"Guardia, la base de la estrategia"; entrevista con Alfonso Durazo Montaño

CIUDAD DE MÉXICO.

La creación de la Guardia Nacional (GN) es uno de los instrumentos indispensables que el gobierno federal implementa para optimizar los resultados de la estrategia contra la inseguridad, aseguró Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, el funcionario federal destacó que con la creación de esta nueva fuerza de seguridad ya se tiene, en campo, a 72 mil operativos.

Y si sumamos los administrativos y los especialistas de la Policía Federal, estaríamos hablando en este momento de 92 mil elementos. La Policía Federal, en toda su existencia, desde que fue PFP hasta ahora que la transferimos a la Guardia Nacional, llegó a tener 36 mil elementos, 18 mil o 20 mil de ellos, grosso modo, operativos”, explicó.

Y pregunta: “¿qué sería de este gobierno con la responsabilidad de dar respuesta en inseguridad sin contar con la Guardia Nacional?”.

Cuestionado sobre las labores de la GN en las fronteras norte y sur de México, Durazo Montaño aseguró que, entre sus responsabilidades, los elementos deben apoyar al Instituto Nacional de Migración (INM). Tarea a la que se decidió darle relevancia porque, a decir del secretario, “el 80% de los migrantes están asociados a un tratante de personas, a un pollero y consecuentemente tiene un impacto en la inseguridad y en la organización criminal muy relevante”.

No están atendiendo exclusivamente el tema de la migración, la GN tiene entre sus atribuciones la responsabilidad de coadyuvar con el INM en las cuestiones migratorias, el artículo 8 de la Ley de la Guardia así lo establece y el personal que tenemos desplegado es ahora también coadyuvante en esa tarea, y efectivamente tenemos 10 mil elementos en el sur-sureste y tenemos 19 mil elementos en la zona noroeste-norte-noreste del país atendiendo tareas de seguridad que incluyen el respaldo a las actividades del INM”, explicó.

Durante la entrevista telefónica para la Primera Emisión, el encargado de la seguridad nacional habló de la triple estrategia que se establece para mejorar la seguridad del país a través de la operación de la GN, la lucha contra la corrupción y la aplicación de los programas sociales.

Explicó que el gobierno federal planteó como eje recto que la paz y la tranquilidad sean el fruto de la justicia.

Que no podemos garantizar la seguridad a punto de garrotazos, utilizando exclusivamente la fuerza policial y militar, por supuesto que la estamos usando, pero no como primer recurso, para nosotros es el último recurso y tenemos el compromiso de hacerlo como lo hemos venido haciendo en un marco de respeto a los derechos humanos”.

Ante ello, enfatizó en decir que se basan en la generación de oportunidades educativas, de salud, de sobrevivencia económica, particularmente para los jóvenes, para que la política social corra en paralelo con la política de seguridad.

No le estamos transfiriendo la responsabilidad de resolver los problemas de seguridad, sólo vemos a la política social como un complemento, es decir, va en paralelo buscando generar oportunidades particularmente para los jóvenes, porque en el 50% de la incidencia criminal participa una persona menor de 29 años.

Por eso están entrando ahí nuestras oportunidades, están corriendo ya los programas de becas, los programas de adultos mayores, la integración o puesta en marcha de 100 universidades, en fin, este conjunto, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, que han dado excelentes resultados y que obviamente van a sumar a favor del mejoramiento de la seguridad en el país”, aseguró.

ALEJARLOS DE LA VÍA CRIMINAL

El proyecto de apoyo social a los jóvenes se plantea como una alternativa para evitar que caigan en la tentación de dedicarse a alguna actividad criminal, explicó el secretario.

Cuestionado sobre la posibilidad de que un joven, que reciba un apoyo social, continúe dedicándose al crimen, Durazo Montaño fue enfático en decir que parten de los casos de jóvenes que han sido arrinconados hacia ese espacio de “ejército de reserva del crimen organizado” por la falta de oportunidades y que, basados en estudios, concluyen que si un joven tiene oportunidades de sobrevivencia económica “no optaría por la vía criminal. La posibilidad de que un joven que reciba una beca, es probable que pudiera optar por continuar en una actividad ilícita, pero en una generalidad, absolutamente no”.

MENOS DELITOS

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana también hizo frente al escepticismo contra la aseveración de que el problema de inseguridad en el país se encuentra en un punto de inflexión, aunque reconoció que no se ha logrado frenar la incidencia delictiva que desde 2015 fue “sumamente aguda hasta 2018 y hemos roto la tendencia de crecimiento, no significa que no esté creciendo, significa que está creciendo en mucha menor proporción de lo que venía subiendo”.

Alertó que “si hubiésemos seguido creciendo en los niveles que recibimos el país, los números en este momento serían más altos”, pero, enfatizó, el asunto “se trata de una cuestión de números, de una cuestión de estadísticas”.

Y, ante las críticas, enfatizó que los datos presentados durante la conferencia matutina del lunes pasado, no son creados por el gobierno federal, sino que provienen del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Asimismo, Durazo Montaño aseguró que también hay una inflexión “en la percepción ciudadana de inseguridad”, al tiempo que reconoció que lo logrado hasta el momento en combate a la inseguridad, “no es suficiente para presumir”.

En el primer trimestre en la medición del Inegi, hay una ruptura también en la tendencia de crecimiento de la percepción de inseguridad, y esta tendencia se ratifica en la medición del segundo semestre, que presenta hoy el Inegi, con una baja del 2.6% en percepción social de inseguridad”.

Pero la interrogante es si esto es suficiente para presumir. Por supuesto que no, pero tampoco hay que desestimar que ahí hay un quiebre que nos alienta a consolidar la estrategia de seguridad, con la puesta en marcha de la Guardia Nacional, en la que “pocos confiaban”, concluyó.

Durazo dijo también que están esperando la siguiente medición de corrupción.

Estoy seguro de que los resultados, una vez que midan a nuestro gobierno, van a ser muy diferentes y van a ir obviamente a la baja en comparación con otros gobiernos. En materia de corrupción somos un ejemplo a nivel mundial, no tenemos todavía mediciones, saldrán hasta principios, mediados del próximo año las mediciones de organismos internacionales y estamos seguros que nos van a evaluar muy favorablemente”.

META: SALIR DEL BACHE

Para el secretario de Estado, la meta del gobierno es llegar a niveles de seguridad en tres años en los que la gente pueda recuperar la normalidad de sus actividades cotidianas vinculadas a espacios públicos, a la calle, al transporte y al resguardo de sus casas habitación.

A eso aspiramos, idealmente queremos salir del sótano del que estamos entre los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y si aspiramos en tres años a decirle a la gente ‘no estamos ya en el sótano de los países de la OCDE en materia de seguridad’, a consolidar los resultados para entregar un país en paz en 2024”, finalizó.