en estudios de laboratorio, independientemente de cualquier estrato social o económico. Somos un hospital público, lo cual interviene en que veamos un sinfín de patologías”, explicó Amaya Llorente, residente de tercer año.

El  INCMNSZ es uno de los hospitales en México y del mundo que alcanzó una de las más bajas tasas de mortalidad: 16% en pacientes intubados con covid-19 en noviembre, de acuerdo con el doctor Guillermo Domínguez Cherit, subdirector de Medicina Crítica de la institución. Se logró la supervivencia de ocho de cada 10 pacientes que requirieron de un ventilador para respirar.

Una terapia intensiva completa es la única que puede mejorar el pronóstico de un paciente crítico de covid-19. Es fundamental que el área cuente con los suficientes recursos humanos y materiales, que pueda proteger el pulmón del paciente, porque un ventilador no salva vidas, sino todo el trabajo del personal médico y de enfermería que se encuentra alrededor”, explicó Corona.

Sin embargo, el panorama a nivel nacional es muy diferente. El Departamento de Medicina Crítica, Neumología y Anestesiología del INCMNSZ realizó un estudio, coordinado por el doctor Silvio A. Ñamendys Silva, sobre la mortalidad en México en pacientes intubados, basado en las cifras reportadas por la Dirección General de Epidemiología, la cual alcanzó 73.7 por ciento: apenas sobrevivió menos de 27 por ciento.

 

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Atender a pacientes de covid-19 en el Instituto de Nutrición ha sido el mayor reto personal y profesional. Incluye muchísima responsabilidad pero, por otro lado, mucho orgullo de poder participar como médico en un momento histórico, para poder ayudar a los mexicanos y hacer una diferencia sobre la atención en la pandemia. Me gusta motivarme con lo que llamo pequeños triunfos, que son cuando damos a un paciente de alta o logramos sacarlo adelante, después de muchos días hospitalizado en terapia intensiva, porque sabemos, que todo nuestro esfuerzo y dedicación ha valido la pena y salvado vidas”, concluyó Amaya Llorente.

Del instituto también se han graduado los rostros médicos más visibles de la pandemia: Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y encargado de atender la pandemia; Carlos Alcocer Varela, secretario de Salud; Guillermo Ruiz-Palacios, uno de los creadores del departamento de Infectología de esta institución, pionero en el estudio de la epidemia de VIH/sida en México y coordinador de los ensayos clínicos de la vacuna de covid-19 de la farmacéutica china CanSino Biologics y Gustavo Reyes Terán, quien encabeza el Panel Multidisciplinario de Expertos (PME) de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE).

También, Alejandro Macías, zar en la epidemia de influenza AH1N1 en el país en 2008 y quien, a raíz de esta emergencia sanitaria, cuadruplicó su número de seguidores en Twitter, alcanzando casi 270 mil, siendo uno de los médicos más consultados en redes sociales sobre posibles tratamientos para este coronavirus.

El lunes 8 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que recibió un tratamiento experimental que se investigó en este instituto, el cual constó de antivirales y antiinflamatorios para sanar del contagio de covid-19.

Otras de las lecciones que esta pandemia dejó entre los residentes durante el primer año de esta emergencia sanitaria, es la resiliencia, la excelencia y el trabajo por equipo.

Como gremio médico, nunca esperábamos atravesar una situación como la que estamos viviendo. Hemos aprendido y crecido. Tuvimos que revisar nuestra forma de hacer la práctica médica para atender esta situación. Una de las principales lecciones de esta pandemia es aprender a trabajar con resiliencia, a saber adaptarnos al medio en donde ejercemos la profesión. Y otra gran lección es el trabajo en equipo; diariamente hay mucho que aprender de nuestros compañeros y colegas”, concluyó Del Moral, residente de primer año.

 

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