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Nacional

La sede del Senado eterna inconclusa; 11 aniversario

Aún están pendientes por habilitar dos edificios anexos, así como el uso de un terreno donado por el gobierno de la Ciudad de México; de acuerdo con las proyecciones de trabajo para este 2022 no existe un plan para realizar las obras

LETICIA ROBLES DE LA ROSA | 12-04-2022
Hace 11 años que empezaron labores en la nueva sede del Senado y aún no se le ve fin a la obra.

Ayer lunes, el Senado cumplió 11 años de ocupar su llamada nueva sede en Reforma e Insurgentes, que desde el primer momento ha debido emprender una serie de correcciones interminables en las instalaciones que enfrentan defectos estructurales, desde pisos exteriores sin declive para la lluvia, elevadores pequeños y lentos, carencia de oficinas y espacios que se inundan.

Integrado en abril del año 1994, el Fideicomiso 1705 destinado a la construcción de la nueva sede del Senado y que es responsabilidad del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) ha recibido fondos por cinco mil 487 millones 848 mil 755.97 pesos, de los cuales ha invertido cuatro mil 568 millones 864 mil 965.38 pesos.

A casi 15 años del proyecto de construcción que fue aprobado en diciembre del 2007, la nueva sede del Senado todavía está inconclusa, pues si bien se construyó el edificio principal, aún están pendientes por habilitar dos edificios anexos, así como el uso de un terreno donado por el gobierno de la Ciudad de México.

De acuerdo con las proyecciones de trabajo del Senado para este 2022, no existe un plan para realizar esas obras; sólo está dispuesto el derribo de uno de los viejos inmuebles que ha sido dañado por sismos y representa un peligro para los transéuntes.

Fue el 11 de abril del 2011 el último día que sesionó el Senado en su vieja sede de Xicoténcatl 9, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La mudanza administrativa se realizó ese mismo día, para que el 12 de abril, sus empleados fueran ya citados oficialmente a trabajar en la nueva sede, donde el 13 de abril se realizó la primera sesión del pleno en ese nuevo salón de reuniones plenarias.

Pero justo un mes después, el 11 de mayo, se registró la primera inundación en las instalaciones del nuevo Senado, que incluyó una cascada en las oficinas del entonces grupo parlamentario de Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano, desde entonces incluso utiliza a las y los trabajadores de limpieza para barrer el agua en el Patio del Federalismo, mientras llueve, para evitar las enormes goteras en las oficinas que están abajo.

Para corregir ese problema, el Senado contrató en diciembre del 2019 a la empresa Especialistas en Acabados Profesionales SA de CV, para que a más tardar el 31 de diciembre de este año se resuelva. El contrato fue por 22 millones 901 mil 600 pesos, más tres millones 664 mil 259 pesos de 16% de IVA, para hacer un total de 26 millones 565 mil 856 pesos.

En los “trabajos de remozamiento correspondientes al suministro y aplicación de una pintura ambientalmente responsable para cubrir muros y plafones de los edificios sede y administrativo de la Cámara de Senadores” que realiza Impermeabilizantes y Mantenimiento de Inmuebles SA de CV, fueron 30 millones 377 mil 500 pesos, más cuatro millones 860 mil 400 pesos de 16% de IVA, para hacer el total de 35 millones 237 mil 900 pesos.

Otro problema que se registró y creció conforme pasaron los años fueron las alfombras, porque a pesar de las labores de limpieza constante, su material fue difícil de manejar y comenzó a generar alergias y diversas enfermedades entre el personal; el primero en cambiarla fue el grupo parlamentario del PRD, entonces coordinador por Luis Miguel Barbosa y poco a poco diversas oficinas optaron por un piso de vinil.

En diciembre del 2019 el Senado decidió modificar esta situación y cambiar todos los pisos, para lo cual contrató a la empresa Constructora Mozaco, por un monto de 29 millones 813 mil 800 pesos, más cuatro millones 770 mil 208 pesos de 16% de IVA, para hacer un total de 34 millones 584 mil ocho pesos.

Y otro problema considerado grave, cuya solución se postergó constantemente, fue el de los elevadores, pues a pesar de tener nueve para uso de personas y cuatro para carga, su servicio es tan deficiente que no permite muchos pasajeros y tarde hasta 10 minutos en recorrer un trayecto de 19 pisos.

Ya comenzó la construcción de nuevos elevadores, para lo cual contrató a Gestión y Edificación Inmobiliaria, SA de CV, por cuatro millones 981 mil pesos, más 776 mil 960 pesos de 16% de IVA, para hacer un total de cinco millones 77 mil 960 pesos.

Historia de correcciones constantes

El 13 de abril del 2011, también fue miércoles y fue el primer día que sesionó el pleno del Senado en una nueva sede que no estaba terminada; que debió entregarse antes del 15 de septiembre del 2010 para ser parte de los festejos por el Bicentenario de la Independencia nacional, y que después fijó fecha de entrega antes del 20 de noviembre, para ser parte de los festejos por el Centenario de la Revolución Mexicana, pero no fue posible, porque la empresa constructora no terminó a tiempo.

Así comenzó la historia de diferendos entre los senadores y la constructora, con una especie de árbitro que ha sido Banobras, responsable del Fideicomiso de Inversión y Administración 1705, Para Apoyar la Construcción y Equipamiento del Nuevo recinto de la Cámara de Senadores, creado el 4 de abril de 1994, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

Una historia de diferendos y confrontaciones que llevaron al Senado a pedir y lograr una multa a la constructora por los dos retrasos en la terminación de la obra, que sin contar la compra de terrenos y el pago del proyecto arquitectónico, sino únicamente la construcción, estaba previsto para costar mil 699 millones 600 mil pesos, pero que hasta abril del 2015 ya sumaba un total de dos mil 613 millones 100 mil pesos hasta el tercer trimestre del año pasado.

Pero además, los llevó a la decisión de ocupar el edificio sin que estuviera terminado, lo cual originó el diferendo que todavía existe hasta el momento y que llevó a la empresa constructora a solicitar el pago de 400 millones de pesos extras, que el Senado se negó a hacer, porque responsabilizó a la empresa por su incumplimiento y fue necesario que se contratara un evalúa externo, que fijó el monto del diferendo en 235 millones de pesos, pero que luego de varias negociaciones quedó en poco menos de 200 millones de pesos para la liberación plena del edificio.

Fue una historia de cinco años desde su ocupación formal que registró 10 intentos de que el Senado logre la entrega de su sede y que pudo concretarse hacia finales del año 2016, luego de resolverse los diferentes trámites judiciales y administrativos que tuvieron.

Y desde ese año del 2011 el Senado, entonces con los integrantes de la LXI Legislatura, decidió que los terrenos ocupados en su mayoría por edificios comprados después de que comenzó la construcción de la sede, se utilizarán para crear las oficinas que no fueron consideradas en el proyecto inicial.

Aunque desde el año 2012 se hicieron esfuerzos por lograr que Banorte sea más transparente en la rendición de cuentas sobre el Fideicomiso 1705, incluso al final del gobierno anterior se entregó el Libro Blanco, lo cierto es que nunca se contó con información actualizada de todo el dinero, y es necesario construirla con los reportes diseminados que existen.

Los reportes trimestrales que Banobras publica en el Diario Oficial de la Federación permiten conocer que entre mayo y diciembre del 2015, el Fideicomiso recibió un total de 152 millones 367 mil 387.97 pesos, a los cuales se deben sumar los 135 millones de pesos que el Senado le depositó el 31 de diciembre, producto de sus ahorros de todo el año.

En total, el Fideicomiso sumó hasta diciembre del 2015 un total de cinco mil 233 millones 767 mil 387.97 pesos en los 21 años de existencia. De ese total, ya ha gastado cuatro mil 231 millones 254 mil 447.18 pesos y tiene un capital disponible, hasta diciembre pasado, de 867 millones 512 mil 940.79 pesos.

Y después, del año 2016 al 31 de diciembre del 2021, el Fideicomisos tuvo ingresos totales por 254 millones 91 mil 368 pesos y gastos totales por 337 millones 610 mil 518.2 pesos.

De esta forma, el Fideicomiso 1705 ha contado con un total de cinco mil 487 millones 848 mil 755.97 pesos de ingresos y un total de cuatro mil 568 millones 864 mil 965.38 pesos.

Los planes

Originalmente, la nueva sede del Senado sólo iba a ser el llamado edificio principal, que está en la zona que forman las esquinas de las calles Madrid, París y Reforma, pero la evidente insuficiencia de espacios en el diseño, que olvidó incluir oficinas para áreas como el Instituto Belisario Domínguez y el Centro de Estudios Gilberto Bosques, el Senado decidió, después del 2007, adquirir los edificios ubicados en la zona de Reforma, Insurgentes y Madrid.

Además, en el año 2010 el Gobierno del Distrito Federal, hoy Gobierno de la Ciudad de México, le donó al Senado un terreno, con lo cual el Senado ya es propietario de toda la manzana que abarca las calles de Madrid, París, Insurgentes, Ferrocarriles Nacionales e Insurgentes.

Desde el año pasado comenzaron los trabajos para comenzar a demoler los edificios que se ubican en Ferrocarriles Nacionales, Insurgentes y Madrid, porque significan un peligro de derrumbe, dados los daños ocasionados en los sismos, pero no existe hasta el momento un plan para que se construyan los espacios que le hacen falta al Senado para tener completamente todas sus oficinas en el mismo lugar.

Hasta el momento, la única obra pública que realiza el Senado es la instalación de nuevos cubos para el servicio de elevadores, tanto en el edificio de Hemiciclo como en la Torre de Comisiones, a fin de solucionar el problema de movilidad interna, dado que los elevadores originales son muy pequeños y de servicio muy lento, lo que dificulta el trabajo de los cerca de siete mil empleados y 128 legisladores que lo integran.

Debilidades

  1. Los elevadores también representan un problema para el Senado pues su servicio es tan deficiente que no permiten muchos pasajeros y tarde hasta 10 minutos en recorrer un trayecto de 19 pisos.
  2. Otro de los problemas fue el referente a las alfombras, pues su uso trajo incluso algunos problemas de salud para las personas que ahí laboran.
  3. Los senadores tuvieron que mudarse a su nueva sede, pese a que no estaba concluida y que el sobrecosto fue creciendo conforme la fueron habitando.

 

 

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